Una cuestión de honor (82-80)

Unicaja-Unics Kazan

El Unicaja tumba en un partido competidísimo y de mucha dureza al Unics

Estelar Jaime Fernández (23 puntos) y decisivo Roberts en la prórroga

Jaime Fernández y Pierria Henry, en una disputa.
Jaime Fernández y Pierria Henry, en una disputa. / Javier Albiñana
J. M. Olías

23 de octubre 2018 - 23:24

El Unicaja y el Unics Kazan convirtieron un partido random de una primera fase de Eurocup, casi de trámite para el potencial de ambos equipos, en una cuestión de honor. El baloncesto es imprevisible, lo aplicaba Woody Allen al deporte en general. Dos bloques que se manejaban en torno a los 90 puntos jugaron a 70, así acabaron empatados los 40 minutos, y se fueron a una prórroga en la que gobernó Roberts (ocho puntos ahí) y Ejim falló un triple de victoria para el equipo ruso. Ganó el Unicaja (82-80).

La victoria se celebra, acerca el pase al Top 16 y deja abierta la lucha por el primer puesto casi simbólico. Pero tiene alto valor para constatar que el Unicaja no sólo toca el violín y corre, también es capaz de jugar partidos trabados con posesiones largas, obligado a jugar a muchos metros del aro y ante un equipo muy potente físicamente. Y un equipo crece cuando se acostumbra a ganar en diferentes registros, como destacaba Casimiro tras el partido. Tiene alma este Unicaja, que ha adquirido una entidad en tiempo récord. Puede parecer oportunista, pero no cambiaría la reflexión si el triple de Ejim entra. El Unicaja nadó muchos minutos río arriba.

El resumen del Unicaja-Unics / Euroleague

El papel del Carpena es sintomático. Se lo tomó el equipo y se lo tomó el público como una cuestión de honor. Cree en lo que ve, le encanta lo que observa. Es cierto que es época de hechizo y enamoramiento y que vendrán momentos difíciles durante el curso. Pero se está recuperando una atmósfera de positivismo desde las primeras piedras del curso. Contagia alegría y fe. Sale Roberts y gana medio partido en la prórroga. Jaime ha creado un vínculo extremadamente rápido con el Carpena porque, con sinceridad, nadie esperaba este rendimiento. Lessort falla tiros libres pero derrumba rivales. Con sus cosas, cada uno de los que jugaron aportaron algo distinto a un encuentro que tuvo mucha historia.

El Unics colocó el listón físico de partido muy alto, con un quinteto fibroso y atlético. El Unicaja era incapaz siquiera de encontrar un tiro cómodo. 0-10 de salida y a escalar la montaña tras el tiempo muerto del técnico local. Tenía buena actividad de manos el Unics y no podía madurar sus ventajas el equipo de Casimiro porque el equipo ruso no salía perdiendo en los cambios defensivos. El Unicaja fue cogiendo aire a medida que rotaba. Suárez dio más estabilidad atrás, Jaime algo más de desborde y Milosavljevic nervio y algo de acierto.

Después de sudar la remontada, al final del primer cuarto un triple de Milosavljevic igualaba el marcador (16-16). Un detalle de la buena atmósfera que rodea al equipo fue que el Carpena ovacionó a sus jugadores tras el 0-10 de salida. El público aumentaba decibelios al protestar a los árbitros, que no habían señalado ninguna falta al rival pese a su actividad atrás hasta entrado el minuto 8. El duelo devenía en una suerte de mundo al revés. Un gran porcentaje de triples (7/10) y un nefasto en tiros de dos (4/16) acumulaba al descanso el Unicaja, cuando era el mejor (64%) de la competición hasta este partido en el segundo segmento.

El Unics no metía desde fuera (1/8 en triples al descanso), pero a cambio hacía daño en el rebote de ataque. La exuberancia física rival le daba opciones extra (nueve rechaces de ataque) ante la desesperación de Casimiro. Sabía, no obstante, competir en esa exigencia el Unicaja. El triple era el clavo ardiendo y Carlos Suárez ejecutaba desde el lateral sobre la bocina para que el equipo malagueño se fuera al descanso arriba (36-33).

La tendencia siguió tras el descanso, más de tres minutos se tardó en que se moviera el marcador. Tardó el Unicaja seis minutos en meter una canasta (Salin), antes había vivido de los intermitentes tiros libres de Lessort, al 50% cada vez que visitaba la línea. El pívot francés cargaba a los rivales de faltas, pero no optimizaba sus visitas a la línea. Costaba, de todas formas, producir en estático un mundo, siempre muy lejos del aro aro y agotando posesiones, un ritmo no acostumbrado hasta ahora.

El muy interesante Pierria Henry era duro en defensa y hacía bastante daño en ataque, superaba tanto a Jaime Fernández como Brian Roberts. Momentos en los que se echaba de menos a Alberto Díaz, inevitablemente. No podía pararle el Unicaja. Había una fuga importante que Shermadini intentaba mitigar con tres canastas de mérito en el poste bajo. Una técnica a Casimiro por protestar de manera vehemente una falta evidente tras rebote del georgiano encendía más aún al Carpena. La bronca era tremenda al final del tercer cuarto (48-52).

Lockett golpeaba desde la esquina y barriendo la línea de fondo, Priftis colocaba a Ndour sobre Shermadini y el partido se ponía crudo (50-57) en un clima de mucha tensión. Una penetración y un triple, más un robo posterior, de Jaime Fernández levantaban al público (55-57), entregadísimo al madrileño. Waczynski reducía a uno (58-59) con un triple y Lessort, incontenible pero errático desde la personal, sacaba del partido a Morgan y al tremendo Ndour, eliminados. Smith aparecía con un triple y le repelía Jaime (64-66). Otra vez el madrileño empataba con tres tiros libres (67-67) y cada ataque era cuestión de honor, con el UnHenry seguía triturando, aunque falló la puntilla. A falta de 30 segundos Wiltjer erró un triple para ponerse arriba, pero Lessort, por primera vez, metió los dos tiros libres para igualar a falta de ocho segundos (70-70). Henry, bien defendido en el cambio por Suárez, no metió y el partido se fue a la prórroga.

La prórroga fue una locura. Roberts, en formol en el cuarto cuarto, salió al partido como si no fuera con él la cosa. Será la experiencia. Pidió la bola, liberó a Jaime. Su partido hasta entonces era simplemente correcto, pero se le fichó para esto, por eso es el jugador más veterano del plantel y tiene el mapa del baloncesto en la cabeza. Triple al quedar solo en la continuación, tiro desde media distancia y triple desde la otra diagonal. en un par de minutos. Easy, como dicen los americanos. Quedaban 12.8 segundos (81-79) y tenía la bola con dos arriba el Unicaja. Rápida falta sobre Jaime, que falló un tiro libre como lo había hecho una jugada previa. Waczynski mandó a la línea a Henry, que metió el primero y falló el segundo, con rebote visitante. El balón le quedó al canadiense Ejim, que lanzó un triple solo. No tocó aro y el Carpena celebró un triunfo que se había convertido en una cuestión de honor. Y el del Unicaja está intacto.

Puede consultar aquí las estadísticas completas del partido.

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