Real Madrid - Unicaja: Problemas de ricos (12:30)
El Unicaja visita al Real Madrid con los dos equipos mirando de reojo a la semana siguiente en clave europea
El cuadro blanco reservará a algunos de sus jugadores
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El Unicaja no muerde el polvo desde el 19 de marzo. Son 11 victorias consecutivas entre ACB y Basketball Champions League. Entonces se cayó ante el Barcelona y ahora se visita al Real Madrid (12:30 horas) en el WiZink Center en un partido que genera ilusión pero también algo de miedo. Los dos equipos tienen la semana que viene citas europeas que marcan una temporada. El Real Madrid ha regresado de Belgrado con vida y si gana el miércoles estará en Final Four de la Euroliga. El Unicaja tiene a dos victorias en el Carpena conseguir un título y redondear una temporada ya histórica tras el título de Copa del Rey.
Hay también algo de miedo a algún contratiempo físico. El primer pensamiento es reservar y contemporizar. Pero los jugadores necesitan también competir con fuego real para coger piernas y ritmo. Es el caso de Darío Brizuela y Alberto Díaz, que llegan tras perderse varios partidos. No es lo ideal volver en una semifinal europea y se necesita algo de rodaje aunque las condiciones no sean las óptimas. Los dos han completado buena parte de los últimos entrenamientos. Llevan tralla en el cuerpo desde verano con el Eurobásket e igual no vino mal el descanso, pero hay que recuperar el nivel físico sufriendo en la cancha.
Es una incógnita el Madrid al que abordará el Unicaja este domingo. Lo normal es que no esté en pista el jugador más determinante de Europa, Tavares, que ha jugado mermado pero de manera impresionante los dos partidos en Belgrado. Se le necesita para el miércoles. Deck está fuera por un tiempo. Es probable que Rudy también dosifique. Pero la plantilla blanca es tan profunda que habrá jugadores como Yabusele, sancionado en Euroliga tras su terrible acción sobre Exum, Abalde, Cornelie, Ndiaye o el propio Llull que necesitan reivindicarse y tendrán minutos en el duelo ante el Unicaja.
Hay quien piensa que es contraproducente presentarse en una Final Four con una tremenda racha de victorias a favor, serían 12 si se asalta el WiZink Center, donde sólo se ha ganado en Euroliga y no en ACB. Tiene su sentido, cuanto más se gana más cerca está la derrota. Pero no se pueden detener inercias ni cambiar la idea de un equipo con jugadores que se han convertido en devotos de la victoria y frenarlos. Un equipo no es una máquina que se frena y se activa con un botón. Ya se utilizó la palanca de freno tras la Copa para que los jugadores recuperaran para llegar frescos al siguiente tramo decisivo de la temporada. Y así lo ha hecho el Unicaja, que ha recuperado su mejor nivel, a pesar de las bajas. El dilema, en el fondo, es un problema de ricos, de quien está en la abundancia, como el Unicaja se encuentra esta temporada. Es el momento de disfrutar compitiendo, hay retos también en la ACB y no se va a renunciar a una idea por la cábala. Si se puede ganar, se ganará. Y, si se pierde, también estarán contentos los supersticiosos.
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