El Unicaja se pone en órbita con un gran estreno (70-83)

REsultado y crónica del IBerostar TEnerife-Unicaja

Soberbio partido cajista en el debut ante el Iberostar Tenerife, al que derrota con mucha autoridad

Brillante Mekel en la dirección (10 asistencias) y Waczynski estuvo certero (17 puntos)

El Unicaja celebra un triple de Waczynski.
El Unicaja celebra un triple de Waczynski. / Acb Photo

Lo lógico era esperar una versión fallona y errática después de tres meses sin jugar. En un entorno extraño, en un teatro vacío, el Unicaja desplegó un soberbio partido en la vacía Fonteta, maderas sagradas para el unicajismo, para tumbar al Iberostar Tenerife con muchísima autoridad. Se había atragantado el cuadro aurinegro con frecuencia en los dos últimos años y era un comienzo muy incómodo. Por el formato de competición, cada partido cuenta mucho. Y una derrota en la primera jornada limita a la nada el margen de error. Las sesiones de trabajo en Los Guindos para ensamblar el nuevo equipo que había reconstruido el Unicaja sobre la marcha con las lesiones y los fichajes parecen que han sido fructíferas. No parecía un equipo de pretemporada tras un largo desierto competitivo, sin ni siquiera amistosos.

Un gran Unicaja de salida que se coloca en la carrera para pelear por el pase a semifinales. Un chute de confianza colectiva, en un partido manejado desde el principio al final por los malagueños. Siempre estuvo por delante, del minuto uno al 40, sin dejar que el Tenerife se acercara a más de cinco puntos una vez consiguió pasar la renta de los 10 en la segunda mitad. Fue un ejercicio de autoridad, con los 12 jugadores participando. Todo en valoración positiva, todos anotaron menos Rubén Guerrero y muchas buenas noticias en el aspecto individual. Desde la maestría de Gal Mekel en la dirección, 10 pases decisivos, refrendando lo que se le vio en el primer partido que jugó, en Badalona. Los pases para Elegar en alley hoop hacía tiempo que no se veían en Málaga. Probablemente desde Stefan Markovic no había un jugador tan base y con la panorámica de la pista tan nítida en el Unicaja. Pasando por un Adam Waczynski que puede decantar en este torneo la balanza para su continuidad o no. Muy bien el polaco en un momento en el que el Tenerife apretaba en el tercer cuarto, había cambiado el ritmo del partido y al Unicaja le costaba anotar. Sacó su fusil el polaco y solventó un atisbo de complicación seria. En general, un partido coral y completo de todos. Igual chirrió algo Adams, que fue menos agresivo al aro y en defensa volvió a ser a veces desesperante.

Tiene muchos recursos el Unicaja nuevos y es cierto que el scouting de los rivales es menos ajustado con las nuevas incorporaciones. Aunque Mekel y Bouteille son conocidos en ACB, en un contexto distinto pueden ser elementos diferenciales en un momento así. El francés empezó tremendo el partido, colocó las primeras piedras para marcar distancias. Se cortocircuitó la conexión entre Marcelinho Huertas, al que Mekel castigaba llevándole al poste bajo en ataque, y Shermadini. El georgiano es un jugador especial. Cuando se ven sus grandes números también hay que contar con partidos así, ni fu ni fa. Hicieron un gran trabajo los tres pivots, Gerun, Guerrero y Elegar, para reducir a la mitad sus cifras anotadoras.

El Unicaja contó con el viento a favor de un acierto muy alto en el triple desde el comienzo. 7/11 llevaba al descanso, acabaría con 11/21, mejor porcentaje que en tiros de dos. En esas condiciones, cualquier equipo multiplica su confianza. Sobre todo en una coyuntura como la actual, con carencias de dinámicas. En esa renta entre siete y 12 puntos se movía el Unicaja, con detalles de una evolución en el juego en estas semanas de trabajo en Los Guindos. No se puede elevar a sumario nada por un partido, pero es difícil no ilusionarse con un partido así, tan completo.

Al descanso se mantenía firme (32-43). Fue en el tercer cuarto cuando estuvo el Rubicón del partido. Vidorreta apuró cartas. Se jugó una zona 2-3, apretó con Konaté en defensa desde el inicio del ataque. Bajó a los cinco puntos de distancia, pero Waczynski estuvo inmenso y Casimiro leyó muy bien la situación para colocar a dos bases de manera simultánea, Alberto y Mekel, con lo que aumentaba la actividad defensiva y, sobre todo, añadía capacidad de leer la defensa.

La salida en el cuarto final fue autoritaria del Unicaja, con varios ataques productivos. Y ahí empezó a vencerse el Iberostar, sin respuesta a la energía y al acierto cajista. Elegar terminó de dar la puntilla poniendo un candado defensivo. Y Mekel se dio un festín de asistencias para poner en órbita al Unicaja en el arranque de esta extraña pero atractiva fase final de la ACB. En pocas horas estará enfrente el Barcelona, que sufrió al final ante el Joventut. De momento, un paso firme para acercarse a las semifinales.

Estadísticas del partido

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