Tyson Carter, más que un base de guardia
El estadounidense volvió a deslumbrar desde esa posición, confirmándose en Miribilla como un remedio de lujo
Su continuidad, una operación estratégica
El Unicaja encontró la excelencia en Miribilla sin Alberto Díaz y Jonathan Barreiro. Actuación sobria de los malagueños, mostrando esa precisión suiza en este tipo de canchas, imprescindible para forjar un balance sobrehumano en Liga Endesa, la mejor en ocho años: un 24-10 inconcebible por la posición en la que se partía, a valorar. Y con una superioridad aplastante, no la primera; Granada, Fuenlabrada o UCAM en BCL son algunas pistas donde los malagueños han arrasado, en un baloncesto cada vez más compacto. Se fue el Unicaja de Bilbao encendido, la mejor noticia para encarar esa eliminatoria con Lenovo en las mejores garantías. "Tenemos que encontrar la alegría", afirmaba Ibon Navarro hace unos días; la exhibición en Miribilla servirá para animar las caras. Y lo hizo con un Tyson Carter de nuevo reforzado en el puesto de base, el mejor en los malagueños, en particular demandaba el jugador una actuación de esa brillantez.
Con la connotación de que han sido en contextos favorables, pero no omite que Carter ha dado un paso al frente desde una posición donde se sentía muy incómodo al principio de temporada. En ese progreso como jugador, más certero en defensa, impulsado por un físico cada vez más forjado, ha encontrado su sitio como generador, donde ya había dado muestras en Grecia, pero en Málaga con cuentagotas. 21 puntos, con 5 triples; 6 rebotes, 5 asistencias y 24 de valoración en 28 minutos, con más pelota que de costumbre en las manos, un jugador que crece al ser diferencial desde cualquier posición, y el Unicaja agradece cuando refrigera los ataques, sobre todo en estático. La pareja Perry-Alberto es inamovible, pero Ibon Navarro tiene ese recurso cada vez más mejorado, avance que sigue su curso.
Ya dio Tyson Carter una gran imagen hace unas semanas frente al Obradoiro en el Carpena, que además agradeció Ibon Navarro. "Nos ha sorprendido para bien". El hacerlo lejos de Málaga, en una cancha tan difícil como Miribilla, es otro paso más en la evolución de un jugador al que se visualiza un potencial enorme. Esa versión tan llamativa de Carter invita a relamerse, está el Unicaja en ese proceso de retener al de Misisipi, todo un baluarte del conjunto malagueño si tiene ese instinto, no solo un metepuntos, también un base de guardia. En Lugo ya dio una exhibición parecida.
Salió ese matiz del plan a la perfección, cualquier experimento que se prueba da un resultado por encima del esperado. Una narrativa curiosa la de Carter, que recibió un dardo peligroso de Ibon Navarro en aquel Costa del Sol en Antequera, quizá buscaba el vitoriano un acicate para que despuntara, vaya si lo ha hecho. Viajar a Tenerife con esos 21 puntos es una magnífica noticia, ya destrozó a los aurinegros en Badalona, por lo que ya sabe aparecer en una cita grande.
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