Gaseoso, líquido, sólido (82-76)

Resultado y crónica del Unicaja-Herbalife Gran Canaria

El Unicaja se lleva un partido muy meritorio ante un Gran Canaria que apretó mucho pero al que contuvo siempre con distancias cortas

Bouteille (25 puntos), a su mejor nivel

El equipo vuelve a equilibrar su balance con tres victorias seguidas en ACB (12-12)

Jaime Fernández deja una bonita bandeja. / Álvaro Cabrera

El Unicaja ha pasado del estado líquido y gaseoso en el que oscilaba a uno más sólido. Es otro equipo, se nota la mano de Katsikaris. Doblegó al Gran Canaria (82-76) en un partido que gustó porque se manejaron varios registros. Se supo ganar en defensa y se supo ganar en ataque. Fue continuo durante 40 minutos, algo utópico semanas atrás. Bouteille por encima de todos, pero muy bien Jaime, Malcolm Thomas, el regreso de Mekel... Katsikaris va moldeando el equipo a sus ideas. Conforme pasan las semanas y va recuperando más jugadores más se ve su sello. La defensa ha mejorado de manera ostensible. Y el ataque está más organizado. Hay menos imprevisibilidad y ello propicia que se anote menos, pero hay un mayor control de partido. Con tres pívots disponibles hay casi siempre la presencia de un interior intimidador. Las tempranas faltas de Thomas y Nzosa propiciaron que Rubén Guerrero, tercero en la rotación, tuviera más minutos, por ejemplo. Son detalles de una mejoría que debe culminar con la presencia en el play off.

El inicio de partido fue alentador y una declaración de intenciones. 16-4 de salida, con jugadas bien hilvanadas, ataques más largos, y un buen despliegue defensivo. Eleva el nivel del equipo Thomas que resuelve bien cerca del aro en condiciones favorables y que mostró un tono físico bastante mejor que el del primer día ante el Movistar tras dos semanas de trabajo. Alberto Díaz y Jaime Fernández era la pareja exterior y va cogiendo galones Axel Bouteille, al que Katsikaris intenta desbloquear para que se vea su mejor baloncesto. Si el francés descorcha la botella, la dimensión del equipo puede cambiar.

Pero no se podía adivinar un partido fácil ante un equipo que ha mejorado mucho en 2021. El Herbalife Gran Canaria ha cambiado a casi media plantilla y ha cogido velocidad de crucero. Está en cuartos de la Eurocup, y con un cuadro óptimo para dar guerra, lo que genera envidia en Málaga. Y ha mejorado bastante en la ACB. Su rotación es larga y tiene potencial físico más un jugador como Slaughter que atraviesa un estado de forma sensacional y que genera problemas a cualquier equipo.

Aunque defendiera bien el Unicaja, el Gran Canaria había fallado algunas canastas inverosímiles y era previsible su regreso. Atacó para ponerse por delante (24-23), pero justo ahí el Unicaja endosó un parcial de 8-0. En el segundo cuarto se registró el regreso de Gal Mekel. El israelí enlazaba tres meses sin jugar entre la lesión en la mano y el Covid-19. Una canasta a tabla y un par de asistencias alimentando a Guerrero y Thompson recordaron sus virtudes. Aunque, incluso con él en pista, no eran pocos los ataques que dirigía Jaime Fernández. Un triple de Slaughter dejaba la renta en seis puntos al descanso (32-26).

Era previsible que se necesitara elevar la anotación para ganar el partido. Y así fue. Los dos equipos elevaron prestaciones. El Unicaja estiraba la cuerda, pero no acababa de romperla. Costello sostenía a su equipo pese a las embestidas de un Bouteille con el equipo a las espaldas y la confianza por las nubes. Metió algunas canastas marca de la casa, en desequilibrio y posiciones forzadas, obligando a Fisac a cambiar defensores sobre él. Se movía el partido en la franja entre los tres y siete puntos la mayoría del tiempo, algún momento por arriba y alguno por abajo. Lo máximo que concedía el Unicaja era un empate (44-44), pero no permitía que el Granca comandara el marcador. Y así seguía el equipo malagueño al mando a falta de 10 minutos (54-49).

Con los dos equipos desatados ofensivamente, las rachas de distintosjugadores condicionaban el partido, que se seguía moviendo en esa distancia de seguridad para el Unicaja. En el último cuarto apareció Jaime, para anotar y repartir, un Thomas muy solvente firmó un doble doble y Francis Alonso dio puntos que hacían falta. Supo el Unicaja sufrir y se llevó un partido que semanas atrás se habría marchado, sin duda. Algo se está construyendo.

Estadísticas

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último