El Unicaja encuentra un camino (75-59)

Resultado y crónicas del Unicaja-Filou Oostende

Buena impresión cajista tras los cambios en la plantilla, a la espera de medir ante rivales más exigentes

Serio partido atrás, se dejó en 25 puntos menos al Oostende de lo que promedia en la competición

El Unicaja-Filou Oostende, en fotos
Kravic dialoga con Díaz durante el partido. / Javier Albiñana

Los cambios, entradas y salidas, dieron una buena primera impresión para el Unicaja. Nada para lanzar las campanas al vuelo, pero sí se pudo contemplar a un equipo más serio defensivamente hablando, dejando a su rival en 25 puntos menos de lo que promedia en la competición. El Oostende perdió 22 balones y estuvo en el 41% en tiros de campo (era el mejor equipo de la BCL). El resultado, una victoria holgada (75-59), necesaria como el comer para un equipo falto de autoestima.

Tomó decisiones Katsikaris. Ya lo hizo sacando del equipo a Cole. Redujo también minutaje a Jaime Fernández y Bouteille, sacó a Guerrero como titular. Juntó a tres altos en varios tramos. Podrán gustar más o menos, pero un entrenador debe ser intervencionista y cambiar cuando no funcionan cosas. Y lo hizo el griego en este partido. Los nuevos, Mooney y Kravic, gustaron. Siempre se ve con cierta indulgencia al nuevo, se le miran las virtudes. Pero ofrecieron otra cosa distinta. A veces el mejor jugador es el que ayuda y piensa en el equipo antes que él. Los dos quisieron agradar y aportaron.

El Unicaja comenzó ya el partido con una cara distinta. Compartiendo bien el balón, moviéndose bien sin él y con un Rubén Guerrero dominante en los dos aros, haciéndose gigante para anotar ocho puntos seguidos y hacer mucha pupa a un Oostende que intentaba esquivar las balas. Sostienen quienes lo ven trabajar cada día que si trasladara lo que hace en entrenamientos con continuidad a partidos hablaríamos de otra cosa. Es un jugador con características especiales. Ya sin Cole, la pareja Díaz-Brizuela fue la que salió por fuera. Katsikaris busca y no encuentra una pareja que le dé estabilidad de entrada y no haya que ir a remolque.

Con 25-15 se cerraba el primer cuarto. Había jugado Barreiro de tres llevando a su par al poste bajo. Tuvo alguna pérdida, pero también dio un foco de movimiento del balón. Alberto Díaz metía desde fuera, también Abromaitis. Fluía el juego en 10 minutos de buen baloncesto. Jugaban sus primeros minutos y metían sus primeras canastas Kravic y Mooney, sin mucho impacto. El americano salía antes que Francis Alonso en la rotación. Metía un tiro desde seis metros con aplomo y daba un buen pase a Kravic que se extraviaba. El serbo canadiense cazaba un rebote y metía en rectificado con la derecha.

Pero duró poco la fluidez. El equipo belga siempre volvía. El interesante base holandés, sólo 20 años, Van der Vuurst de Vries, nombre difícil de escribir y de olvidar, hacía daño jugando el bloqueo directo y metí un triple lejano. Advertía el histórico base cajista Jean-Marc Jaumin en estas páginas del potencial que atesora. La rotación belga, con el joven finlandés Jantunen y el ghanés Brimah, ganaba nervio e intensidad. Y el Unicaja se agarrotaba con cinco minutos sin anotar, hasta un 25-24 peligroso. Tras el tiempo muerto de Katsikaris tampoco reaccionaba el Unicaja y el Oostende conseguía su primera ventaja (28-29). Parcial de 7-0 posterior a favor malagueño para acabar ajustados (35-34) un primer tiempo desigual, con alternativas.

Repitió de salida la estructura de salida con tres 'altos' el técnico cajista, con Kravic por Guerrero. El Unicaja recuperaba buenas constantes de intensidad y cierta claridad ofensiva. Superaba la barrera de los 10 puntos (52-41) el Unicaja tras un buen pase de un Alberto Díaz que estaba pletórico a Dejan Kravic, que tiene talento para meter indudablemente, pero hay que alimentarle bien, en las dosis adecuadas. También hay que reseñar que se pitaron dos técnicas al Oostende ciertamente rigurosísimas por las protestas tímidas de Booth y Brimah, con un listón muy bajo.

Cambiaba Katsikaris detalles. Menos minutos para Axel Bouteille, la defensa estaba en la cabeza del entrenador cajista. Kravic dejaba detalles interesantes también en defensa. Sin ser un dechado de intensidad, salía a ocho metros y recuperaba, cogía el rebote y en la siguiente jugada metía un mate en alley hoop a pase de Alberto. Tiene la capacidad de hacer varios esfuerzos.

Un triple de Bouteille marcaba la máxima renta al inicio del último cuarto marcaba la máxima renta malagueña (60-46). Dos buenas defensas cajistas, que levantaban a un banquillo más motivado, y seis puntos seguidos de Mooney, con un dos más uno desde el lateral y un triple desde ocho metros y a una pierna sobre el cierre de la posesión, permitían presumir un final cómodo. 66-49 y un tiempo muerto de Gjergja porque el duelo se decantaba.

Un buen pase de Mooney a Nzosa y un acrobático dos más uno de Bouteille tras buen pase de Suárez subían a 20 puntos (73-53) la diferencia. El Unicaja había cerrado caminos al aro al equipo belga. Cuarto anotador de la competición con 84 puntos por partido hasta ahora, lo dejó en 59. Un buen trabajo del equipo malagueño, que, antes de jugar tres partidos a domicilio en la BCL, la competición no regresara a Málaga hasta la segunda mitad de marzo, encontró un punto de apoyo a la caída que llevaba. Los nuevos causaron una buena impresión en el estreno y el equipo mostró otra cara más seria.

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