El Unicaja presenta a la FEB un proyecto para una nueva LEB Plata con más filiales de ACB
Se ampliaría la competición de 28 a 42 equipos (tres grupos de 14) para favorecer la inclusión de las estructuras de canteras de la élite desde la temporada 2023/24
El club cajista tiene todo preparado si hubiera visto bueno
La idea de cantera del Unicaja
Dentro del plan estratégico de futuro que el Unicaja está diseñando y cuya punta del iceberg son las renovaciones hasta 2026 de dirección deportiva y entrenador, además de las que llegan progresivamente de jugadores, hay un capítulo especial para la cantera. Se referían a ello Ibon Navarro y Juanma Rodríguez en el acto de sus renovaciones. A nadie escapa que las épocas doradas del club han tenido a cabezas visible formadas en Los Guindos, desde el mítico subcampeonato del 95 hasta este título de Copa de Badalona. Desde Nacho Rodríguez (en su caso desde San Estanislao y Maristas), Curro Ávalos, Dani Romero y Gaby Ruiz hasta Alberto Díaz (también con Augusto Lima y Mario Saint-Supéry dentro del grupo), con los juniors de oro (Berni, Cabezas y Germán más Fran Vázquez un lustro después) hay un mínimo común múltiplo y un hilo conductor.
El Unicaja fue pionero en su momento, con Juanma Rodríguez en la dirección deportiva junto al director de cantera, Ramón García, en la creación de un filial potente en alianza con Manolo Rincón, que realizó una labor impagable durante una década y que llegó a jugar un play off de ascenso a ACB. Por ahí pasaron un puñado de jugadores asentados hoy en día en la élite. Desde figuras de la NBA (Domas Sabonis), hubo también otros drafteados (Fran Vázquez, Paulao, Kuzmic o Abrines, los dos últimos jugaron y también llegó Faverani) y algunos más que debutaron con el primer equipo y/o se estabilizaron en ACB (los propios Alberto Díaz y Augusto Lima, más Pepe Pozas, Alfonso Sánchez, Rafa Luz, Pablo Almazán, Viny Okouo, Rai López, Luis Conde...) y un sinfín ya en LEB Oro y LEB Plata.
El Unicaja decidió prescindir de ese club nodriza a mediados de la década pasada para optimizar gastos para el primer equipo. Hubo una idea de recuperarla que la pandemia abortó. La colaboración con el CB Marbella (estuvieron Ismael Tamba, Jeffry Godspower y Pablo Sánchez en LEB Plata) no dejó satisfecho a nadie. Y desde la llegada de la nueva directiva ha sido una idea esencial, recuperar esa pasarela desde Los Guindos al Carpena. El año pasado, con la magnífica temporada del equipo junior dirigido por Antonio Herrera que llevó a jugar la fase de ascenso, se estuvo cerca deportivamente pero no se concretó y, aunque el club presentó su candidatura a tener una plaza en LEB Plata, la acabó retirando ante la certeza de que no tendría lugar. Este año la perspectiva es similar y el club ha sido proactivo y ha presentado a la Federación Española de Baloncesto (FEB) un proyecto de ampliación de la LEB Plata, que pasaría de 28 a 42 equipos y que entraría en vigor en esta temporada 2023/24 que viene para permitir que un número de filiales de ACB significativo tuvieran un "equipo granja" en el que siguieran desarrollándose jugadores de 18 a 22 años que no están aún listos para jugar en ACB. Ya se ve en resultados de selecciones inferiores que España arrasa en el concierto europeo, pero falta esa pasarela a una edad crítica en la que se pierden proyectos. Se opta en muchos jugadores prometedores en emprender la aventura americana para compatibilizar estudios y baloncesto. En el último verano del Unicaja Álvaro Folgueiras, subcampeón del mundo sub 17, se fue a hacer el último año de instituto en EEUU y ahora saltará a la NCAA, y José Tanchyn, campeón de Europa sub 18, también se mudó a un junior college. Ha sido un goteo en los últimos años.
