El futuro del Unicaja: Fichajes, salidas y renovaciones para optimizar el proyecto

La eliminación acelerará la confección de la plantilla de la próxima temporada

La idea es hacer pocos cambios, aunque el mercado dictaminará

"Un año difícil de repetir"

El Unicaja aplaude a la afición este miércoles.
El Unicaja aplaude a la afición este miércoles. / Javier Albiñana

Aún en caliente por la dolorosa eliminación en el quinto partido de semifinales ante el UCAM Murcia, la temporada 2023/24 ya es historia. Una de las mejores que ha conocido el Unicaja desde su fundación hace casi medio siglo. Seguro Top 5, muy probablemente Top 3, para no pocos la segunda mejor tras la del título de Liga de 2006. Se ha ganado mucho (47-13 es el balance final, un 78% de triunfos), se ha disfrutado del baloncesto de manera intensa y se ha recobrado una relación idílica con la afición. Es un palo duro perder en casa con un ambientazo como el que había, el nombre de un rival que ha competido de manera salvaje hacía a algunos minusvalorar el hecho de estar en semifinales, pero lidiar las expectativas máximas aún es una asignatura pendiente para este equipo, que ha batallado mejor lejos de Málaga que en casa.

La sensación es de oportunidad perdida, es extraño que cuadre todo tan bien, que se gane tanto y rivales como Barcelona, Valencia o Baskonia no estén en su tope. Pero no hay que perder la perspectiva. El crecimiento del proyecto del Unicaja ha sido brutal en dos años. En mayo de 2022 el equipo acababa 12º en la ACB y mendigaba una plaza en la fase previa de la BCL. Dos años después hay dos títulos más, un pabellón repleto y un equipo que ha cautivado por su juego. Obviamente, hay espacio para la crítica y el análisis, que internamente se hace. Hay aspectos de mejora, se puede haber tocado techo en algún segmento. Pero la perspectiva no deja de ser luminosa. Llegará sangre nueva, se busca insuflar hambre para seguir siendo ambiciosos y competitivos con esta base construida en poco tiempo.

La situación contractual de la plantilla es la siguiente. Alberto Díaz tiene contrato hasta 2028; Tyler Kalinoski, hasta 2026, como Ibon Navarro en el banquillo; Osetkowski, Kravish, Taylor, Carter, Djedovic y Perry, hasta 2025. Todos con cláusulas de salida, unas más baratas y otras más caras. Acaban, en algún caso con opciones de club, Barreiro, Sima, Lima, Thomas y Ejim. Están cedidos Saint-Supéry (2028) y Nzosa (2026), que justamente este sábado se enfrentan en la LEB Oro en la pelea por subir a ACB. Ambos continuarán su formación fuera.

Amenazas de salida

Son ocho jugadores con contrato aunque la posibilidad de que Osetkowski y Carter salgan rumbo a Euroliga, en la que ya debutaron, es una opción real. Ambos han tenido dos temporadas de maduración y de clarísima mejora. Son los jugadores con mayor campo de crecimiento y con más carrera por delante. Así que es lógico que quieran dar un salto. Ahora bien, tienen sus cláusulas y, si se marchan, dejarán un dinero. Más cuantioso en el caso del californiano que en el de Mississippi. Los dos se han sentido comodísimos en Málaga y sienten gratitud por todo lo que han vivido aquí. Continuar no es sería un contratiempo y podrían salir al mercado libres en 2025. Sí son dos jugadores esenciales a los que habría que relevar con seso.

El resto de los jugadores con contrato parecen tener menos probabilidad de salida, aunque Kalinoski, Perry, Kravish o Taylor podrían tener encaje en equipos de nivel superior. Todos valoran la estabilidad y lo que les ofrece Málaga y el Unicaja, están ya superada la treintena en un lugar para jugar años y seguir disfrutando del baloncesto. Debería ser algo muy tentador. De hecho, con Kameron Taylor se tiene pactada una ampliación de contrato más allá, con opción hasta 2027, que puede concretarse en los próximos días.

Con los cinco jugadores que acaban contrato hay distintas opciones. Augusto Lima acabará su etapa en Málaga, que estuvo marcada por esa lesión en diciembre de 2022 que le ha impedido ofrecer su mejor nivel. El club le renovó el verano pasado estando lesionado y ha podido sentirse de nuevo jugador de baloncesto, echando una mano en partidos concretos y siendo, a decir de los compañeros y staff, una pieza esencial en el trabajo invisible, en la cohesión del grupo. Pero la idea del club es separar caminos.

Dudas en continuidad

Con Jonathan Barreiro y Yankuba Sima la intención del club es seguir contando con ellos. Los dos tienen 27 años, con carrera por delante y son cupos, siempre un plus. Las conversaciones con el gallego no han avanzado mucho y su agente filtró interés de otros equipos de zona media-alta de la tabla en ACB y deslizó algún interés de fuera de España. El Unicaja le considera un jugador importante en la rotación aunque no un primer espada. El acuerdo económico es el quid para su continuidad. La voluntad del alero será importante. En el caso de Sima, es un jugador aún en evolución y las características del catalán escasean en el mercado. Un interior con su capacidad para jugar por encima del aro, con 2.10, rapidez... Tiene taras evidentes y no es un prodigio de dureza. Pero ha mejorado y se quiere seguir con él.

En los casos de Will Thomas y Melvin Ejim hay sensaciones contradictorias. Hay que mirar el proceso completo. El final de temporada del de Baltimore ha sido malo. Había hecho una temporada muy constante, también en la serie ante el Baxi Manresa lo hizo bien. Pero cada vez que salió a la pista contra el UCAM no se encontró en el partido. La idea del club era seguir contando con él y así se le comunicó, de hecho el pensamiento del jugador era quedarse una temporada más en Málaga o retirarse. Habrá que aguardar a cómo se desarrollan las últimas conversaciones. Con Ejim pasó a la inversa, acabó con la flecha hacia arriba la temporada. Es un jugador con unas características valoradas, su capacidad de cambiar partidos sin necesidad de balón es algo que valoran muchos los entrenadores.

Los que llegan

Sí parece claro que los dos tienen difícil encaje a la vez en el próximo proyecto. Llega Tyson Pérez, un jugador que con su condición de cupo entrará en el proyecto. Se le preparará un plan de trabajo físico para intentar contener sus lesiones musculares y en las conversaciones con el jugador transmite una ilusión tremenda por incorporarse. También hay factores que hay que valorar a la hora de compensar la plantilla en función de las salidas. Si se marcha Dylan Osetkowski habría que buscar algún hombre con capacidad de abrir el campo que ninguno de los interiores, Kravish sí en algún contexto más favorable, para abrir el campo, una necesidad en el baloncesto moderno con los espacios. De fondo está la posible llegada de Olek Balcerowski. Se ha monitorizado la temporada de Dustin Sleva, gran rival en estas semifinales con el UCAM Murcia. Tendrá pasaporte francés por pareja en breve y eso le hará más codiciado. El Valencia Básket está tras sus pasos.

Es el momento de concretar decisiones. La plantilla volverá en las primeras semanas de agosto a trabajar, hay retos ilusionantes con dos títulos en juego ya en septiembre, la Intercontinental y la Supercopa ACB, fruto del gran trabajo de esta temporada, no hay que olvidarlo. Hasta entonces, varios jugadores jugarán el Preolímpico (Alberto Díaz, Kendrick Perry, República Dominicana intenta que Tyson Pérez puede hacerlo y, si fichara, Balcerowski estaría con Polonia) y Melvin Ejim puede estar también en los Juegos con Canadá, con billete ya sacado.

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