Real Madrid - UCAM Murcia: Jugando con fuego (84-79)
Los blancos dejaron con vida a un UCAM que tuvo opciones hasta los últimos segundos, pero resolvió Campazzo para mete al Madrid en semifinales; gran imagen de los murcianos y su afición
Fotos del partido
El ambiente en los exteriores del Carpena
El Madrid sudó la gota gorda frente a un dignísimo UCAM Murcia (84-79). Gran partido para abrir la Copadel Rey de Málaga y una prueba de madurez para el equipo madridista, que tuvo momentos de buen baloncesto, sobre todo en la primera parte. Venganza del partido de ACB en Murcia hace unas semanas, teñido de polémica y un sobre aviso para esta Copa. En aquel 73-61 de mediados de enero, aún sin dirimir el sorteo, el equipo blanco empezó a construir la clasificación, acicate para estar alerta y una rabia competitiva evidente. Sólido inicio del bloque de Chus Mateo, serio, duro y esa chispa que no es fácil encontrar en un primer día de Copa, tan temido porque fomenta sorpresas. Desde las primeras posesiones se palpaba esa tensión, el rodillo que se ha llevado por delante a toda Europa esta temporada. Dominaba por 25-17 el primer cuarto, controlando esfuerzos, con un buen Deck, que ya oposita a MVP en caso de título blanco, o Hezonja, pero sobre todo Campazzo, para eso volvió al Real Madrid el pasado verano. Eso que Todorovic controló por instantes a Tavares. Pero los registros blancos son infinitos. Los murcianos pasaban del 42-27 al 44-34 al descanso.
Reacción brava del UCAM tras el descanso. Subiendo líneas y agresividad, provocando cierto estrés en el campeón de Europa con el 56-53. Buena actividad de manos, con robos de Todorovic o Sleva, mates de Ennis y un partido que cambiaba la energía. También la inclinación del Carpena, que se avivó con el “Sí se puede” del sector de UCAM, muy repartido por el Palacio. Llull le ponía al partido cloroformo en los minutos finales del tercer cuarto (65-57). Pero el Madrid transmitía inseguridad, suele dejar vida en esas rentas plácidas y unido al alma pimentonera, estuvo apretado hasta el final; malos tiros de Kurucs o Sant-Ross con el 75-72. Y lo aprovecharía Campazzo con dos genialidades: puerta atrás de Deck y otra penetración para sentenciarlo y dar el pase a semifinales.
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