David Kravish, cuando se pone...
Engranaje silencioso de este Unicaja, el pívot se libera con una gran versión ante Manisa, su mejor partido de un curso condicionado por los invisibles problemas físicos. "Estoy mucho mejor", expresaba
"El Unicaja es un ejemplo para todos"

Málaga/El baloncesto del Unicaja flota cuando David Kravish se pone a jugar. Poco que extraer en el balance ante Manisa, salvo esa aparición brillante del pívot americano, cuyo sello de jugador estructural de este equipo se mantiene. Condicionado en una temporada marcada por problemas físicos, los más problemáticos en su rodilla, Kravish necesitaba un partido de ese nivel, y el timing es interesante con esa Copa del Rey que llega en dos semanas. Claramente de esos jugadores, Ibon lo mencionaba recientemente, con un margen amplio para alcanzar su nivel. Jugador sobre el que orbitan los sistemas, patrulla atrás, orquesta delante, da una luz al juego que no ofrecen Sima y Balcerowski. Al Unicaja le faltan muchas canastas de Kravish esta temporada, esa mano de seda desde cuatro metros, tan fiable y olvidada, porque es un registro donde el equipo ha sacado un potosí tras otro. Su cuerpo tiene que darle los permisos para sumar esa continuidad, e Ibon apoyarlo en esa política de rotaciones tan especial y complicada.
Enrabietado tras no jugar en Girona, permaneció en Málaga con un plan específico, Kravish firmó ante Manisa 8 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias, 3 tapones y 17 de valoración en casi 18 minutos. 4/5 en tiros, tiene mala gestión con el error y es importante el primer o segundo intento. Y el cambio de energía dentro y fuera, hasta hizo varios gestos a la grada, poco comunes en el de Illinois, descargando rabia y algo de liberación. Se ha perdido ocho partidos esta temporada, solo Djedovic y Tillie tienen menos presencia. Motivo que explica, entre otros, a este Unicaja tan irregular desde octubre, aunque en este equipo es difícil medir el grado de dependencia. Siempre ha tenido una precisión quirúrgica Kravish en producir, una facilidad instintiva de rozar dobles dígitos en puntos y rebotes. Númericamente es su peor temporada desde que llegó a Málaga, bajo ese condicionante especial de su físico. 7.7 puntos, 3.5 rebotes y 8.1 de valoración, con un 54.3% en tiros de dos (61.3% y 56.3% fueron los anteriores) y un 37% en triples. No se le ha parado de verdad, tampoco encontró el Unicaja el momento, con una enfermería además cruel en las últimas semanas.
Kravish habló tras la victoria ante el Manisa, el gran reforzado de una noche rara en el Carpena. De esos problemas físicos, el cómo se ha tratado y el próximo paso. "Estoy muy agradecido al club, a los fisios, a los entrenadores. Hemos luchado contra varios temas, diferentes lesiones que he tenido, pero estoy muy agradecido por cómo se han comportado conmigo. Me han dado el espacio que necesitaba para mejorar y recuperarme, así que estoy muy agradecido, también me siento mucho mejor", calmaba el americano, poco habituado a ese estrado del Carpena, donde también habló del momento grupal, la gestión de esfuerzos de este Unicaja y que deja partidos como el del Manisa, donde el equipo tuvo desconexiones. "Llevamos tres años jugando juntos como compañeros. Es verdad que nos conocemos mucho. Sabemos qué esperar de cada uno y puede que en algún momento nos relajemos, sobre todo al principio, para luego esperar y remontar. Es la bendición de tener continuidad y química, son cosas que nos pueden pasar. Necesitamos la ayuda de nuestra gente, pero la responsabilidad de traer la energía y la determinación cae en nosotros. Somos capaces de arreglar las cosas. Y vamos a mejorar ahora seguro", explicaba Kravish, que acaba contrato en junio, aunque hay una opción de ampliarlo hasta 2026. Muy valorado por compañeros y técnicos, con una actitud intachable.
También te puede interesar
Lo último