La LEB Plata actualmente está dividida en dos grupos de 14 equipos y pasaría a tener tres grupos de 14, con la mayor cercanía geográfica posible para amortiguar gastos en viaje, según el proyecto presentado por el Unicaja. El club cajista considera que la ampliación permitiría ingresar en LEB Plata a un número de clubes de ACB sin perjuicio de los contendientes actuales. Sería más sencillo seguir teniendo el control de la formación de los jóvenes y repercutiría no sólo en los propios clubes formadores, también sería un sembrado para aumentar los cupos a disposición de otras entidades de LEB Oro y LEB Plata. Y, como cúspide de la pirámide, de la selección de española. Actualmente están en la LEB Plata los filiales de Gran Canaria y Baskonia, así como El Prat, vinculado al Joventut, y el Horta Godella, vinculado al Valencia Básket. Hay un grupo de clubes de la ACB que apoya esta propuesta del Unicaja para que se abra la mano y se aumente esa cifra. Revalorizaría también la propia competición con más presencia de jóvenes proyectos y el empaque y atractivos de clubes con nombre.
Desde el Unicaja se propone cuál sería la composición de la nueva categoría y el sistema de competición con esta nueva fórmula. Esta temporada no habría descensos de LEB Plata a EBA, con lo cual permanecerían 25 clubes. Sí habría tres ascensos a LEB Oro y los consiguientes tres descensos desde la segunda categoría para sumar 28. Se mantendrían los seis ascensos por cauce deportivo previstos desde la Liga EBA (con las vacantes hipotéticas para los siguientes equipos que se quedaron más cerca deportivamente), con los que se llegaría a 34. Y de las ocho plazas restantes hasta las 42 habría seis "wild cards" para que clubes de ACB sacaran su filial y dos más a criterio de la propia FEB.
No habría aumento del número de partidos (26 de temporada regular) y también, para no desvirtuar la competición, los filiales de ACB que no acometerían el ascenso a LEB Oro renunciarían a participar en las hipotéticas fases de ascenso para las que se clasificaran. En la propuesta cajista también se recogen las diferentes opciones para ascender a LEB Oro, los tres primeros de cada grupo en una sede o los cuatro primeros en formatos de Final Four. Por el descenso, bajaría directamente el 14º de cada uno y los 12º y los 13º de cada grupo se enfrentarían en eliminatorias para eludir descender. Serían seis los que bajaran y volverían a subir seis desde EBA, como en la situación actual. Es una propuesta abierta, no obstante.
La propuesta está ya en manos de la FEB, aún a tiempo para el estudio y aprobación para el siguiente ejercicio. El Unicaja también tiene todo preparado en el caso de que hubiera visto bueno a la propuesta. En una fórmula similar a la empleada con el equipo femenino, este año Unicaja Mijas, se vincularía el nombre de la entidad a una población de la provincia con la que ya el año pasado había sintonía total. Se jugarían los partidos allí, aunque la estructura deportiva sería la propia del Unicaja y se abrirían más cauces de colaboración.
También está pensado cómo sería el proyecto deportivo. Acaban la etapa junior dos jugadores interesantes en órbita de primer equipo, Álvaro Mena y Rubén Vicente. Está el proyecto más evidente y la apuesta más clara, Mario Saint-Supéry, que podría tener minutos de más calidad que en EBA cuando el primer equipo no le requiriera. Con él, otros jugadores aún en etapa junior el año próximo como el danés Marcus Moller, Baba Badji, Hugo Vázquez, Matteo Casero o Miracle Bamadu. Viene una generación cadete muy interesante, tres de ellos son ya parte de la rotación junior (Trujillo, Salazar y Martínez) y hay más con físicos pocos vistos en la cantera malagueña. Además, la posibilidad de reclutar a jugadores que fueron saliendo en los últimos años de Los Guindos. Desde los que están en Estados Unidos y algunos acaban su ciclo universitario este año (Gody Dike, Jesús Carralero, Alessandro Scariolo, Pablo Tamba, Javi Rodríguez...), con los que el club ha mantenido el contacto y el pasado verano algunos entrenaron con el primer equipo, hasta otros que siguen en competiciones nacionales (Ismael Tamba o Jeffry Godspower) que darían empaque al equipo. También está el caso de Pablo Sánchez, que está cedido completando una notable segunda parte de temporada con el Cáceres en LEB Oro y que aún tiene sólo 20 años. Y Rafa Santos, que ve la luz al final del túnel tras año y medio fuera. Ya habría que decidir si se mantendría el equipo en EBA o se saldría en Primera Nacional con el resto de juniors. Habría flexibilidad para los jugadores que necesitaran minutos. Es la idea profundizada del Unicaja para crear las condiciones mejores para la cantera y que ya ha trasladado a nivel integral a la FEB.
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