Un ascenso de locura (88-87)

Resultado y crónica del CAB Estepona - Unicaja Femenino

Tras dos prórrogas, en un partido de máxima exigencia, el Unicaja consigue subir a Liga Femenina 2 delante de un CAB Estepona que se hizo un partido tremendo y al que no le valió ganar

Gema García y Reme Velasco celebran el ascenso del Unicaja.
Gema García y Reme Velasco celebran el ascenso del Unicaja. / Marilú Báez

En una increíble mañana de baloncesto en Los Guindos, el Unicaja logró el ascenso a la Liga Femenina 2. Dos prórrogas, 50 minutos de baloncesto a cuchillo en los que el gran ganador fue el baloncesto malagueño, por encima de todo. Tanto el equipo cajista como el CAB Estepona se hicieron acreedores al ascenso, lucharon hasta el final por conseguirlo. Hubo momentos de baloncesto brillante, después tensión extrema que, sobre todo el Unicaja, gestionó mal. Pudo cerrar antes el ascenso, pero no se leyeron bien situaciones que beneficiaban con derrotas por la mínima, como finalmente se produjo (88-87 para el Estepona). El triple empate entras las malagueñas y el Adareva daba el ascenso al Unicaja por el average particular.

En cualquier caso, un ascenso que es el primer éxito de un proyecto nacido hace dos años con intención de, con pasos seguros, instalarse en la élite. Ya es un paso entrar en la esfera de la Liga Femenina 2. Territorio que ya pisó este año el Asisa Alhaurín y por el que podía haber transitado perfectamente el CAB Estepona. El lógico referente será el Unicaja, por estructura y potencial, pero hay buena competencia y buen trabajo en la provincia.

Resulta complicado definir un partido así, con tantos momentos de exigencia. De la brillantez inicial se pasó a un duelo cada vez más espeso. La tensión y el cansancio de tres partidos en poco más de 60 horas pasaban factura. En las piernas y en la cabeza. Fenomenal partido en el Estepona de sus americanas Sherrill (27 puntos y 13 rebotes) y Mingo (29 puntos y siete rebotes), también de una Lucía Méndez espectacular en la segundo prórroga (tres triples). En el Unicaja, soberbia Angel Robinson (31 puntos y nueve rebotes para 35 de valoración), la jugadora que ha dado el salto de calidad necesario para ascender. Para Vero Matoso (15 puntos, 20 rebotes y cuatro asistencias) queda la foto de los puntos decisivos. Tremendo trabajo también de Claudia Alonso (15 puntos y ocho rebotes) bajo los aros. En un partido en el que las rotaciones menguaron, también Gema García, 50 minutos en pista como Matoso, aportó la sabiduría de la mejor jugadora malagueña de la historia.

Ya desde el salto inicial se enseñó lo que venía, un partido de una categoría superior a la que han militado los dos equipos esta temporada. En el primer tiempo hubo 16 cambios de liderato en el marcador, con un nivel de acierto en el arranque verdaderamente inusual en partidos de esta exigencia y presión. Sobre todo, en dos equipos que han arrasado prácticamente durante toda la temporada y que no se han encontrado duelos de este nivel.

El Unicaja golpeaba con Claudia Alonso haciendo daño bajo aros y las primeras llamaradas de Angel Robinson, que transmitía esa sensación extraña de que metería cada tiro que intentara. En el CAB Estepona, la pareja formada por Mingo y Sherrill (29 puntos al descanso entre las dos), una exterior y una interior, sujetaban y ponían en aprietos. El Estepona daba la impresión de tener algún punto de capacidad física superior.

Hizo un amago de estirón el Unicaja (23-28), pero volvía el Estepona, con Mingo haciendo daño (28-28). Pasó un momento difícil el Unicaja cuando recibía un golpe en la cara Robinson en un rebote. Estuvo varios minutos fuera, aunque la internacional Ana Jiménez diera un relevo bueno. Sendos triples de Vero Matoso y Reme Velasco y un par de acciones de calidad de Robinson para encontrar a la pívot Marta García daban al Unicaja una renta interesante (34-42) al descanso.

En la vuelta de los vestuarios costó más encontrar aro. El Estepona colocó una zona que se le atragantó bastante al Unicaja. No lograba descifrarla el equipo de la capital y Mingo sí encontraba las grietas en el aro cajista. El restultado era un parcial de 12-0 para el Estepona para regresar al mando del encuentro (46-44). El gran trabajo de Marta García bajo aros le permitía al Unicaja tener bolas extras. Un triple de Gema García y otra canasta de paladar fino de Angel Robinson daban ventaja al Unicaja al final del tercer cuarto (51-54). Sobre la bocina se salía un triple de Mingo.

La tensión y el cansancio, ahora sí, hacían de cada punto una cuestión heroica. Costaba un mundo anotar. Sherrill metía un dos más uno que devolvía el mando al Estepona (56-55). Tiros libres de Robinson, factor diferencial, y una asistencia a Claudia Alonso daban renta al Unicaja (56-61), pero el Estepona negaba la escapada (60-61) y volvía a ponerse por delante (66-63) con canastas de Sherrill y Conchi Sánchez a un minuto del final. En ese alambre (de tres a cinco puntos de ventaja para el Estepona subía el Adareva), apareció Gema García. Se le habían resistido los triples, llevaba 1/8. Pero era ése el que tenía que meter, para el que regresó a casa y cerrar el círculo. A 42 segundos empató el partido. El triple posterior de Estepona no entró y Robinson metió dos tiros libres (66-68). Pero Mingo, gigantesco partido el de la americana, forzó el empate a ocho segundos (68-68). Y a Robinson se le consumió la posesión sin que pudiera generar un tiro.

El partido se fue a la prórroga, situación ideal para el Estepona tras lo que había sucedido porque necesitaba un triunfo de seis puntos o más. Seguía la dificultad extrema para anotar. Tiros libres de Robinson y un triple de Lucía Méndez (71-70) eran las únicas canastas cuando se enfilaba el minuto final. Claudia Alonso devolvía, a pase de Vero Matoso, la ventaja (71-72), repelía Estepona. Y le valía al Unicaja perder por uno, pero Gema García metió el segundo tiro libre (73-73) a falta de dos segundos para llevar el partido a otra prórroga. El Estepona renunció a anotar en esos dos segundos para ganar esos minutos extra y conseguir la hazaña. Las ideas faltaron en el Unicaja para asegurar con picardía el ascenso.

Así tocaba otra prórroga. 50 minutos increíbles, exigentes al máximo. Dos triples de Lucía Méndez daban al Estepona ventaja. Enfrente, Robinson metía un dos más uno y un tiro libre más (79-77) para mantener el equilibrio. Otro triple de Lucía Méndez colocaba al Estepona a las puertas del ascenso (82-77) a dos minutos del final. Era una situación un tanto kafkiana, en ese momento subía el Adareva. Dos tiros libres de Vero Matoso y una canasta de Robinson volvían a meter al Unicaja (82-81) y dos tiros libres de Sherrill (84-81) al Adareva.

A falta de nueve segundos, la situación era la siguiente. Tres arriba y balón para Estepona (86-83), subiendo Adareva. Carrusel de tiros libres y 88-85 para Estepona, resultado inválido para los dos. Vero Matoso, todo experiencia, se fabricó una falta de la nada restando 1.5 segundos en la zona propia y metió los dos lanzamientos libres para asegurar el ascenso en una mañana de locos en Los Guindos en la que el ganador fue el baloncesto malagueño. El Unicaja entra en la élite del baloncesto nacional en un proceso que debe ser imparable.

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