Aliaga Petkimspor - Unicaja: Una paliza para limpiar la conciencia (56-108)

El equipo malagueño reacciona tras el severo correctivo en Manresa con una paliza al Aliaga Petkimspor en su pista que le deja virtualmente en el Round of 16 de la BCL

Así te contamos el partido

David Kravish realiza un mate.
David Kravish realiza un mate. / FIBA

La respuesta a la hecatombe de Manresa estuvo a la altura a la que acostumbra este Unicaja campeón. Al descanso ya había dejado ventilado (26 puntos arriba) el partido en la pista de un equipo que el pasado fin de semana ganó bien en la cancha del Fenerbahce en la competición turca y al final del partido dobló la diferencia (56-108), 12 puntos más que la derrota en el Congost, había como una necesidad de borrar esa mancha. Lo cierto es que lo que se ha visto del Aliaga Petkimspor no ha sido acorde a los resultados del equipo turco en el resto de la temporada. Lo ha minimizado hasta el extremo el cuadro de Ibon Navarro, que virtualmente asegura el primer puesto de su grupo para evitar el play in de enero en una Basketball Champions League en la que ha igualado el récord de victorias consecutivas de la incipiente historia de la competición que detentaba el Mónaco, con 14. Hay que remontarse hasta finales de 2023, con el último partido de la primera fase de la pasada edición, cuando cayó en Atenas ante el Peristeri, para encontrar la última derrota. Seis triunfos en el Round of 16, dos en los cuartos de final ante el Promitheas, los triunfos en Belgrado ante UCAM y Tenerife para campeonar y el arranque en estos primeros cuatro partidos de la competición. 

Y el de Aliaga fue un triunfo poderoso, de principio a fin. Un primer cuarto en el que los dos equipos intercambiaban canastas en el arranque (14-14 al minuto 5), pero en el que el Unicaja, en la segunda rotación, mantuvo el nivel para triturar a su contrario, que entró en una ciénaga de la que no pudo salir en un segundo cuarto abominable en el que sólo anotó cuatro puntos. Dominaba 17-16 el equipo local y el parcial hasta el descanso fue de 5- 32. El Unicaja mantenía unos mínimos defensivos altos, aseguraba el rebote y podía imponer su juego, corriendo ante un rival cuyo balance defensivo era, como en el Carpena, deficiente. Había dejado en 66 puntos en 40 minutos al Fenerbahce cuatro días antes, costaba creerlo visto cómo el Unicaja destrozaba su defensa, con muchas canastas cerca del aro, de alto porcentaje. Con sólo tres triples metidos se había disparado la distancia hasta los 26 puntos. Los hombres de Ibon compartían muy bien la bola, dejaban a los rivales por debajo del 30% en tiros de campo y no había una respuesta competitiva del contrario, totalmente sobrepasado. Cuatro puntos anotó en 10 minutos mientras se sucedían canastas sencillas (22-48 al descanso) y alguna espectacular, como un rebote de ataque acabado en mate en el aire de Tyson Pérez.

Ibon había descartado a Alberto Díaz además de Kameron Taylor, por lo que por primera vez la rotación era de siete pívots, con minutos para Ejim como tres y presencia más limitada. Con el partido decidido, secuencia de tres triples de Kalinoski, varias canastas en el poste bajo y con fadeaways de Kravish, una racha de ocho puntos seguidos de Killian Tillie (dos triples y un rebote de ataque a tiro propio)... Y la distancia ya en los 40 puntos, sin más historia que intentar dosificar esfuerzos e involucrar a jugadores que lo necesitan más, como un Balcerowski al que Carter alimentó para un mate poderoso ya en el cuarto final. Así hasta el final, en lo que parecía ya un entrenamiento con público. La pizza esta vez le tocó pagarla a Kalinoski con un triple por pasar de los 100 puntos a falta de un minuto.

Salvo descalabro, el Unicaja ha asegurado ser líder y pasar al Round of 16 por la vía directa. Ahí subirá algo más el nivel de los rivales, aunque este equipo tiene que estar por nivel obligatoriamente en la Final Four. Sanada la herida de Manresa, a Badalona, donde será más difícil que en Turquía. 

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