Aroma a Copa
Málaga vela armas para organizar su cuarto torneo copero, seis años después del último
Abre el menú en un 2020 especial en el plano deportivo
Se cumplía este domingo seis años de la canasta ganadora de Sergio Llull en el Carpena, uno de los momentos estelares de un jugador de una trayectoria de muchos quilates. Desde entonces no recibía Málaga a la Copa del Rey, el torneo de los torneos. Seguramente, en el Viejo Continente, sólo la Final Four puede competirle en espectacularidad. Con el 2020, donde la ciudad será Capital Europea del Deporte, aparece de nuevo el torneo copero por la Costa del Sol.
Se hace larga la espera porque el sorteo se celebra un mes antes. Ahora ya sí están todos los sentidos puestos en la joya de la corona del baloncesto español. La Costa del Sol, que aúna buen tiempo y pasión por el deporte de la canasta, será uno de los epicentros del país. Habrá un ojo al otro lado del charco, donde se celebra el All Star de la NBA. La mejor liga del mundo estudia copiar el formato de la Copa, lo que habla a las mil maravillas de él. Su imprevisibilidad es única. Allí, en Chicago, estará un hijo de Los Guindos, Domas Sabonis. Él estuvo en 2014, en esa noche negra. El verdugo estará de nuevo al otro lado de las tablas del Palacio.
Ya hay, más o menos, un mapa de lo que se vivirá desde el miércoles por la tarde al domingo por la noche. La Copa se extenderá al máximo por todo el territorio. Es bonito que ese ambiente de fiesta se respire en cuantos más sitios mejor. Se lucirá a Calle Larios con la Fan Zone, Carranque acogerá la Minicopa y el papel del Carpena es de sobra conocido. El pabellón posee todos los condicionantes para un evento de este calibre. Se vivirá una atmósfera de baloncesto en un sitio que lo respira por todos los poros. Todo, semanas después de acoger los Premios Goya.
Ocho equipos, tres días y un título. Ingredientes premium para un torneo espectacular. Málaga se poblará de visitantes (se echará de menos la viveza de la afición del Baskonia) y de buen rollo. La Copa del Rey es la punta de lanza de una apuesta decidida por el deporte en un año clave. Un 2020 para enseñar músculo. El torneo del K.O., cuya entidad es de segundo plato, abre el menú.
El Unicaja volverá a ser anfitrión, por cuarta vez. Tiene ante sí, más con la trayectoria reciente, una oportunidad histórica para luchar por el título. De su última Copa se cumplen 15 años. La suerte depende de él, pero habrá pocos momentos con mejores rutas a la gloria.
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