Semana atípica en el Unicaja

El cuerpo técnico malagueño diseña un plan especial: dos días de descanso, dobles sesiones y un control de cargas minucioso con el objetivo de tomar aire

Carter ya entrena

No se contempla fichar por Barreiro

Ibon Navarro da instrucciones a la plantilla / UNICAJABFOTOPRESS
Jorge Cabrera

29 de noviembre 2023 - 06:33

El Unicaja suplica aire después de semanas que terminaron pesando en las piernas. Se afronta mejor el desgaste con ese 3-0 en ACB. Este Unicaja es mejor equipo que hace un mes, pero se requiere oxígeno. En otro contexto era favorable la intromisión semanal de BCL, ahora se agradece, porque Le Mans, Bilbao, más lo que se arrastraba, ha hecho mella. No se acumulan lesiones, hasta ahora con Jonathan Barreiro, pero el fondo de armario es lo suficientemente amplio para que se pueda soportar. Trastoca, aunque no es un drama. Al menos que la enfermería la cope solo el gallego, si se suma algún miembro más, la estructura de Ibon Navarro sí temblaría. Por ello hay que reducir esos riesgos, más quitar peso a los cuerpos.

El cuerpo técnico del Unicaja ha diseñado para esta semana un plan particular, atípico para lo que suele ser el día a día en los malagueños. El equipo descansó el domingo, cuando se regresó de Bilbao; hubo reposo integró el lunes y se volvió al trabajo el martes, con doble sesión en Los Guindos. Se acude con más frecuencia que nunca a Marcos Cerveró, preparador físico y quien monitoriza las cargas en los jugadores, especialmente cuidadosas durante estos días. Hacía falta esa precisión durante el exilio lejos de MálagaMálaga, que ese control de esfuerzos fuese perfecto ante viajes, el estrés que supone volar y todos esos condicionantes adversos. Es parte del funcionamiento, y de momento se traduce en resultados. Habrá nuevo descanso hoy para refrigerarse de la doble sesión de entrenamiento y la idea es que se pueda trabajar el jueves en el Carpena, si ya termina de lucir su cara habitual. Sesión jueves y viernes, esta vez una por día, que ya será la última fase en esa puesta a punto antes de recibir a BAXI Manresa, equipo que por estilo debería exigir un esfuerzo mayúsculo al Unicaja. Emocionalmente es una semana de reinicio, al modificarse nuevamente la rutina. Variable que es importante en la búsqueda de ese pleno rendimiento. Pero este Unicaja es también especial a la hora de aclimatarse.

Se ha sido fiel además a esos repartos equitativos en los partidos. En Bilbao fueron Osetkowski, Perry, Kalinoski y Taylor los que sobrepasaron esa barrera de veinte minutos, Dylan el que más con 24. No hay exageraciones en el tiempo en pista, cosa que a la larga se agradece y obedece a esa línea, muy de Ibon y su equipo de trabajo. Es una fórmula de éxito, modelo que posee sus riesgos, como saber gestionar esos roles en el vestuario y el mensaje cale. Hasta diez jugadores jugaron quince o más minutos en Le Mans, otro ejemplo bien ilustrativo de lo que se pretende. Son semanas importantes en esa gestión de esfuerzos. El peaje a alcanzar esos picos de forma en momentos seleccionados; ya se vio el curso pasado en Badalona. Y además se ganan partidos, por lo que son victorias, sobre todo las últimas, para engrandecer porque se anda algo justo. Una semana atípica, especial, pero en el horizonte se mira a Manresa. El sumar la novena en ACB y mantener el crecimiento.

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