Unicaja - AEK: Masticar y devorar (88-66)

El Unicaja saca adelante un partido que estaba complicado a comienzos del último cuarto con ocho minutos finales demoledores, con Kravish y Perry al mando

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Kendrick Perry entra a canasta.
Kendrick Perry entra a canasta. / Javier Albiñana

El Unicaja estaba en el comienzo del Round of 16 en una situación delicada al comienzo del último cuarto. Con un ataque pastoso, con dos bases, Díaz y Perry, con cuatro personales y con una renta de un punto (59-58). El equipo de Ibon Navarro acabó arrasando en los últimos ocho minutos al AEK de Atenas (88-66) para conseguir la primera victoria de esta fase, instancia en la que cada victoria vale muchísimo.

En esta competición marca la diferencia la amplia rotación del Unicaja. Que Tyson Carter y Dylan Osetkowski (bastante desacertado para su norma) entren como jugadores 11 y 12 a la pista es un lujo que ningún equipo de la BCL puede afrontar. Y esa es una lección importante que debe tener en la cabeza el Unicaja para pasar los momentos de dificultad, que los habrá más adelante. Ante el AEK le costó descifrar cómo atacar y cómo defender después de un primer cuarto en el que se jugó al ritmo que el Unicaja propone. Los griegos lo aceptaron, pero vieron que así no les daba (29-20 tras 10 minutos). Y fueron ensuciando, en el buen sentido, el partido. Negando situaciones en las que el Unicaja se siente cómodo, utilizando bien las faltas para que no corriera y atacando con inteligencia y paciencia hasta encontrar tiros que, si no entraban, tampoco permitían el vértigo rival.

Le vienen bien estos partidos trabados y espesos al equipo malagueño, que ha ganado mucho por demolición. Pero no es un escenario real en eliminatorias, así que le viene bien afrontar estas situaciones y desentrañarlas positivamente. Lo consiguió tarde esta vez, cuando también al AEK le vinieron encima, con una rotación real de ocho jugadores y una pequeña de tres más, los más de 30 minutos de máxima intensidad del cuadro malagueño. La selección de tiro fue peor y las piernas fallaban. Y ahí el Unicaja no tuvo piedad. Siguió a su nivel. 5-10-15-20, progresión aritmética cada dos minutos hasta la victoria.

El Unicaja encontró en el patrón clásico de base y pívot el camino al triunfo. Perry está en su mejor momento desde que aterrizó en Málaga. Con confianza para llevar al equipo y eso se traduce también en un aumento del porcentaje del tiro exterior (no era normal estar en poco más del 20%). Coincide con un bajón de Alberto Díaz, que sigue dando un mínimo alto, no obstante. Por dentro, los pívots cajistas hicieron mucho daño. Kravish (22 puntos) y un Yankuba Sima que tuvo su primer gran día (13 tantos con ese chirriante 1/6 en tiros libres) como jugador del Unicaja. No tiene la contundencia y la inteligencia defensiva de Lima, pero ofrece otros recursos interesantes. Y es la BCL la razón por la que se apostó por su fichaje. Actuaciones como esta refuerzan la idea de Juanma Rodríguez e Ibon Navarro de tener 12 jugadores.

El AEK fue, como antes el PAOK, fiel a la tradición del baloncesto griego en su visita a Málaga. Fiereza competitiva, inteligencia para jugar a este deporte y algún americano interesante. Akil Mitchell (18 puntos y 13 rebotes) hace daño aunque es verdad que atrás no es un prodigio y lo aprovecharon los cajistas. Pero causó problemas también él. El núcleo griego no destaca pero sabe jugar a esto en las dos partes de la cancha. Miles y Williams le apoyaron en la anotación (14 y 10). Apoyados por una treintena de inasequibles seguidores que estuvieron cantando durante los 40 minutos, hubo algún momento en el tercer cuarto en el que llegaron a ponerse por delante. Pero volvió siempre el Unicaja, que en el último cuarto marcó la diferencia. El AEK se secó tras el 59-58. El parcial en los últimos ocho mintos fue de 29-8. Voló Perry, machacó Kravish bajo el aro. Sin el tino de Kalinoski o la mano de Osetkowski, siempre aparece en este Unicaja algún punto de enganche delante. Cuando atrás se contiene, todo es más fácil. El marcador es engañoso en la diferencia, pero muy valioso también en términos de average. Ahora, a por el Valencia.

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