El cuarto de la vergüenza

El Unicaja perpetró en el Nou Congost uno de los cuartos más sonrojantes de la historia del club, por no decir el que más. La escasa anotación, los nervios, los errores, la mala toma de decisiones y el acierto del Baxi ManresaBaxiManresa dibujaron un primer cuarto histórico con un marcador que hablaba por sí sólo (29-4) sin necesidad de estadísticas.

Los cajistas acabaron el primer cuarto con un estremecedor 0/18 en tiros de campo. Nueve desde el perímetro y otros nueve en tiros de dos. Los únicos puntos que logró el equipo fueron desde la línea de tiro libre. Tardaron cinco minutos en caer los primeros, obra de Cameron Oliver. Luego entrarían otros dos de Carlos Suárez.

Pero no fue hasta el minuto 14 de partido cuando Unicaja logró meter sus primeros puntos en juego. Fue Abromaitis con un tiro dentro del perímetro cuando en el marcador ya figuraba una diferencia de 26 puntos tras encestar (33-7). Antes Mooney había encestado un tiro libre.

Unicaja fue incapaz de igualar la confianza e intensidad que demostró Manresa durante todo el primer cuarto. Le salía todo al equipo de Pedro MartínezPedroMartínez, que si bien hizo un primer cuarto excepcional a nivel defensivo comprometiendo cada tiro de los verdes, nunca imaginó los números tan bajos que promediaría los visitantes.

Ya lo decía Ibon NavarroIbonNavarro al descanso, en un intento de hacer despertar a sus jugadores: "No hemos llegado al partido aún". Unicaja es cierto que no se presentó a los primeros 10 minutos, claves en el transcurso de un partido que se resolvería con igualdad el resto de cuartos. Tras el partido se culpabilizó de lo sucedido.

Alberto Díaz fue breve pero explícito en su valoración tras el partido. "No podemos permitir estos comienzo", explicaba el malagueño, uno de los más se le vio sufrir sobre el parqué catalán. En dígitos, Bouteille (3/12), Brizuela (1/9) y Oliver (2/12) acabaron con porcentajes inferiores al 25% en tiros de campo. Barreiro, con 6/7 y 86%, y Abromaitis y Alberto Díaz, con 3/5 y 60%, fueron los únicos que estuvieron por encima del acierto medio en tiros de campo.