Cara de tontos (72-70)
REsultado y Crónica del Tecnyconta Zaragoza - Unicaja Baloncesto
El Unicaja colapsa ante una defensa zonal del Tecnyconta cuando dominaba en el cuarto final por 12
El triple final de Dragan Milosavljevic para ganar el partido no entró
La vitamina A que le dio Alberto Díaz al equipo revitalizó al Unicaja y pareció sano durante un gran tramo de partido. Al final, la sensación es que se está en el mismo punto pese a la vuelta del pelirrojo. Imperdonable el partido que se le escapó al Unicaja en Zaragoza. Lo tenía bajo control hasta los minutos finales (+12 al comienzo del cuarto final), pero volvió a colapsar, como sucedió en Berlín en el tercer partido de cuartos de Eurocup, cuando el rival presentó una defensa diferente. No hubo capacidad en la pista ni en el banquillo para descifrarla. Un Okoye en trance (30 puntos y varias canastas inverosímiles) hizo el resto para que el triunfo se quedara en casa (72-70).
Cuesta ser optmista después de un partido así, pensar en que el equipo será sólido de aquí a final de temporada después de que escape otra vez un duelo encaminado. La inyección que da Alberto Díaz es un extra, como lo será el regreso de Jaime. Pero hay muros infranqueables a un par de meses de los play off por el título. En una jornada ideal para dar un mazazo tras las derrotas de Valencia y Joventut, el Unicaja entregó un partido ganado. Esa incapacidad o falta de lucidez para matar a un rival que estuvo siete minutos sin anotar entre el tercer y último cuarto (buen trabajo cajista, no hay que obviarlo) ya se ha visto antes.
Avanza la temporada, pero Casimiro sigue dándole vueltas al librillo para equilibrar lo más posible al equipo. Sorprendió de salida colocando a Dani Díez como cuatro, por delante de Suárez y Wiltjer, sanos ambos. Junto a él, Milosavljevic y Salin para dar rocosidad defensiva. El Tecnyconta, no obstante, encadenó canastas fáciles y sólo Lessort respondía. El triple es una herramienta secundaria en el equipo maño, es el que menos tira de la ACB con cierta diferencia. Pero encontraba vías al aro para anotar fácil.
A la inversa, concede triples el Tecnyconta, a costa de dominar el rebote. Exhibe jugadores interesantes como el nigeriano Okoye. Huelga hablar de la importancia de un Fran Vázquez longevo. O del refrescante Carlos Alocén, al que Alberto Díaz le robó un balón y le forzó una pérdida. Qué alegría ver al pelirrojo, que entró con el equipo 23-20 abajo y se marchó tras cinco minutos con 31-35.
Hay ganas de que Alberto ejerza de pegamento y se le vio algo acelerado, lógico. Metió un triple abierto, el único, perdió una bola en un contraataque con un mal pase a Milosavljevic y dio un pase extra para un triple. Una jugada frecuente cuando el rival se pertrecha en su zona y concede. 23 triples lanzó el Unicaja en el primer tiempo (42 al final), pocos de ellos fueron malos tiros. Es obligatorio en el baloncesto moderno tomar los tiros abiertos para no colapsar. Hay críticas sobre el teórico empobrecimiento del juego, pero es lo que el juego va demandando por las características de los jugadores.
Encadenó buenos minutos el Unicaja, siguiendo la línea que habían marcado Alberto y Suárez, para adquirir la máxima renta del partido (33-44) tras un buen corte de Milosavljevic visto por Roberts. No obstante, el Tecnyconta encontró la manera de recortar con un buen Radovic (41-47) antes del descanso.
El partido salió en otros cánones tras el descanso, con prevalencia defensiva. Llegó a colocarse a un punto el rival con una canasta de Fran Vázquez (52-53), pero los minutos en pista de Alberto Díaz coincidieron con un colapso ofensivo maño. Un clinic defensivo del base malagueño, que en siete minutos en pista ya había robado cuatro balones. Más su impagable influencia defensiva, claro.
Wiltjer salía del letargo, había perdido un balón de manera infantil poco antes, para encadenar dos triples y poner una renta interesante al final del tercer cuarto (52-61). Había bajado el caudal anotador, también el de tiros, y el partido se había espesado. Pero, contrariamente a lo que había sucedido en no pocas ocasiones, el Unicaja no se sentía incómodo. Por ahora...
Tras dos minutos y medio de cuarto sin anotar, con imprecisiones en los dos aros, un triple de Wiltjer (nueve puntos seguidos) llevaba por primera vez la renta del Unicaja por encima de los 10 puntos. Más de seis minutos sin meter llevaba el Tecnyconta. Un tiempo de Fisac con 52-64 derivó en un cambio a defensa zonal, con ajustes, quizá usando la referencia de Aíto en el tercer partido en Berlín. Compartían minutos en pista Roberts y Alberto, pero el ataque se había espesado. Y otra vez había ese problema de falta de ideas.
El fenomenal Okoye colocaba a su equipo a dos puntos (66-68) tras dos canastas tremendas en desequilibrio. Un iluminado frente a un equipo atascado. Roberts aprovechó un balón suelto después de que se le escapara a Shermadini para dar renta (66-70) después de un fallo increíble de Justiz. Un triple de Okoye a tabla dejó a 29 segundos a uno al Tecnyconta. No entró el triple de Roberts para sentenciar y el mismo americano hizo una falta mientras Seibutis anotaba un dos más uno a tres segundos del final (72-70). El triple de Milosavljevic, tras tiempo muerto, para ganar no entró. Y se queda una cara de tonto...
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