De tirarse de los pelos (71-63)

Nefasto partido del Unicaja en San Sebatián, ofensivamente nulo y sin recursos para superar a uno de los equipos más débiles de la competición

Nedovic asustó con un golpe en el hombro

Alberto Díaz intenta defender a Dani Pérez durante el partido. / Fotos: Efe
José Manuel Olías

12 de noviembre 2017 - 19:56

Tras 15 partidos oficiales, mes y medio largo de competición, cuesta encontrar las señas de identidad a este Unicaja. Un día vive de Nedovic, otro muere de él, un día defiende con el cuchillo y otro se abandona. Domina el rebote con claridad y le superan el partido siguiente, parece que tiene puntos o que no tiene una idea para generar un tiro claro. El desconcierto es evidente. El partido de ayer en San Sebastián llevó a tirarse de los pelos en algún momento. Perdió de manera merecida (71-63) ante uno de los equipos más endebles de la competición por nombres, pero un plantel con las ideas claras y consciente de sus limitaciones.

El Delteco GBC dejó al Unicaja en 63 puntos, con un lastimoso 33% en tiros de campo. Lo peor casi no fue el porcentaje en sí, sino la incapacidad de crear tiros sencillos, de aplicar mecanismos para favorecer el potencial, que lo hay, de sus jugadores más desequilibrantes. Apenas se recuerda una continuación entre McCallum y Shermadini culminada por el georgiano. Nedovic jugó tocado y lo estuvo aún más tras un choque con Fakuade. Tiene los hombros fastidiados el jugador franquicia cajista y el panorama de partidos no invita a la tranquilidad. Visto cómo se desenvolvía y que Salin era de los pocos con cierta puntería (metió la mitad de los seis triples del equipo) podía haberle reservado. Pero Nedovic jugó y lo hizo mal, a millas de su mejor nivel.

33%Tiros de campo. 21/63 fue el pésimo bagaje de lanzamientos del equipo malagueño

La idea de baloncesto de Joan Plaza pasa por un altísimo empleo de energía para que salga adelante. Parece que con este calendario no es posible la continuidad, al menos de momento. El equipo sigue séptimo en la ACB (4-4), pero debería estar más arriba, se han perdido partidos que no proceden. Hay que acelerar porque el calendario no es sencillo de aquí al corte copero. La Euroliga es una cuestión de supervivencia, pero no se puede excusar en el esfuerzo que supone. Hay una plantilla larga a disposición del entrenador para que juegue con rotaciones y reparto de esfuerzos.

Subyace un problema baloncestístico en el Unicaja, sobre todo en ataque. En defensa, aunque Nedovic provoca algunos desequilibrios peligrosos porque no muerde, se mantiene el tipo. Pero los equipos van calando las cualidades cajistas. El hecho de que la amenaza de tiro de los bases sea ahora mismo nula favorece las defensas, que no dudan en pasar los bloqueos por detrás. Shermadini suele traducir lo que le llega en canasta, pero recibe poco. Y da la sensación de que ninguno de los aleros se siente importante, todos quieren pero ninguno rompe.

El GBC respondió a la buena salida del Unicaja (2-9) rápidamente. Es un equipo con la idea clara. Norel y Clark, dos pívots que de jóvenes apuntaban altísimo, siguen productivos a este nivel llegados a la treintena. 27 puntos y 15 rebotes sumaron entre los dos. El resto de los jugadores son veteranos o jugador de etiqueta LEB, pero con hambre y bien entrenados por Porfirio Fisac. Un 10-0 de parcial completo de Clark le dio la ventaja a los vascos (29-24). Nedovic había vuelto a la pista después de dar un susto importante. Se dolía con gestos ostensibles del hombro que le dejó fuera del Europeo. Tiene las dos articulaciones superiores delicadas y que esté bien es indispensable para que este equipo funcione. Con escasos momentos de fluidez, Suárez daba las primeras muestras de que era el que más quería ganar el partido para llegar al descanso con mínima distancia en contra (37-36).

Sucedió la habitual pájara tras pasar por el vestuario. Salin cortó con dos triples apenas dos puntos en siete minutos de juego. Ante otro rival el partido se hubiera ido, pero al GBC no le daba para remachar a un Unicaja aturdido y sin ideas. Díez anotaba cinco puntos por intensidad, con un buen dos más uno. Pero un triple de Swing daba la ventaja a los locales al final del tercer cuarto (52-50).

Más de lo mismo en el cuarto final. El rebote, habitual fortaleza y asidero cajista, se marchaba. Nedovic estaba en pista y metía una plástica suspensión para dar el último empate del partido (55-55). A partir de ahí, el Unicaja se encomendó a Suárez, pero nadie más le dio réplica. Sin acierto, sin tiros claros, con varios airballs, con rebotes que se iban de las manos... Enfrente había un equipo limitado pero que quería. El Unicaja no puede ser continuo y van pasando las semanas. La que viene es de órdago. Si juega como ayer en Illumbe caerán las derrotas una detrás de otra.

Delteco GBC (17+20+15+20) 71: Pérez 10, Van Lacke 5, Pardina 12, Fakuade 5 y Norel 13 -quinteto inicial-. Agbelese 5, Chery 0, Salvó 2, Swing 5, Oroz 0 y Clark 14.

Unicaja 21+15+14+13 63: Díaz 0, Salin 11, Waczynski 4, Brooks 2 y Shermadini 8 -quinteto inicial-. McCallum 3, Díez 7, Milosavljevic 5, Nedovic 7, Augustine 2 y Suárez 14.

Árbitros: García González, Calatrava y Torres. No hubo.

Incidencias: 8ª jornada de la Liga Endesa 2017/18. Encuentro disputado en Illumbe ante unos 6.000 espectadores.

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