El Unicaja se lleva un buen derbi andaluz (79-71)

El derbi andaluz regresó con poderío y dejó un buen espectáculo. Un Betis a nivel notable apretó al Unicaja y le exigió hasta los minutos finales. El equipo sevillano negó la derrota y obligó a los malagueños a interpretar un duelo que afrontaron sin sus dos principales cerebros en pista, Alberto Díaz y Carlos Suárez, baja de última hora por una gastroenteritis. Quizá le conceda más valor el trabajado triunfo (79-71), que obligó a un esfuerzo coral. Con Adams como jugador más luminoso, con Waczynski en un nivel que no había exhibido esta temporada o con un serio trabajo de Gerun y Thompson bajo aros. Vuelve a colocarse en balance positivo el Unicaja y vuelve a ganar en ACB en el Palacio, por ahí pasará buena parte de la clasificación en la temporada regular.

Había buen ambiente en el Carpena. Los partidos matinales permiten un público más infantil y familiar. Y ayudaba la presencia de un centenar de aficionados del Betis, que se hacían notar con sus ánimos a un club que en Sevilla provocó una inevitable ruptura por la idiosincrasia de la ciudad. A lomos de Obi, el Betis empezó mandando, pero el Unicaja rápidamente le dio una respuesta, con Adams al comando. El Betis había perdido en la primera jugada del partido a Slaughter, referencia exterior, que se retiró lesionado aunque después volvería a la cancha. El Unicaja fue tomando el ritmo del partido y alcanzaba los 10 puntos de renta, aunque le penalizaba y le impedía abrir más hueco un paupérrimo porcentaje de tiros libres (7/17 al descanso, llegó a ser de 3/11). Ello dejaba con vida al cuadro sevillano con buenos minutos del canterano cajista Pablo Almazán.

Con 30-18 en el marcador y en aparente buena onda para el Unicaja, con Gerun produciendo al recoger todo lo que quedaba suelto en la canasta local, irrumpió el eterno Albert Oliver, que a sus 41 años aún da el nivel para competir en ACB con mucha dignidad. Metió dos triples consecutivos, Slaughter metió otro más y, en un pispás, la diferencia estaba en cuatro puntos (30-26). Casimiro tenía que prescindir en la rotación de Carlos Suárez, al que una gastroenteritis había dejado muy débil. Ejim daba un respiro a Thompson en el puesto de cuatro. Y otro triple de Slaughter colocaba al Betis a uno (33-32), con algún error defensivo grosero del Unicaja. Aceleró, no obstante, el equipo de Casimiro en el tramo final del segundo cuarto, subió la intensidad defensiva y ello le permitió coger una renta interesante (40-32) pese al martirio que era ir a la línea de 4.60 metros.

Sin Alberto Díaz y Carlos Suárez, es decir, los jugadores más fiables y regulares y los manejadores de los códigos defensivos del equipo, era un reto para los compañeros ser consistentes. Y sólo lo conseguía a ratos el Unicaja, que no salió bien tras el descanso pese a los intentos de Deon Thompson por llevar el peso del equipo. El Betis enjugó la diferencia con dos triples de Oliver (46-46). Curiosamente, la respuesta cajista fue con dos ataques muy bien tejidos, en los que se compartió la bola para que Waczynski y Toupane anotaran en buenas situaciones de triple. Pero el Betis estaba plenamente en el partido. Casimiro pedía un tiempo muerto tras un mate de Izundu (52-50). Un triple de Ejim, hacía varios partidos que no anotaba desde la línea de tres, permitía al Unicaja marcharse con una ventaja al final del tercer cuarto (57-54), con el Carpena activado después de un tapón de Elegar a Conger, que previamente había hecho un espectacular mate rajando el centro de la zona.

En el Unicaja crecía la figura de Elegar, no por anotación pero sí porque su presencia dificultaba la del rival. Y ahí encontró su asidero el equipo malagueño, endureciéndose, elevando el nivel atrás para impedir que el Betis anotara con fluidez. El peaje fue que se escaparon algunos rebotes que concedieron más oportunidades a los béticos. Los árbitros señalaron una técnica a Curro Segura y el Unicaja se iba ya por nueve puntos (68-59). El problema de los tiros libres también se había corregido. Lamentaba el equipo bético la diferencia en las faltas y los tiros libres (29 para el Unicaja y dos para el Betis).

Un brutal mate de Adams a dos manos rompiendo la zona rival parecía sentenciar, pero el Betis no se rendía y un triple de Slaughter le metía de nuevo (70-64) en la pelea. Elegar se debía retirar quejándose de su hombro izquierdo. El Betis llevaba varios minutos colocado en una zona 3-2, pero el Unicaja la acabó superando con un triple de Waczynski. Dos tiros libres más del polaco liquidaban ya un partido (75-64) que el Unicaja debió trabajar mucho en un derbi andaluz disputado, de buen nivel, que acabó con aplausos entre las dos aficiones y que tendrá continuidad en la capital andaluza en pocos meses.

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