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Mikel Lejarza
Toulouse
Presentación de Rubén Guerrero, fichaje del Unicaja
Rubén Guerrero habla con la ilusión de un canterano que, tras años fuera de casa, regresa con el deseo de triunfar en su equipo de siempre. Es la historia idílica que trata de iniciar el marbellí, que fue presentado este miércoles en el Martín Carpena como nuevo jugador del Unicaja, donde lucirá el dorsal 32. El pívot de 23 años y 2.13 metros firma por lo que resta de temporada y otras dos tras finalizar su etapa universitaria en Samford, donde, como dice, se graduó apenas "hace un par de viernes" tras estudiar Finanzas y Economía.
"Estoy contentísimo, es un sueño para cualquier chaval de la provincia estar dentro de la cancha y trabajar con el primer equipo en vez de verlo desde la grada Estoy muy contento y con mucha ilusión", manifiesta El Gigante, que transmite su felicidad por la velocidad de la operación: "Fue una vuelta muy rápida. Llegué el fin de semana y estoy contento de haber empezado ya". Además, se muestra predispuesto para empezar a competir: "No está en mi poder, va a depender del alta médica y el transfer, depende de lo que diga el entrenador. Estoy ya a disposición del entrenador para lo que quiera".
Resalta Rubén el plano emocional y tira de memoria para definir lo especial de este paso para él: "Al llegar al Carpena me vinieron muchísimos recuerdos. Me acuerdo de cuando estaba en Marbella y venía a ver a Germán, Boni… Bajar por los pasillos a pedir autógrafos. Entré siendo jugador y no siendo un fan, eso me hizo ilusión y me recordó a cuando era chico y cómo ha cambiado todo". Acompañado por Carlos Jiménez, director deportivo, bromea entre risas con que "no recuerdo si a él le pedí, yo pasaba por los pasillos y al que viera, si me dejaban, pillaba autógrafo". "De verlo desde la grada a verlo en la pista es distinto. Ilusión tengo muchísima, jugar en el Carpena, donde tantos ídolos han jugado... Espero que sea un sueño que se haga algún día", añadió.
Habla satisfecho de su primera sesión con el equipo. Este miércoles, tras su presentación, se volvía a poner a las órdenes de Luis Casimiro. "Fue muy bien con todos los compañeros. Conocía a algunos de jugar contra ellos y a otros haberlos visto, y a los que no, era como si fuera ya del equipo. Me acogieron muy bien, sobre todo Alberto, pero entrenadores y jugadores me acogieron y me sentí como en casa", decía el pívot, que transmitía también sus sensaciones personales: "Estuve una semana parado y ayer entrené y fue bastante bien. No me desmayé y estoy contento. Creo que llego bien".
Estos y otros temas trató Rubén Guerrero en su presentación como nuevo jugador del Unicaja:
"Allí el juego es distinto, mucho más físico, pero físico de chavales de mi edad, aquí son hombres. Espero que pegarme allí con gente fuerte me ayude. Muchos bloqueos, dureza, defender y rebotear es lo que se me pidió y espero ayudar en lo que pueda. Espero estar preparado. El nivel de allí es distinto y jugar en la ACB va a ser duro. He tenido suerte de llegar ahora y tener dos tres semanas de meterme en dinámica y espero que eso me ayude de cara a la pretemporada y al año que viene".
"Sabía que estar un año parado iba a ser muy duro, pero que del siguiente iba a depender mi futuro y si tenía un buen año acabaría yendo a un buen sitio. Me ha ido bien, el año anterior me ayudó a cambiar la mente, ver cómo eran los sistemas y el funcionamiento de aquello. Pienso que he jugado bien y es lo que me ha ayudado a venir aquí, así que el balance creo que es bastante bueno".
"Dudas no, simplemente fue raro estar un año sin competir. Eso no pasa aquí nunca y, aunque me mentalicé, hiciera lo que hiciera no podría jugar y eso fue duro. Al volver lo cogí con ganas, empecé con muchas más. Sabía que era mi última oportunidad de jugar allí, había que darlo todo y pienso que funcionó".
"Llegué a Estados Unidos como vosotros me visteis salir de aquí: canijillo, igual de alto pero delgado y si no me ponía fuerte para ser cuatro o cinco no podría jugar. Me di mucha caña en el gimnasio, comiendo mucho para tener un cambio físico y mental para verme más fuerte y poder pegarme con los defensores de allí. Eso me cambió mucho, el verme más físico".
"Es una alegría que se apueste por los jóvenes. La cantera es un proyecto de ilusión, que apuesten por chavales como nosotros tan pequeños, que echen tiempo en criar un chaval tan chuco para que madure y juegue aquí".
"He recibido muchos mensajes de amigos de toda la vida, de Marbella, compañeros de equipo y entrenadores. Estoy con mucha ilusión y contento de que haya sido todo tan rápido y haya ido tan bien".
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