Las primeras palabras de Nzosa: su sueño NBA y los mensajes de Pau Gasol e Ibaka

Unicaja

El joven pívot cajista concede su primera entrevista donde habla de sus inicios y referentes

"No solo quiero ir a la NBA, sino que quiere jugar allí durante mucho tiempo", asegura

Yannick Nzosa machaca.
Yannick Nzosa machaca. / Marilú Báez

El Unicaja ha mimado todo lo que ha podido a Yannick Nzosa desde que este eclosionó del cascarón. El chico de 2,10 y solo 17 años tiene claros sus sueños y sus referentes al jugar al baloncesto. La posibilidad de alcanzar el techo de cualquier jugador con la NBA en el horizonte. También lo difícil que ha sido desde el primer momento su aventura para con el básket cuando en 2017 salió del Congo y dejó a su familia atrás. El cajista aún no ha concedido ninguna entrevista desde que se asentó con el primer equipo y en Slam donde ha abierto la veda en francés, su idioma nativo.

Esta temporada Nzosa está deslumbrado en los minutos que le está otorgando primero Luis Casimiro y después Fotis Katsikaris, logrando récords de precocidad: "Para ser honesto, nunca pensé en romper esos récords cuando comencé a jugar esta temporada. Ni siquiera pensé que fuera lo suficientemente bueno para jugar. Cuando veo los nombres en esa lista, me dan ganas de trabajar más duro porque es un honor ser mencionado al lado de esos grandes jugadores que son mucho mejores que yo".

"Realmente no me gusta cuando la gente intenta compararme con esos tipos. Lo único que sé es que estoy trabajando de la manera correcta y necesito seguir trabajando para llegar a donde están, ese sueño de jugar en la NBA", dicen sin reparos Nzosa, que quiere alcanzar algún día la NBA. Va por buen camino.

De hecho, las predicciones le apuntan como uno de los primeros en el Draft el próximo diciembre: "A decir verdad, no le presto atención a esto. Es genial, pero no estoy realmente concentrado en eso. Son solo predicciones. Para mí, no solo quiero ir a la NBA, sino que quiero jugar en la Liga durante mucho tiempo. Quiero trabajar tanto como pueda para que cuando vaya a la NBA, realmente pueda demostrar lo que puedo hacer. Muchos amigos siguen mencionando esos borradores simulados y me dicen, 'no te olvides de mí cuando estés en la NBA'. No me gusta hablar de esto; el objetivo es estar listo cuando me llamen por mi nombre".

Nzosa habla ya cinco idiomas. El francés, lingala y portugués lo traía de casa y el italiano y español los desarrolló en sus experiencias deportivas. Ahora se prepara el inglés, su sexto idioma. En la entrevista, el pívot cajista cuenta también que tuvo una charla bastante extensa con Pau Gasol, en la que le dio consejos y respondió algunas preguntas e inquietudes del joven. También asegura que Ibaka, compatriota e ídolo, le manda mensajes a través del capitán Carlos Suárez, con el que compartió aventura en el Real Madrid.

"Ibaka es la referencia para mí. Es congoleño y en el Congo ayuda a la gente. Es un ejemplo a seguir. Veo un poco de mí en él, en la forma en que juega a la defensiva y cómo se destaca como rematador de pick and roll", cuenta Nzosa, que se define como "un jugador que es rápido y da el cien por cien. Soy bueno en jugadas de pick and roll. Puedo defender de uno, dos y tres. Físicamente, no soy tan bueno; realmente necesito fortalecer mi cuerpo, hacerme más fuerte. Juego con mucha energía y dejo todo en la cancha".

Sus inicios en el Congo

"Fue muy difícil para mí dejar a mi familia. Mi mamá me animó a ir a Italia para seguir mi camino. Ella sabía que sería difícil al principio, sola en un nuevo continente, pero me dijo: 'Tienes que ir allí y trabajar duro' Fue difícil cuando llegué por primera vez a Italia, acostumbrarme al clima frío... fue complicado pero finalmente logré lidiar con eso", narra Nzosa sobre sus inicios, sobre lo que añadía: "A veces, después de una dura práctica, sentía nostalgia. Estaba pensando en mi familia y necesitaba escuchar sus voces. Tuve la suerte de tener buenas personas que me cuidaron y me ayudaron".

Los inicios del deporte del congoleño en su país estuvieron ligados también a la pelota, pero a la de fútbol. Fue su altura, cada vez más imponente, la que le empujó hacia el baloncesto: "En mi vecindario todo el mundo me decía lo fácil que sería para mí jugar al baloncesto. 'Eres tan alto, solo tendrás que pasar por debajo de la canasta y anotar', me decían. Y ese primer mes, fue una lucha. Estaba estresado porque no sabía cómo jugar. Estuve en la banca todo el tiempo, solo mirando a mis compañeros de equipo. Traté de hacer cosas pero técnicamente estaba demasiado limitado. Estaba frustrado, realmente frustrado. La gente me había dicho que el baloncesto sería fácil para mí y yo me dije a mí mismo, tengo que entrenar duro".

"Quería emular lo que Serge Ibaka está haciendo en el Congo y ayudar a mi gente. Cuando era joven, desde que soy alto, la gente me llamaba Mutombo Dikembe. Si eres alto en el Congo, te llaman Mutombo Dikembe", recordaba entre risas Nzosa sobre su compatriota, que jugó en la NBA durante los 90 y los 2000 y medía 2,18: "No es fácil ser alto en mi vecindario. La gente se burlaba de mí. Pero luego jugar baloncesto me hizo sentir bien conmigo mismo, así que ya no me importaba ser alto".

Nzosa también desea que, a diferencia de él, otros jóvenes congoleños tengan mayores facilidades para aprender y explotar sus cualidades baloncestísticas en el Congo: "Tuve la suerte de jugar para el equipo de Joe Lolonga [su actual manager]; tenemos una cancha donde podemos practicar. Pero jugar baloncesto en el Congo es difícil. Hay muchas canchas de fútbol y es fácil jugar al fútbol. El baloncesto es otra historia. Realmente no puedes practicar y jugar partidos. Es difícil encontrar zapatillas de baloncesto, así que tuvimos que practicar con las zapatillas de todos los días. Fue una lucha encontrar un patio de recreo".

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