El cambio físico de Tyson Carter

Desde que llegó a Málaga, el de Misisipi ha cogido cerca de seis kilos de músculo, mejoría clave en su desarrollo como jugador

MVP de la pasada jornada

Carter, en una sesión de fotos.
Carter, en una sesión de fotos. / ACB PHOTO

Málaga/Aún genera dulzura la exhibición de Tyson Carter en Andorra, la mejor actuación individual del Unicaja esta temporada con el 30 de valoración. Un extra de méritos por hacerlo en este Unicaja, con un reparto del pastel tan equitativo y sin jerarquías, aunque al de Misisipi se le considera internamente un jugador estructural. Genera una sobrereacción por su forma de transmitir en la pista, al peso tiene poco parangón en esta plantilla en cuanto a talento. Los fogonazos de un jugador de Euroliga sin discusión, quizá el siguiente paso sea prolongarlo, como por ejemplo ha conseguido Kendrick Perry, algo más que un hermano mayor dentro del vestuario. Carter prosigue su evolución como jugador de baloncesto, es todavía su quinta temporada como profesional, con demasiados déficits al llegar a Málaga pero el Unicaja tuvo toda la paciencia del mundo para moldear a un jugador que se divisa élite. Su crecimiento como base, manifiesto desde la temporada pasada, supuso un paso en ese proceso en el que está inmerso. La forma de entender el baloncesto, registros que se amplían a los 25 puntos que sumó en Andorra, es un jugador rico en lecturas, que entiende el juego, con un buen porcentaje en sus decisiones. Ese salto va acompañado a su evolución física, un tronco más potente, con capacidad de aguantar contactos e imprescindible atrás, además de ese punto para soportar el ritmo endiablado que caracteriza a este Unicaja. Por mil razones.

Siempre se ha deslizado desde el Unicaja. El jugador que fichó el Unicaja en 2022 estaba por hacer, física y tácticamente. Ambos parámetros van actualmente a una altura parecida. Digiriendo ese MVP a Carter, Alberto Miranda y Paco Aurioles, ayudantes de Ibon Navarro, hablaron del estadounidense en Zona Verde de 101TV, de su desarrollo y el cambio de mentalidad. "Hay una evolución clara de Carter como base. Pesaba 74-75 kilos cuando llegó y está ya casi en 80. Es músculo. Ha ganado mucho músculo. Es un jugador muy adaptable a esas posiciones. Era un anotador muy salvaje, muy buen lector de juego, es capaz de involucrar a los compañeros. De hecho, cuando juega de base, solo se preocupa del número de asistencias, que habla bien de su mentalidad. El haberse liberado del puesto de uno, al volver Alberto, y tener la posibilidad de jugar como siempre la ha hecho, sin esa preocupación por pasar, pues le viene esa confianza en el tiro que siempre ha tenido. Puede meter 25 puntos cualquier día, es una cuestión de su mentalidad y cómo afronte los partidos", destaca ese aumento muscular, fácilmente perceptible. Y el hambre en esa ética de trabajo establecida, hay trabajo detrás a la hora de convencer al jugador de ese camino, la única fórmula hacia la subida de escalafón. Tiene aún 26 años, todavía lejos de su madurez.

"Estamos contentos con la evolución de Carter. Llegó aquí un jugador que no estaba terminado, era un gran proyecto. Así lo vio el Zenit por ser un proyecto de Euroliga. Lo sufrimos con el Lavrio. Iba un poco por libre y parecía que no se iba a adaptar a nuestras normas, pero es un chico educadísimo, que se ha adaptado al juego de conjunto perfectamente. No solo la anotación, también como pasador. En defensa es bueno parando uno contra uno. Nos tiene alucinados esa evolución como base, porque ese puesto es el más complicado. Se ha adaptado muy bien. La responsabilidad del principio no tenía la claridad del final del año pasado, pero otra vez ha vuelto a ser un jugador que hace muchas cosas. A él le gusta ser base, a nosotros de escolta también nos gusta porque produce mucho. Como base puede decidir si pasar o tirar, con mucho tiempo con el balón en la mano. Está muy cómodo. Este es el partido donde lo ha dejado claro. Lo vemos como un jugador de gran proyección", muestra fe Paco Aurioles. Refleja el concepto que se tiene de Carter en el club. Habrá días donde no esté, su estado de ánimo se ve reflejado en su baloncesto, algo parecido le ocurre a Osetkowski, pero son jugadores tan extraordinarios que te colocan en otro nivel. El partido de Andorra le ha metido en el candelero mediático, como ocurrió con esa semana mágica en Badalona, también ese MVP llegó antes de tiempo. En este camino, ese cambio físico imprescindible en su progresión.

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