Rutinas y mecanismos

La continuidad del bloque puede tener algunos contras, pero el club ve más posibles beneficios

"Me encanta la recuperación de la memoria histórica del Unicaja"

Ibon Navarro anima a la afición.
Ibon Navarro anima a la afición. / Efe

Es una pregunta que se ha planteado entre los dirigentes del Unicaja. ¿Es mejor cambiar piezas? ¿Se puede caer en la rutina con las mismas caras? Son debates lícitos y obligados en una organización en la que se gestionan recursos humanos. La idea ha sido continuar con el bloque. Quedan tres renovaciones por anunciar (Augusto Lima, Tyson Carter y Will Thomas). No habrá problemas con el brasileño, está todo pactado con el escolta y hay buenas vibraciones con el veterano ala-pívot. Pero queda el evidente poso de la continuidad. También hay dos ampliaciones de contrato de importante calado por anunciar, las de Alberto Díaz y Mario Saint-Supéry. Ambas muy simbólicas por lo que representan para un club en el que la cantera ha sido seña de identidad desde su creación.

“La química ha sido buena y, aunque no podremos repetir lo mismo porque habrá una rutina, nos conoceremos más y habrá hábitos, sabrán cuándo me enfado y cuándo me enfado de verdad, saben diferenciarlo. La novedad ya se ha acabado y hay que saber leer. Vamos a intentarlo”, decía Ibon Navarro esta semana en Ser Deportivos. ¿Puede crecer un equipo con los mismos jugadores? Puede y debe. Quizá sólo Will Thomas y Nihad Djedovic estén ya en una trayectoria descendente, aunque hayan sido muy importantes para la construcción de un bloque sólido, con una buena cultura de trabajo y sano en las relaciones personales. El resto tienen margen de mejora en un contexto colectivo. Melvin Ejim, con 32 años, ofreció su mejor versión en los play off y acabó como un tiro. Perry ya está en la treintena pero ha completado su mejor temporada en Europa. Y así se puede seguir con Osetkowski, Carter o Sima, que aún no han entrado en la madurez y pueden ser los que den un salto de calidad.

Los 9.043 abonados han sido motivo de conversación en la plantilla. Hay concienciación de que va a haber más exigencia. Mantener la tensión (ese 18-0, sin fallo, ante equipos del décimo al 18º en la Liga Endesa) y la concentración es fundamental. La propuesta de correr siempre y jugar rápido ha sido la base pero se puede crecer en ataque estático. Y lo que se pueda ceder de no tener la efervescencia de la primera vez se puede compensar con el conocimiento mutuo y los mecanismos ya asentados que harán que no se parta desde cero. “Muchas veces se piensa en cómo mejorar un puesto y se olvida que una mejora respecto a los demás, que irán cambiando, es continuar con un núcleo que funciona como bloque, que los jugadores están cómodos con sus roles. Es un plus de rendimiento para la temporada nueva, con respecto a otros equipos que, por deseo o necesidad, tendrán que cambiar mucho más”, decía Sergio Scariolo, alguien maestro en el manejo de roles y motivaciones. Es un gran reto para la temporada que viene.

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