Unicaja-Barcelona: Esto no se ha acabado (79-90)
El Unicaja no puede con un Barça que elevó su nivel en Málaga respecto a lo visto en el Palau y recupera el factor cancha
Hubo un punto de ansiedad en la segunda mitad
Las fotos del partido
El Unicaja volvió a jugarle de tú a tú al Barça, esta vez sin ofrecer su mejor juego aunque compitiendo siempre de manera salvaje, pero no pudo consolidar la victoria del viernes en el Palau Blaugrana (79-90). Nada se ha perdido aún, el 2-1 está ahí pero la eliminatoria está plenamente viva. Por energía y baloncesto, hay gran equilibrio, lo cual es ya una proeza en sí que no hay que olvidar. Fue mejor el Barça en la segunda mitad, más cercano esta vez a sus topes que en el segundo partido. El Unicaja gobernó durante el segundo cuarto y algún tramo del tercero, pero los de Jasikevicius cambiaron el paso. Volvió a haber un punto de ansiedad y precipitación del cuadro de Ibon Navarro en algunos momentos del partido. Es parte del juego que se propone y la frontera entre ser osado y ser temerario es fina, pero hay que acabar siendo fiel con el estilo. No se aprovecharon momentos concretos con el aire a favor. Y, claro, el Barcelona jugó un notable partido, siendo preciso y contundente cuando tocó. Huelga decir que el mejor nivel de los azulgranas es más alto que el malagueño. La diferencia final no debe llevar a engaño. Hubo mucha igualdad y el partido estuvo en unas cuantas posesiones.
El Unicaja mandaba al descanso (43-40) después de un primer tiempo en el que había sufrido algunos rasguños como las tres faltas de Carter y Osetkowski, jugadores estratégicos que se cargaron rápido. Dominaba el Unicaja 17-12 marcando el territorio pero el Barcelona aprovechaba un parcial de 0-8 para cambiar la dinámica del encuentro, encontrando un par de triples abiertos. No estaba incómodo el equipo malagueño, reaccionando rápido. Robo de Alberto tras canasta para triple en carrera de Djedovic y propiciar el tiempo muerto de Jasikevicius (24-22). Había algún desajuste en la defensa cajista con Kalinic y Satoransky. El equipo malagueño intentaba evitar el desequilibrio con dos jugadores dañinos en el poste bajo por su tamaño ante pares más pequeños.
El Barça controlaba bien las transiciones y contraataques malagueños hasta que Perry le pudo meter un poco de rock and roll al encuentro, aunque las distancias eran bastante cortas. Una antideportiva a Carter porque tocó con el codo a Laprovittola en una entrada en la que el argentino hacía falta encendía al Carpena. En estos momentos hay que gestionar bien las situaciones y los nervios. El público aprieta y hace su papel, pero no dejarse llevar por la corriente y templar es esencial. El Unicaja iba dominando sus emociones y ha crecido emocionalmente mucho durante la temporada, pero falta un paso más. En el arreón final, triplazo de Kalinoski, tapón brutal de Kravish, más atlético de lo que parece, a Kuric y dos tiros libres del magnífico escolta de Ohio para ir al descanso con ligera ventaja y buenas sensaciones. El partido era de tú a tú. Y eso ante el primero de la liga regular y equipo de Final Four hay que valorarlo.
Salió bien el Unicaja tras el descanso con un mate de Sima que propiciaba el tiempo muerto del Barcelona (49-45), pero vino rápidamente la respuesta con un parcial de 0-8 de los azulgranas, con dos triples de Satoransky. No es especialmente fiable el checo desde la línea, pero ya en el partido de liga regular en Málaga fue clave metiendo desde ahí. Hubo un momento crítico en el que parecía que el rival rompía (53-60), pero el Unicaja se agarró al partido. Metía de tres, con Kuric, el Barça y Ejim respondía desde la esquina. Costaba más correr y el juego era menos fluido en estático. No aprovechó el Unicaja que estaba en bonus desde siete minutos y medio antes del final del cuarto. En parte porque los árbitros se tragaron ahí el silbato y también porque faltó algo de agresividad al aro. La situación volvía a ser delicada con cuatro tiros libres de Mirotic y Jokubaitis en los últimos segundos (60-66) del cuarto.
En el último cuarto, el Unicaja tuvo opciones muy reales en los dos últimos minutos, pero lastró el mal día en el triple y que esta vez sí ganó el rebote el equipo azulgrana, que encontró situaciones para triples de Kalinic y Laprovittola que hicieron despegar hasta los nueve puntos (66-75). Volvió el Unicaja hasta los cuatro puntos, pero no concretó el ataque. Y el Barça ya fue irresistible. La serie sigue en el alero. El Unicaja se merece un quinto partido en Barcelona y este martes hay una oportunidad de forzarlo. Haciendo caso a Ibon, el equipo está para cinco partidos en 10 días y crecerá durante la serie. Esto no se ha acabado.
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