El Unicaja se encomienda a López Nieto, nuevo presidente del club

El ex colegiado internacional de fútbol, gestor deportivo y político en los últimos 20 años, toma las riendas del club en un momento convulso y con muchos frentes abiertos

Se marchan los consejeros Juan José Navarro y Sergio Corral, presidente interino

Antonio Jesús López Nieto, en su etapa en la Diputación.
Antonio Jesús López Nieto, en su etapa en la Diputación. / Javier Albiñana

Antonio Jesús López Nieto (Málaga, 1958) es el nuevo presidente del Unicaja tras el previsto visto bueno del Consejo de Administración celebrado este miércoles de manera telemática, en el que también se registraron las dimisiones de dos consejeros, Juan José Navarro, que durante los últimos 20 años había sido consejero, antes del encuentro, y paradójicamente, del presidente saliente, Sergio Corral, que tras 48 días en el cargo de manera interina ha decidido también abandonar el club después de cinco años como consejero. Un cambio radical, en el contexto de una entidad que siempre ha sido continuista (será el octavo presidente en casi 30 años) y cuya cabeza visible siempre ha sido un empleado o cargo del banco, antes de la caja. Un presidente remunerado, algo posible gracias al cambio de estatutos meses atrás, que ha gestionado durante muchos años en el mundo del deporte y ha tenido trato bastante frecuente con el baloncesto desde sus cargos en Ayuntamiento y Diputación, con la gestión del Carpena dentro de Málaga Deportes y Eventos. No ha estado ligado al club antes, más allá de que fuera abonado de Caja de Ronda. Algo que desconcierta bastante en un sector importante de la afición.

López Nieto fue 15 años árbitro de fútbol de élite, de 1988 a 2003, internacional y presente en el Mundial de Japón y Corea'02. Un colegiado con personalidad y autoridad, respetado en el mundillo del balompié. Empresario en el sector automovilístico, desde su retirada del arbitraje ha ejercido en la gestión pública. Fue asesor de Deportes del Ayuntamiento de Málaga y director gerente de la sociedad municipal Málaga Deportes y Eventos, gestora del Martín Carpena, por lo que tuvo trato directo con los rectores del Unicaja durante un tiempo. En esa etapa se puso en marcha la Supercopa ACB con Málaga como sede de dos de las tres primeras ediciones, se trajo a los Memphis Grizzlies a Málaga y se emprendieron reformas en el Martín Carpena. Más tarde vino la Copa del Rey en dos ocasiones y también se limaron asperezas con la Federación para que la selección volviera al Carpena. Después fue director general de Deportes de la Diputación de Málaga, donde trabajó durante varios años codo con codo con Juanma Rodríguez, el que será su hombre fuerte en la vertiente deportiva, aunque no se confirmara en el Consejo celebrado. Se hará más tarde, en los próximos días. En el ente provincial también fue director general de la Oficina de Atención al Alcalde, donde asumió las tareas de coordinación entre las áreas de la propia Diputación y entre éstas y los ayuntamientos. Posteriormente ocupó el cargo de Jefe de Gabinete de la Presidencia. Un evidente perfil político. Paralelamente, mantuvo su papel como asesor arbitral en LaLiga, con la que ha estado hasta el final de esta temporada pasada y lo que ha dilatado su desembarco en el club.

En cualquier caso, tiene mucha faena por delante López Nieto, cuya llegada está salpicada políticamente. PSOE y Ciudadanos han mostrado su descontento con el nombramiento del ex colegiado, vinculado al Partido Popular, en un brindis al sol en las últimas horas porque la decisión ya estaba tomada desde tiempo atrás. Las cuitas entre Fundación y Banco han estado presentes en este tiempo y de fondo están presentes en el nombramiento de López Nieto, que cuenta con la bendición de Braulio Medel, máximo responsable de la Fundación, propietaria de un club inmerso en un declive deportivo evidente en las últimas temporadas y de la que López Nieto es patrono desde meses atrás. La imagen que se ha transmitido desde el club de desidia y frialdad en los últimos meses ha espantado a más gente aún y el regreso del público servirá para evaluar los daños de desafección. Dentro ha habido ambiente tóxico y autodestructivo en este tiempo que no se ha detenido y que se hace necesario limpiar, será una de las labores del nuevo presidente. Y la idea de que la exigencia ha menguado se ha extendido fuera y ha calado dentro de la propia entidad. Ha bajado el presupuesto, pero éste sigue siendo muy respetable como para demandar resultados mejores.

Aunque de la herencia que hay evidentemente no tiene ninguna culpa, le tocará a López Nieto explicar públicamente hacia dónde se va y por qué se han tomado decisiones estratégicas tan importantes como el cambio de la Eurocup por la Basketball Champions League, que ya se determinó con su presencia en el Consejo de Administración y su influencia. Se ha echado en falta un portavoz, un rostro. También terminar de rematar una plantilla que presenta las mismas carencias que en temporadas anteriores y que tiene difícil enmienda si no hay salida de jugadores, algunos con sueldos prohibitivos para otros equipos debido a la devaluación por la mala temporada perpetrada. También conectar con esa parte de la masa social que no acaba de entender que una persona ligada en su trayectoria al fútbol sea presidente de un club de baloncesto.

Pero la labor de López Nieto, como presidente profesional, irá más allá y es ardua. Desde recuperar peso perdido en las organizaciones baloncestísticas, hasta utilizar su llegada y contactos con instituciones y empresarios. Empieza una era de un cambio que debe ser profundo en el club malagueño.

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