La tribuna
Los muertos de diciembre
Unicaja Baloncesto
Darío Brizuela ha caído de pie en Málaga. Un fichaje anhelado, con una potente intrahistoria detrás de la operación, que ya tenía los aplausos del Carpena en su presentación. El escolta, pura energía, se los ganó después en la madera. "Estoy contento solamente porque ganamos, para mí es lo más importante. Salió bien, en un partido bastante intenso y estoy super contento", explicaba en los micrófonos de Cope en vestuarios.
El vasco fue básico en la reacción del Unicaja en el tercer cuarto, con siete puntos casi seguidos. Fue el mejor escudero de Jaime FernándezJaime Fernández. "En la primera parte estaba muy acelerado y no hice un buen trabajo. En la segunda parte supe calmarme un poco, empezamos a empujar y aporté un poco más. Solucionamos varias cosas, pudimos remontar y fue bastante bueno", decía de su partido, mientras mostraba ambición: "Me centro siempre en lo malo, fallé muchos tiros fáciles y no tomé muchas buenas decisiones. Es algo que voy a ir mejorando, sobre todo cuando me asiente más y esté más hecho al pabellón, que estuvo increíble".
"No se le puede pedir más a la vida", aseguraba sincero en su presentación el menudo jugador, que vive días felices: "Desde que vine me he dado cuenta que es un equipazo, todos los jugadores son buenísimos. Lo que necesitamos es coger una buena racha y seguro que este equipo acaba en la zona alta de la clasificación que es donde merece estar".
Se le vienen más acontecimientos, como su estreno en la Eurocup ante el Oldenburg el martes. "Es mi debut e intentaré hacer mejor trabajo que el sábado", afirmaba Brizuela, que tiene mucha hambre y poco vértigo: "Esta semana fue una locura, pero desde el jueves que llegué todo el mundo me aceptó bien. Además tengo la ayuda de Jaime y Alberto que los conocía antes y también conocía al cuerpo técnico. Estoy muy contento, haciéndome a la ciudad, pero sé que en nada estaré en plenas condiciones para aportar".
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