El Unicaja ultima la llegada de Marcus Moller, un pívot danés de 15 años y 2.14 metros
Estuvo a prueba en Los Guindos y los técnicos le ven un buen proyecto para trabajar a largo plazo
Tiene una envergadura de más de 2.20 metros y jugó el Eurobásket sub 16 en el que Saint-Supéry fue MVP
El proyecto de EBA, según Antonio Herrera
El otro Mario Saint-Supéry
La urgencia está en el corto plazo para intentar mejorar los pobres resultados deportivos del primer equipo en las últimas temporadas, pero también el Unicaja debe mirar con las luces largas para construir futuro. El papel de Los Guindos, se entiende, debe ser esencial en esa edificación. Hay jugadores importantes, internacionales en todas las categorías y varias camadas muy interesantes autóctonas, pero también hay que realizar algunas apuestas selectivas para elevar el nivel colectivo de las generaciones.
El club malagueño ultima la llegada del pívot danés en edad junior Marcus Engelhardt Moller. Se trata de un jugador de 2.14 metros, todavía con 15 años (no es aún cadete por un mes, nació en diciembre de 2006). Ya estuvo durante una semana a prueba en Los Guindos entrenando a las órdenes de Antonio Herrera con el equipo EBA/junior. El jugador y su familia pudieron conocer las instalaciones del club y la residencia donde se quedan chicos y chicas becados y la sintonía es óptima para que continúe su carrera en Málaga. No es un jugador de impacto inmediato para pensar en el primer equipo, es una apuesta más a largo plazo. Pero se piensa que con sus cualidades físicas (más de 2.20 de envergadura también, además de su altura y una buena coordinación) puede convertirse en un jugador muy interesante. Un siete pies moderno.
Moller estuvo con Dinamarca en el Europeo sub 16 de Macedonia del Norte, en el que el malagueño Mario Saint-Supéry fue MVP del torneo llevando a España hasta la medalla de plata. No pudo evitar el descenso de categoría de su país, que había conseguido un gran éxito con el anterior ascenso, dentro de un proceso en el que los países del Norte de Europa van mejorando. Promedió 3.6 puntos, 5.4 rebotes y 1.6 tapones en el evento. Después estuvo en España, probando también con el Joventut en un torneo de la categoría que se celebró en Torrent (Valencia) y en el que se midió al Unicaja, que le ofrece un proyecto a largo plazo para enrolarse. Es un jugador con el que trabajar muchas horas y en distintas facetas. Los informes hablan de chico con buenas capacidades de coordinación, sin miedo a pegarse y con una buena muñeca. Y con infinitos márgenes de progresión.
El equipo junior que peleó en la fase de ascenso a LEB Plata, se vio debilitado con las salidas, por edad, de Victory Onuetu y José Tanchyn, ambos campeones de Europa sub 18, más la marcha de Álvaro Folgueiras, subcampeón del mundo sub 17, a Estados Unidos. Baba Badji, que ha pasado de cadete a junior y ya tenía minutos el año pasado, es ahora el interior de referencia. También se trajo desde Galicia a Manuel Crujeiras (su padre, Fran, fue jugador de ACB en los 90 en Orense) para dotar de centímetros al equipo. En pretemporada se ha ido haciendo hueco también el cadete Rubén Salazar, ganando minutos y protagonismo. También está Miracle Bamadu, habitual el año pasado siendo todavía cadete.
El Unicaja espere incorporar definitivamente en las próximas semanas a Marcus Moller, que se ha formado en Horsholm 79ers, equipo de cierta tradición en Dinamarca. El club ya organizó un campus en la vecina Noruega el verano pasado y la colaboración con distintos países es algo en lo que también se trabaja en el club malagueño. El baloncesto es cada día más universal y puede haber jugadores de alto potencial. en muchos lugares distintos. Así lo ve el Unicaja con el joven pívot danés. De concretarse, no hay que esperar un impacto inmediato, pero sí se aguarda que ayude a que el juego interior sea más sólido para complementar a la buena línea exterior, con Álvaro Mena, Mario Saint-Supéry y Rubén Vicente. Y, a largo plazo, un desarrollo integral que le pueda acercar al primer equipo cajista.
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