El compromiso de Ejim

Llegaba algo dolorido el Unicaja a la final de Copa. Algunos jugadores arrastraban problemas a lo largo de una semana que ha sido de máxima exigencias, tanto a nivel físico como mental. Melvin Ejim era uno de los tocados, renqueante de su hombro izquierdo, lleno de cintas de forma aparatosas para encontrar el feeling. El canadiense ha jugado infiltrado en los dos últimos partidos, compromiso total del ala-pívot, con el riesgo además de agravarse esa dolencia. Pero la ocasión merecía asumir ese riesgo. No se le notó mucho sobre el parqué ese dolor, difícil tratándose de un jugador que imprime una energía máxima en todas sus acciones.

Ahora con el parón, habrá que evaluar esa zona. No se puede permitir el Unicaja perder más efectivos a medio plazo, una de las claves de la buena sintonía es contar con un fondo de armario amplio. Vendrán bien estas semanas para poner a punto a todos los tocados, con el sabor de boca agradable de haber completado una Copa del Rey extraordinaria, pero estamos en febrero aún, y ahora empieza otra temporada dentro de la misma. No solo Ejim, también preocupa el estado de Djedovic, al que se le harán pruebas en las próximas horas, a la espera que aparezcan más problemas, es normal. Lo importante es que la Copa ya está en Málaga, ya habrá tiempo para preocuparse de lo demás.