La cuarentena de un árbitro: la experiencia de Hierrezuelo

El malagueño da a conocer su rutina durante el tiempo de confinamiento, que supone un fuerte contraste con su vida profesional en competición

Dani Hierrezuelo, en una imagen de archivo.
Dani Hierrezuelo, en una imagen de archivo. / Javier Albiñana
Jesús María Noguera

04 de mayo 2020 - 05:56

Los árbitros son las únicas personas, a excepción de los jugadores, que corren por el parqué. Parte fundamental del juego, son los encargados de impartir justicia. Al igual que los profesionales, su labor durante el tiempo de confinamiento no es sencillo. Siguen las horas de vídeo como modo de reciclaje continuo y empieza una lucha porque no haya merma en la condición física con vistas a una posible vuelta a la competición. Málaga tiene a un representante al más alto nivel, en la élite europea. Se trata del archiconocido Dani Hierrezuelo, que cuenta para Málaga Hoy cómo vive estos días de cuarentena por el coronavirus.

"Intento hacer una rutina semanal y tomarme la semana como si estuviera en casa. En mi caso es difícil porque estoy poco. Intento hacer lo que hace cualquier familia. Durante la semana ponerme una serie de horarios, tanto para levantarme como para acostarme. Divido por días las labores de la casa y de ir a comprar y todo eso lo encajo con reuniones que hemos tenido a nivel arbitral, trabajos online...", relata el árbitro, que continúa: "Todos los días hago entre 40 minutos y una hora de entrenamiento, que voy cambiando. Hay días que hago algo de carrerita y otros días fuerza o elasticidad. Después de salir al balcón tengo un partido de fútbol con mi hijo en el salón y esa es la rutina. Los fines de semana tenemos mucha más libertad, quedamos con amigos para charlar, nos tomamos una copa, en mi vida me la había tomado en casa y ya llevo unas pocas...".

La preparación física no esconde muchos secretos. "Tenemos una guía de cómo trabajar, pero cada uno en función de las necesidades fisiológicos o de los problemas que puedas tener en algún tipo de musculatura cada uno hace su ejercicio específico para fortalecer. Yo personalmente no he sufrido ningún tipo de lesión y puedo trabajar bastante aleatoriamente. Voy intentando buscar la diversidad para no entrar en la rutina que te lleve al aburrimiento o te lleve a dejar de lado el ejercicio que es tan importante", explica un colegiado con los partidos más granados del continente a sus espaldas, son ya más de tres décadas con un silbato en la boca.

Luego está la parte de vídeo, imprescindible para seguir con esa chispa visual y para seguir ganando herramientas para situaciones críticas a resolver en pocos segundos en directo. "Estamos viendo partidos, recibimos 20 preguntas semanales de reglamento que tenemos que ir repasando, vídeos de jugadas que tenemos que analizar. Seguimos en continuo trabajo. Eso es fundamental para mantener la tensión de cara a que haya alguna viabilidad o posibilidad para empezar de una manera inminente en junio o julio. Hay que estar preparados para eso y mirar con positivismo", comenta el malagueño, que ahonda: "Es algo que hacemos inclusive con la temporada activa, es un trabajo continuada que tenemos semanalmente. El árbitro no solamente sale al campo una hora y media y se va, tiene un trabajo continuo de análisis, de valoración, de repasos del reglamento... Todo ese trabajo continúa y nos ayuda a estar activos mentalmente y preparados".

La ACB y la Euroliga, donde desempeña su función Dani Hierrezuelo, tiene la firma convicción de terminar sus temporadas. "Mi sensación parten de la base que soy positivo y que siempre lo veo todo con mucha positividad y siempre creo en que todo se va a solucionar. Creo que vamos a poder terminar. Es bueno porque es bueno para los clubes, pero también para el país, que necesita una reactivación y que la maquinaria funcione y parte importante es el deporte. No sólo engloba a jugadores, entrenador, también a muchas personas involucradas. Periodistas, televisiones, personal de mantenimiento... Creo que es necesario y que se haga de manera muy controlada y bajo unas medidas de seguridad establecidas, pero es muy importante. Es necesario que el país se reactive", razona.

Él es el presidente de la Asociación de Árbitros de la Liga Endesa. El resto de compañeros no le transmitieron incertidumbre ante la vuelta. "Te puedo asegurar que desde el colectivo nadie transmite ese miedo, todos tenemos claro que si las autoridades y la ACB deciden continuar será desde unas medidas fiables y nos permitirá estar tranquilos. Nos ponemos en manos de la liga que es la que maneja estos controles a llevar. Estamos convencidos de que será con la mayor pulcritud. No hemos tenido hasta ahora ningún caso de asociado que piense lo contrario", afirma, mientras ve el vaso medio lleno en el asunto de los partidos sin público: "Yo he arbitrado alguno por circunstancias excepcionales. El ruido de un partido es totalmente diferente, pero es un partido de baloncesto donde la calidad y los jugadores se va a poder disfrutar de igual manera. Hay que adaptarse al momento y al tiempo y buscar una solución que es lo mejor para todos".

Este fenómeno es algo totalmente inusual para Hierrezuelo, acostumbrado a varios vuelos semanales. "Llevo el mismo tiempo en casa que paso durante un año. Es una situación totalmente anómala y en mis últimos 25 años no había vivido algo así, nunca. Es raro estar una semana completa en mi domicilio", asegura entre risas el malagueño, que da a conocer su labor solidaria, su granito de arena para soportar ese huracán llamado COVID-19: "El cuerpo y la mente se adaptan a todo y uno intenta tomarlo de la manera deportiva que hay para tomar estas cosas. Es difícil porque es difícil de gestionar y manejar, pero intentando desde la humildad ayudar al prójimo y hacer todo lo posible por echar una mano en lo que se pueda. Nosotros somos propietarios de una caseta de feria en la Feria de Málaga y estamos echando una mano en un comedor social recogiendo comida y llevándola".

Se siente orgulloso de la colaboración ciudadana, más ahora en plena fase de desescalada. "Estoy sorprendido de ver las calles y el control de la población cuando a lo mejor las respuestas por parte de nuestros dirigentes no son lo suficientemente claras o contundentes. Es difícil de evaluar porque vivimos una situación indescriptible e inesperada para todos. El comportamiento de la población está muy encima de las respuestas. Hay que mirar hacia adelante y en este sentido la manera de salir es la unión de todos porque no es sólo lo que vivimos, también lo que nos queda. La reconstrucción de tanta destrucción de empleo", termina. .

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