Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Disfrutó el Unicaja Mijas de su fiesta en el Carpena. Que además fue culminada con una victoria de mérito ante Adareva Tenerife (76-70), trabajada y donde se estuvo a la altura. Y que servirá al equipo de Jesús Lázaro para el futuro si las citas de enjundia se suceden. Hubo instantes de cortocircuito, circunstancias lógicas, pero las malagueñas tuvieron picos que el Palacio disfrutó, un público acostumbrado a la excelencia baloncestística. Para calidad, la serbia Bojana Stevanovic, autora de 26 puntos y 26 de valoración, esa jugadora diferencial y experta en deslumbrar en esos momentos precisos. Se cumplía esa ley, que la balcánica sumase jerarquía para colocar todo en su sitio. Pero fue un bloque compacto ante un rival directo. A una victoria de las canarias, pero sin el average.
Había que reconducir unos nervios inevitables. Un escenario imponente como el Carpena pesa. O debería. Porque la puesta en escena del Unicaja Mijas fue magnífica, excitación medida y una velocidad impropia por el contexto. Ya avisaba Carmen Ruiz en Málaga HoyCarmen RuizMálaga Hoy que el estilo del equipo malagueño podía exteriorizar una cierta ansiedad, pero vigilada. Con Salomé García marcando el paso y controlando tiempos y espacios. Juego aseado y encontrando a muchas jugadoras. Transmitía el Unicaja Mijas alta seguridad con el 14-4 inicial, que se fue igualando en el primer cuarto hasta el 23-18. Corta rotación de Adareva, con solo ocho jugadoras. Llegó Bojana Stevanovic a Málaga por Wiktoria Keller, ahora en las canarias. La pívot serbia fue la dueña de un segundo cuarto al que costó entrar. Cuatro minutos sin anotar que coincidía con la subida de temperatura del Carpena. Pero la balcánica cogió el partido por la corbata y dio estabilidad en un momento complejo, diez puntos en situaciones de talento. Correoso el Tenerife, que llegó a ir por delante (23-25), y metiendo a todas las jugadoras en dinámica. Roters o Peña haciendo daño, visos de rivales directas y un partido que había que madurar. El Unicaja Mijas se iba al descanso por delante (40-37), que coincidía con una avalancha verde en las gradas del Carpena. Medir de nuevo todo lo emocional, de ello iba a depender en una segunda mitad distinta,
Ganó en dureza el Unicaja, subiendo un punto en los contactos. El buen inicio en los cuartos impares. Parcial de 6-0 que incentivó a la reacción de las canarias, de nuevo provocando el bloqueo, del 46-37 al 46-45 y lo paraba Jesús Lázaro, tras un triple de Dimitrijevic y una penetración de mérito de Roters. De nuevo la aparición de Stevanovic y cinco puntos de Marta Ortega, que sacaba corazón, ponía al Unicaja con el 55-50 al final del tercer cuarto. La serbia se agigantaba y construía una buena ventaja al inicio del último periodo (66-55). Inspiración el ver en la fila VIP a las jugadoras que colocaron al Unicaja en la élite nacional, cerca de Juanma Rodríguez o Marta Fernández. O con Ibon Navarro y Perry en el palcoIbon Navarro y Perry. Esa sinergia clave para que todo funcione. Se administró esa renta, con errores, pero al equipo se le veía disfrutar en ese estrés. Pérdia del average (79-72 en la ida), pero quedan las lecciones. Una roca malagueña que hizo disfrutar al Carpena.
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