Unicaja - Cholet: Ahora empieza la BCL de verdad (85-70)

El Unicaja cumple el trámite ante el Cholet ofreciendo una versión correcta pese a que no había nada en juego e Ibon pudo hacer probaturas en diferentes segmentos

Las fotos del Unicaja-Cholet

Así contamos el partido

Guille del Pino bota el balón.
Guille del Pino bota el balón. / Javier Albiñana

Michael Jordan solía decir que tenía que jugar cada noche como si fuera la última porque podía ir a verle alguien que hubiera hecho un gran esfuerzo económico y que le podía ver jugar por única vez en su vida. Y no quería que tuviera un mal recuerdo de él. Algo así se aplica el cuadro malagueño. Obviamente no pisó el acelerador a fondo, pero en el Carpena había varios centenares de chavales de la EBG, algunos de ellos debutando en el templo. Y siempre hay que honrar al escudo y la camiseta y también a la competición que se juega. Otros rivales dependían de lo que sucedía en el Palacio. El momento idílico que vive el Unicaja se refleja cuando mediado el último cuarto, después de una racha culminada por Osetkowski, en un momento de forma insultante, el partido queda visto para sentencia, por encima de los 10 puntos de renta, y el técnico visitante pidió un tiempo muerto. Las 7.066 personas que acudieron cantaban a pulmón y a capela el himno del club, bufandas al aire. Un instante emotivo de la comunión que existe en estos instantes y de lo que transmite el equipo de Ibon Navarro, ahora en un tramo valle de la temporada antes de que llegue el play off de la BCL, que no se puede escapar.

Fue un partido para dar minutos a jugadores necesitados de ellos, como Lima y Barreiro. También para ver minutos de verdad de Guille del Pino, el siguiente talento que viene desde de Los Guindos. Para probaturas diversas. No es frecuente ver juntos, por ejemplo, a Kravish y Sima. Estructuras de quintetos diferentes o sistemas defensivos distintos. Para eso era el partido, sin dejar de mantener la tensión, porque muchas veces las lesiones llegan cuando la tención se desvía. Pero ver a Kalinoski y a Barreiro tirados por el suelo para pelear un balón con 16 arriba y con minuto y medio por jugar es igualmente un síntoma de lo que este equipo es.

Carter entra a canasta.
Carter entra a canasta. / Javier Albiñana

Ha sido un Round of 16 que el Unicaja ha convertido en algo decepcionante porque ha estado varios niveles por encima del resto de equipos. Es quizá el peligro que tiene para rondas venideras, que el equipo se sienta demasiado superior. No hubo indicios de ello, por ejemplo, en este encuentro. Empezó al trantrán, pero rápidamente cogió distancias en torno a los 10 puntos. Un triple de Kalinoski cerraba desde 10 metros el primer periodo (48-37). Después el Cholet, que dependía de sí mismo para pasar desde el momento en que en el otro partido ganaba el Strasbourg al Tofas con buena distancia durante todo el duelo, apretó y llegó a empatar durante el tercer cuarto (55-55), con momentos en el que el Unicaja estaba algo más destensado. Fue como la fábula del león con las moscas. Cinco minutos de partido y cloroformo con Taylor y Osetkowski como líderes, también un Kalinoski que necesita algunos partidos con más continuidad en la anotación. Siempre con honor, ahora empieza de verdad la BCL para el Unicaja, que este jueves conocerá a su rival en cuartos de final. Tal vez se sea injusto con el trabajo de los de Ibon, se venía anoche cómo el Hapoel, gran favorito al inicio, era eliminado por el Peristeri. Y nadie se pasea. Ahí llega el Unicaja como equipo a batir.

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