Unicaja-Peristeri: Confianza y seguridad (81-64)

El Unicaja completa un partido serio ante el Peristeri para ganar siete partidos consecutivos y acercarse a evitar el play in marcando dos victorias de distancia con el segundo

Así te contamos el partido

Las fotos del duelo

Yankuba Sima realiza un mate.
Yankuba Sima realiza un mate. / Javier Albiñana

El Unicaja sigue pisando el acelerador y subiendo marchas. Demolió al Peristeri con partido serio, bueno defensivamente durante gran parte del mismo. Los finales de los cuartos partes deslucieron algo una victoria debía haber sido seguramente más amplia. Salvo una desconexión al final del segundo cuarto cuando el partido estaba más para irse por 20 al descanso que por los 11 que finalmente fueron (44-33), el equipo de Ibon Navarro domesticó al equipo de Vassilis Spanoulis, algo blando aunque con talento en posiciones exteriores y con físico para dominar el rebote. Sucedió algo similar, con menor intensidad, en el final del duelo. De la frontera de los 20 puntos se quedó en el 81-64 final. Consiguió reducir el Unicaja los porcentajes de Ragland y Hands, dos jugadores con afición por el bote y el tiro y con licencia para hacer. La victoria, unida a la victoria del Falco en la pista del Le Mans, propicia que el margen con el segundo clasificado sea de dos victorias con tres jornadas por jugar. Buenos síntomas para evitar el play in, algo que se podría consumar en la quinta jornada si los resultados van acorde.

Más de 6.500 fieles acuden a un partido de BCL un martes. Eran otros tiempos, pero en época de Euroliga no se llegaba con cierta frecuencia a esa cifra. Es un detalle de la comunión que hay ahora con un público que está entregado y que también lee las necesidades del equipo y de los jugadores. Aplaude a Kravish tras tres fallos seguidos en el tiro en posiciones en las que suele tener altísimo porcentaje. Celebra con un plus de intensidad cuando un Kalinoski que tiene la confianza extraviada mete un triple. Empuja cuando toca y celebra también. Cuando fluye esa complicidad es todo más sencillo.

El Unicaja empezó el partido cargando balones al poste bajo, con Djedovic y Ejim para intentar hacer daño, explorando las grietas del Peristeri. Con ritmo y seriedad atrás, el Unicaja fue poniendo progresivamente distancia (26-15 al final del primer cuarto) y mediado el segundo estaba en disposición de romper (44-26). Ideas claras para atacar aunque el Peristeri intentaba obstaculizar las transiciones cajistas centrándose en Perry. Buenos ataques en estático, alimentando a Sima y con Barreiro con la confianza por las nubes para meter de tres. Pero gripó ahí el equipo cajista, cuatro minutos finales malos del periodo (44-33).

El Peristeri llegó a reducir hasta los seis puntos (49-43) la distancia en un momento en el que parecía que se podía complicar la situación, pero encontró su flotador en la defensa, complicando posesiones a los griegos, que no podían mantener el tino. Con la anotación muy repartida, el Unicaja iba encontrando focos de anotación distintos para escaparse en el marcador. Ya no bajaría de los 10 puntos de distancia. Ibon pidió un tiempo cuando vio que el equipo levantaba el pie y permitió ganar por los 17 puntos finales. Siete victorias seguidas antes de cuatro partidos consecutivos fuera de casa. Se eleva el nivel de dificultad, pero el Unicaja transmite confianza y seguridad.

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