Las razones de Sergio Rodríguez para elegir Milán

Unicaja Baloncesto

"Ettore Messina ha sido un elemento decisivo", dice el base canario, al que el Unicaja presentó una oferta muy importante

Sergio Rodríguez, nuevo jugador del Milán.
Sergio Rodríguez, nuevo jugador del Milán. / @olimpiamilano

Durante un par de semanas, en el seno del Unicaja se tuvo la convicción de que el fichaje de Sergio Rodríguez era posible. A posteriori, su amigo Carlos Suárez confirmaba esa visión, también Luis Casimiro se refirió como una posibilidad cercana. Pero el genial base canario escogió la vía milanesa una vez se le presentó el proyecto y se le hizo una oferta muy importante que rebasaba el gran esfuerzo que hacía el Unicaja. Se hubiera convertido en el jugador mejor pagado en los últimos 10 años en Málaga.

Aunque la decisión se tomó hace varias semanas, no fue hasta este martes cuando el Armani anunció el fichaje de Sergio Rodríguez. Una vez se rompió el vínculo con el CSKA, con el que fue campeón de Europa en mayo, la maquinaria empezó a funcionar. El Unicaja tenía plan B, como se demostró con que el equipo malagueño cerrada en apenas un par de semanas la plantilla con los fichajes de Josh Adams, Frank Elegar y Melvin Ejim.

En sus primeras palabras como jugador del equipo milanés, Sergio Rodríguez explicaba las razones por las que se unía en un contrato por dos temporadas con el histórico Olimpia, en el que coincidirá con dos ex cajistas, salvo más movimientos en plantilla, como Nemanja Nedovic y Jeff Brooks.

"Estoy extremadamente contento y motivado por abrir este nuevo capítulo en mi carrera. Milán significa tanto para mí y para mi familia, estamos todos muy felices. La oportunidad de representar a un gran club como el Olimpia, además de jugar en un nuevo país, ha sido un factor clave en mi elección. Ettore Messina ha sido otro elemento decisivo. Le respeto muchísimo y trabajar de nuevo con él será estupendo. Deberemos trabajar como escuadra para que los aficionados estén orgullosos de nosotros", decía Sergio Rodríguez.

Fue también Messina quien convenció a Sergio para que regresara desde la NBA al Real Madrid. Aunque su mejor baloncesto no se vio con el entrenador italiano, el tiempo borra recuerdos malos y ahora volverá a ser dirigido por el que durante el último lustro fue ayudante de Gregg Popovich en San Antonio Spurs. El Unicaja puso toda la carne en el asador con Sergio, un contrato por dos temporadas que rondaba un total de tres millones de euros. Era una cuestión que rebasaba al club, la Fundación y el Banco también formaban parte de la operación. En Milán, donde la fiscalidad es más favorable desde esta temporada, disparó la puja.

"Estaos felices de acoger en nuestra familia del Olimpia a un gran jugador, con una carrera inmensa de valor mundial", decía el general manager, Christos Stavropoulos: "Sergio es un ganador y traerá su espíritu a Milán. Tiene una carrera enorme a la espalda que dice todo de quién es y de qué puede hacer. Tenerlo en nuestro equipo es un motivo de orgullo".

No vino Sergio, pero el Unicaja completó una plantilla distinta, con más nivel físico que la temporada anterior, intentando paliar las carencias que había. El equipo se quedó corto ahí la temporada anterior, fue el diagnóstico interno, más allá de las lesiones. El puesto del Chacho lo ocupa Josh Adams, un jugador intrigante, con un potencial tremendo que necesita continuidad y regularidad. No da la fiabilidad del canario, pero es otra liga económica.

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