Ahora le toca a Nzosa

Continúa enquistándose el futuro de Yannick Nzosa. Tiene contrato con el Unicaja hasta 2026, pero desde el club se le está buscando salida con la misma fórmula de Mario Saint-Supéry, ya oficialmente prestado al BAXI Manresa. Una de las carpetas que quedan en el club para dar por finalizada la planificación. Parecía perfilada su salida al Bilbao Basket, el Unicaja aprobaba ese destino, también el jugador, pero la operación se cayó en la última fase por diferencias en el reparto salarial, situación común en el mercado y que obligó al club malagueño a empezar de cero. Han llegado llamadas desde LEB Oro, algún equipo sobre el papel pujante al ascenso al ACB, como fue salir a Movistar Estudiantes, un desarrollo de cesión que no terminó de convencer, pero no se ha encontrado ese destino ideal, como sí ha ocurrido con Saint-Supéry, y que entre al Unicaja por los ojos. Se tienen dudas si el próximo paso de Nzosa es de nuevo LEB Oro, una categoría especial, donde hay que entrar de pie; y no es el pívot africano un jugador, viendo los antecedentes, que tenga la capacidad de dar un paso en situaciones difíciles, el poder encontrar su espacio en la tensión. El Unicaja no tiene excesiva urgencia, la única preocupación es que Nzosa pueda incorporarse a su nuevo club al iniciar la pretemporada. Si se sigue demorando, supone un hándicap en el primer tramo de temporada, en ese proceso de aclimatación y que pueda competir desde el primer día. Se prioriza eso: el jugar mucho. No es fácil que es destinatario acepte esa condición.

Y si no se da el caso, iniciará la pretemporada del Unicaja, que además puede servir al jugador de escaparate. El entrenar y sumar ritmo con el resto de la plantilla, con Ibon Navarro tomando notas y referencias. El equipo vuelve al trabajo el lunes, más de una semana por delante antes de entrenar por primera vez. Que el Unicaja vea a Nzosa cerca, junto a los Kravish, Sima y el resto de interiores, puede ser útil para orientar al congoleño. En un cuerpo técnico con Fran Vázquez, que ya trabajó con Nzosa en algún verano. El Unicaja sigue considerando a Nzosa un proyecto potencial a largo plazo, pese a ese estancamiento evidente en una última etapa irregular. No pudo soportar esa ola tras su aparición, una NBA que también intoxicó. Requiere ahora un proceso de maduración, siendo un pívot, quien normalmente tarda más en cuajar que cualquiera. Son solo 20 años (cumplirá 21 en noviembre). Cierto que han pasado casi cuatro desde esa aparición estelar, luego perjudicial, en el primer equipo del Unicaja, con Casimiro a los mandos, pero aún está a tiempo reconducir su carrera, al menos de construir una trayectoria sólida en ACB, que ya es considerable viendo el nivel medio de la competición. Se le está intentando renovar por algún año más, a cambio de una reducción de ficha, pero de momento en pausa. Ese salario es otro problema en una nueva cesión, muy difícil que un club la asuma íntegra, así que tendrá que ceder el Unicaja.

“Yannick fue irregular. No ha tenido tantos minutos. No ha estado mal. Pero necesita jugar. Los jugadores interiores maduran más tarde, se asientan más tarde. Creo que está en ese proceso”, explicaba Ibon Navarro en Málaga Hoy en el inicio del verano. El Unicaja esperaba esa solución antes, pero es otro giro que deja el verano en Los Guindos, no al nivel de la salida inesperada de Guille del Pino o las calabazas de Olek Balcerowski.