La ayuda del Doctor Dish

Málaga/Desde hace unas semanas hay un nuevo fichaje para los entrenamientos del Unicaja. El baloncesto evoluciona y existe maquinaria y tecnología nueva para ayudar. El nuevo inquilino del parqué del Carpena es el Doctor Dish. Así se llama la marca de la máquina que escupe balones de manera inteligente a los jugadores para que estos trabajen el tiro con mayor calidad.

La máquina semeja aquellas que se pusieron de moda años atrás en el tenis, que lanzaban desde el otro lado de la pista con diferente fuerza y colocación las bolas amarillas. También ha llegado al baloncesto y el Unicaja se ha decidido a incorporarla. Una red cubre el perímetro de la canasta para facilitar que las pelotas vuelvan al redil. Se pueden meter más balones, pero cinco es el número ideal. Y el programa ofrece posibilidades infinitas, tanto de duración como de frecuencia, dirección de la bola... Las que salen rebotadas más altas y no cubre la red se incorporan manualmente por la parte inferior.

Es habitual ver a los jugadores del Unicaja al final de cada sesión de entrenamiento trabajando el tiro. Uno de los más abnegados es Alberto Díaz, que ha mejorado a base de ejercicios de repetición, día tras día. También el canterano Ignacio Rosa es de los que perfecciona el lanzamiento. La máquina permite a los entrenadores encargados de estar pendientes de las modificaciones técnicas en la rutina de tiro que deben realizar a los jugadores y que pueda lanzar más veces en menos tiempo. Acelera y facilita el trabajo.

La máquina tiene un precio de unos 6.000 euros. Se pueden hacer hasta 1.600 lanzamientos en una hora y la fuerza es ajustable para entrenar desde cualquier distancia el lanzamiento, con posiciones específicas, con la bola más alta o más baja o programas random con los que la trayectoria es imprevisible. Permite ver porcentajes de tiro por ubicación, tiros de dos, tiros de tres y tiros libres en tiempo real y en pantalla LCD inteligente. Ahora mismo no es aún viable, pero la idea en el Unicaja sería implementar que cualquier jugador dispusiera del permiso para entrar en el Carpena y utilizar la máquina cuando quisiera hacer sesiones de tiro a cualquier hora.

En la NBA ya es moneda común el uso de esta maquinaria desde tiempo atrás y en Europa los clubes punteros ya tienen incorporada en la rutina de trabajo. El Unicaja se suma también para facilitar el trabajo de sus jugadores en el perfeccionamiento de la suerte suprema del baloncesto.