Tiempo para Nzosa

La lesión de Suárez y las urgencias clasificatorias pueden darle más sitio al joven

Adiós al NextGeneration

Nzosa saluda a Alberto Díaz en un partido de Eurocup.
Nzosa saluda a Alberto Díaz en un partido de Eurocup. / Javier Albiñana
R. D.

25 de diciembre 2020 - 19:11

Su repercusión en el equipo ha bajado en minutos. Se ha topado con ese muro para los novatos que recolectan demasiadas faltas, o tienen pequeños problemas de adaptación después de un desembarco fulgurante. Ahora, Yannick Nzosa, de 17 años recién cumplidos, ve como pueden variar los planes que había para él en este fin de semana. La lesión de Carlos Suárez deja al Unicaja con cuatro elementos para la pintura más el propio Nzosa que tendrá que asomarse a la rotación más de lo que acostumbra en las últimas fechas si es que Luis Casimiro lo tiene a bien y los envites proporcionan la oportunidad de que el jovencísimo chico maravilla de los andaluces pueda estar en cancha dando minutos de descanso a los hombres altos.

El torneo que organiza la Euroliga en ValenciaAdidas NextGeneration– perderá a uno de sus principales reclamos, salvo sorpresa. Nzosa está inscrito, pero las fechas de los partidos –la competición junior se juega del 27 al 29– concuerda con los partidos del primer equipo que se está jugando la Copa y además del domingo 27 jugará el próximo martes 29 frente al Betis. Con la baja de Suárez y el poco margen de error del equipo para estar en la Copa sería curioso ver a Nzosa con el primer equipo frente al Bilbao, jugar alguno de los choques del NexGeneration y volver a estar con los de Casimiro contra el Betis. Desde fuera, se ve innecesario el desgaste para un jugador que la campaña pasada ya demostró en el torneo de la Euroliga que era de los jugadores más sobresalientes de la competición y que está plenamente integrado en la dinámica del primer equipo del Unicaja.

En los dos últimos partidos de ACB –Real Madrid y Fuenlabrada–, Nzosa ha vuelto a superar los diez minutos de juego. Algo que no pasa si se miran sus números en las cuatro jornadas precedentes –Estudiantes, Guipúzcoa, Obradoiro y Casademont Zaragoza– en los que rondaba los cinco minutos con el suelo de sólo un par de minutos frente al Obradoiro. Antes de esas semanas de poca repercusión en la rotación, ya que superó en esos cinco primeros envites –en total ha jugado 11 partidos ACB– los diez minutos y frente al Valencia tuvo su máximo tiempo de juego con más de 21 minutos en un choque en el que puso cuatro tapones, dio tres asistencias y recuperó tres balones. Uno de los envites en los que ha dejado mejores sensaciones.

Pero la repercusión de Nzosa va más allá de los minutos. Su capacidad defensiva es capaz de cambiar la tónica del encuentro, algo poco frecuente entre jugadores de su edad y más desde el aspecto defensivo. También es cierto que su bisoñez le condena en algunas acciones y que después de deslumbrar en su desembarco ya es una pieza a la que los rivales tratan de minar para que vuelva a al banquillo pronto.

En cualquier caso, la baja del mejor elemento defensivo en el puesto de ala-pívot parece que dejará al equipo junior del Unicaja sin su estrella y que puede darle un plus de protagonismo en el primer equipo.

Está por ver qué deparan los próximos envites contra Bilbao y Betis que, aunque no son los equipos más temibles de la ACB, sí que tienen argumentos para que el Unicaja vuelva a trastabillarse en un punto clave de la temporada. El choque frente al Urbas Fuenlabrada es un aviso a navegantes para el banquillo malacitano.

Sin presión, pero con la intención de confirmarse como uno más en el plantel, Nzosa afronta una parte de la temporada donde su aportación puede volver a ser clave para un equipo que no puede fallar si quiere jugar la Copa.

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