El Unicaja y Alberto Díaz ultiman una renovación hasta 2028

Club y capitán están en el tramo final de una renovación multianual para seguir ligados durante un largo tiempo

Momento de descansar y recuperarse para intentar ir al Mundial

La ofensiva final

El Unicaja y la afición se dicen hasta luego
Alberto Díaz firma un autógrafo. / Javier Albiñana

El Unicaja y Alberto Díaz están en la fase final de la ampliación de contrato para un nuevo escenario en el que el capitán sea el jugador con más larga vinculación con el plantel cajista. Acaba en el verano de 2024 (ahora mismo, junto a Barreiro, el que más corto tiene a expensas de las últimas firmas), pero se trabaja en un nuevo compromiso en el que se extienda en una larga vinculación hasta 2028, el próximo ciclo olímpico, el vínculo. Acabaría con 34 años el que sería el último gran contrato de su carrera.

Desde hace meses el Unicaja trabaja con Arturo Ortega, agente del base, en la ampliación de Alberto, que en la travesía del desierto del último lustro ha soportado el peso del club en sus hombres en bastantes tramos. Ahora se ve inmerso en un equipo más coral en el que los roles se reparten. Ha formado parte del ejército de Ibon Navarro. Su cara tras la derrota final ante el Barcelona delataba la decepción por la eliminación y también era plenamente consciente de que no había jugado un buen play off ante el equipo catalán. Apretó los dientes para jugar con dolores en un tobillo, que se fastidió en la eliminatoria de la BCL ante el UCAM Murcia. Forzó para la Final Four y tuvo un notable partido ante el Lenovo en el final de la temporada regular, pero volvió a recaer y se perdió el final en Bilbao y la eliminatoria de cuartos ante los canarios. El final se ha hecho duro para él y para Brizuela. Ambos venían con tralla desde el Eurobásket, en el que fueron piezas importantes para conseguir el título continental a las órdenes de Scariolo.

No cambia, obviamente, este final de temporada la percepción que hay de Alberto Díaz dentro del club. Es el corazón del equipo, ahora con otro rol, pero debe ser igual de importante en los años venideros. No se diluye por la subida de nivel colectivo. Cómo marca la línea defensiva, su actividad y energía es clave. La última fotografía que quedó de su cuarto partido no es esa, pero es fugaz. Numéricamente completó la campaña con 3.9 puntos, 3.7 asistencias y 2.2 rebotes para 7.5 de valoración. Le han penalizado los meses finales. Hasta este tramo tenía sus mejores registros de asistencias de su carrera, por encima de 4, pero bajó hasta las 3.7. En la 2020/21 tuvo 3.9, sólo entonces le superó. Ha sido, en cambio, un mal año en el tiro. Había conseguido, sin ser un tirador puro, una fiabilidad constante, como exhibió también en un escenario de máxima exigencia como el Eurobásket. En las siete temporadas anteriores desde que se consolidó con el primer equipo no había bajado del 32% en el triple y en las cuatro últimas campañas no lo hizo del 35%. En este ejercicio sólo ha metido un 28%. Es un nuevo estilo con menos control y más vértigo en el que también debe crecer para habituarse. Un reto más en una mejora que no ha parado desde se debut en 2012.

Alberto Díaz es ya un jugador icónico en la historia del Unicaja pero va camino de convertirse en no el mejor pero sí el más trascendente. Levantó el título de Copa y si consigue uno más entrará con Berni y Cabezas en el selecto club de jugadores con tres títulos. Por no hablar de récords y otros registros. Con 29 años recién cumplidos, el capitán está en su madurez como jugador y la propuesta para seguir siendo faro del equipo le seduce. Ahora tiene otro base al lado, Perry, con el que también debe progresar. Se informó del interés del Real Madrid, pero el Unicaja ha tenido claro que era una operación que no debía escaparse.

Toca ahora descansar mentalmente y recuperarse para intentar estar en verano en la lista para el Mundial de Indonesia, Filipinas y Japón. Ricky Rubio ya dejó claro que quiere estar, no así Lorenzo Brown, que sugirió tras ganar la Liga con el Maccabi que podría descansar este verano. También Sergio Llull tiene la voluntad de estar. En cualquier caso, su actuación en el Eurobásket demostró a Sergio Scariolo que puede contar con él para grandes tareas, como puede ser la defensa del título Mundial y la búsqueda del pasaporte para los Juegos Olímpicos de París. Siempre como bandera del Unicaja.

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