El compromiso de Salin

Unicaja Baloncesto

El finlandés, lesionado, pidió viajar para acompañar a la plantilla en Valencia

Sasu Salin, en el Carpena.
Sasu Salin, en el Carpena. / Javier Albiñana

Hasta esta lesión que le tiene fuera de combate, Sasu Salin había jugado 119 de los 121 partidos posibles desde que aterrizó en el Unicaja. En palabras de Casimiro, “no le había visto perderse un entrenamiento, ni en mi año en Las Palmas con él ni aquí”. El finlandés, convaleciente y sin posibilidad de jugar más esta temporada, ha pedido ir en la expedición a Valencia, para acompañar en el partido decisivo de cuartos de final al resto de la plantilla.

El equipo, por cierto, iría directamente a Madrid en el caso de victoria en La Fonteta y regresaría el domingo a Málaga, así que dormiría seis noches seguidas fuera de casa. La fugacidad con la que se ventilan los play off, se supone la mejor parte de la competición, es algo que algunos clubes no acaban de compartir, dentro de la necesidad de acortar fechas.

La lesión de grado dos en el gemelo de la pierna derecha de finlandés se produjo en Valencia aunque ya se había perdido el último partido de temporada regular ante el MoraBanc Andorra por molestias en la zona. Hizo un buen trabajo individual sin que hubiera molestias en los días previos, las pruebas eran buenas y el jueves completó a buen nivel el entrenamiento. El jugador no sentía molestias y de ahí que Casimiro le empleara.

Duró poco menos de tres minutos en La Fonteta Salin, que se retiró diciendo a los responsables médicos del club que había notado un pinchazo. Cuando se comprobó el tamaño de la rotura que tenía hubo cierta incredulidad por lo poco que se había quejado el jugador tras romperse, podía incluso andar con normalidad y quería volver lo más pronto posible. Con sus limitaciones, un jugador cuyas características y disposición no es sencillo de encontrar en el mercado en esa relación calidad /precio.

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