Más maduro, más serio (82-72)
Resultado y crónica del Unicaja-Baskonia
A ritmo de un Jaime Fernández sensacional y con un Rubén Guerrero de nuevo excelso, el Unicaja somete al Baskonia (82-72) en un partido muy físico en el que supo responder
Un Unicaja-Baskonia no es un partido cualquiera. Evoca tiempos seguramente mejores en los dos clubes, cuando a comienzos de siglo competían por todo, hasta coincidieron en una Final Four de la Euroliga. Pero es un indudable clásico de la Liga Endesa. Hay una sensación de déjà vu con Dusko Ivanovic, coleta incluida ahora, corriendo el banquillo. Después de la tormenta del miércoles, la atmósfera se limpió. Y un Carpena enchufadísimo y a muerte con su equipo vibró con un triunfo de alto valor por más que el Baskonia atraviese un bache importante (82-72).
Los vascos no están bien pero poseen el nivel que otorga competir cada semana en la Euroliga, en unos cánones físicos muy altos, con una batería de pivots repleta de músculo y capacidad atlética. Compiten y hace duro el partido. Y el Unicaja estaba desprovisto de Elegar y Ejim, dos jugadores de los que elevaban la media atlética a priori. Y perdió a Darío Brizuela cuando sólo había jugado 38 segundos. El equipo de Casimiro, al ritmo de un Jaime Fernández delicioso, con un Waczynski al fin determinante en un partido de verdad más un Rubén Guerrero que tuvo su segunda actuación sobresaliente en pocos días, todo aliñado con la sapiencia de Alberto y Suárez, cimentó un triunfo muy importante para subir en la clasificación y poner distancia (dos triunfos más average particular) con un rival directo al que no hay que menospreciar en ningún caso, porque volverá y con alta probabilidad peleará por el play off.
El Unicaja atraviesa un tramo clave e ilusionante de la temporada. Jugó un partido maduro, fabricando una victoria que fue masticada lentamente. Dejó a un equipo que promedia más de 84 puntos y que tiene, pese a su posición, uno de los ataques más eficientes de la competición, en 72 tantos. Supo minimizar la evidente superioridad de sus pivots y también contener a sus tiradores. Todo, en un día en el que el acierto en el triple estuvo bajo, un 26%, y en el que Adams jugó de manera horrorosa. Exploró otra forma de ganar el equipo malagueño, intenta hacerse versátil conforme pasa la temporada. 82 puntos con ese porcentaje en el triple significa que el ataque fue mayormente bueno. Ayudó, claro, ese 22/23 en tiros libres.
El Unicaja comenzó a buen ritmo, compartiendo bien el balón (10-2), pero tres triples, dos de Janning y uno de Stauskas, cambiaron el guion para un parcial de 0-15. En medio, un momento de pavor en el Carpena. Se quedó tendido en el suelo Darío Brizuela. Tiene un esguince de tobillo y habrá que ver cuál es el tiempo de baja tras una exploración más profunda cuando baje la hinchazón. Pero, evidentemente, no es algo halagüeño.
El Unicaja fue poco a poco remando para reestablecer el mando en el encuentro. No se descompuso pese a esos minutos de colapso en los que parecía a merced del Baskonia, que tampoco tiene ahora mismo una autoestima demasiado alta. Necesita continuidad y ahora carece de ella a altos niveles. Ya en el segundo cuarto, al ritmo de un Jaime que metía triples y que amagaba con la exhibición que vendría posteriormente, el Unicaja volvió a coger las riendas cuando el madrileño y Alberto Díaz coincidían sobre el parqué. También ahí se notaba el notable papel de Rubén Guerrero, produciendo pese a enfrentarse a pivots más altos que él. Y también más atléticos.
Estiraba el Unicaja (38-31) antes de que el Baskonia metiera dos triples y Thompson cerrara con un mate sobre la bocina (40-37). Otra vez ha bajado su nivel el americano, se le necesita productivo para que el equipo tenga un techo más alto. Ahora mismo parece falto de confianza para lanzar de tres y le cuesta conectarse. Por él y Adams pasa que el potencial se multiplique. Con el exterior es más complicado porque es una bomba que puede hacer ganar o perder partidos.
El segundo tiempo fue más serio aún por parte del Unicaja. No permitió que las embestidas del Baskonia le permitieran ponerse por delante. Mantuvo un nivel defensivo muy alto, con Toupane, Alberto y Suárez destacados en esa faceta. También un Guerrero en plena detonación. Y con Casimiro por delante de Ivanovic en cuestiones tácticas. El partido entraba abierto (62-57) en el cuarto final, pero el Unicaja lo manejó de manera sensacional. Con Jaime excelente en la dirección, creando ventajas y decidiendo, mezclando perfectamente los tiempos. 21 puntos y 10 asistencias refrendarían el dominio que ejerció en el partido. El Unicaja colocó el listón en los 10 puntos de renta, con Rubén Guerrero apretando bajo el aro y Waczynski ofreciendo otro registro. Hizo 1/7 en triples, pero hizo un notable encuentro.
El Baskonia no renunció. Está limitado y sin mucha confianza, pero tiene orgullo. El Unicaja no retrocedió y hasta Ismael Tamba pudo jugar sus primeros segundos oficiales en el Carpena.
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