¿Qué demonios hace el Unicaja en Singapur?

El Unicaja está en Asia para disputar la Intercontinental porque es el continente que la FIBA considera estratégico en el crecimiento del básket

El equipo toma contacto hoy con el Singapore Indoor Stadium

La llegada a Singapur

Osetkowski, Perry y Kravish,durante el viaje.
Osetkowski, Perry y Kravish,durante el viaje. / Instagram

El futuro del mundo, sostienen no pocos economistas y expertos en geopolítica, está en el Estrecho de Malaca, allí donde el Unicaja llegó a media tarde del lunes en hora local para jugar la Copa Intercontinental. La lengua de mar que se cuela entre la isla de Sumatra y la península que corona Singapur y su propio estrecho conecta China, India y el Sudeste Asiático entre sí, además de los países productores de petróleo de Oriente Medio con China, Japón y Corea vía marítima. Casi un tercio de la humanidad vive en esta zona y el 25% del comercio mundial pasa por el estrecho que recuerda también el nombre de la Málaga fenicia. 

De alguna manera, la FIBA ha comprado esa teoría. Los dos últimos mundiales de baloncesto masculino los celebró allí (China’19 y Japón-Indonesia-Filipinas’23). El de 2027 también será en Asia, pero en Catar, de donde es Saud Ali Al Thani, el actual presidente del organismo que rige el baloncesto universal. Europa con frecuencia cae en el ombliguismo de ser el viejo continente y mirar con superioridad al resto. Sí, el baloncesto europeo es el mejor tras el estadounidense, pero hay movimientos tecnónicos importantes en la sociedad mundial y el deporte suele ser un buen síntoma de cómo gravitan esas fuerzas. 

El preámbulo sirve para entender por qué demonios está el Unicaja en Singapur, una avanzada pequeña ciudad-estado de unos seis millones de habitantes en un territorio con más de medio centenar de islas y que es el segundo país con mayor densidad de población de la Tierra tras Mónaco (8.500 habitantes por metro cuadrado). La pregunta se la ha hecho más de un aficionado cajista. Asia es un territorio en el que la FIBAve un potencial de crecimiento muy grande. Existe dinero para atraer eventos, una población gigantesca y el baloncesto es un deporte cada vez más universal. “Este acuerdo sirve tanto para la realización de un sueño del baloncesto que se remonta a las generaciones anteriores, así como una plataforma de lanzamiento hacia la era futura del baloncesto mundial. Singapur, como crisol de culturas, es quizás el lugar ideal para dar vida a esa visión”, comentaba el Secretario General de FIBA, Andreas Zagklis, cuando en 2023 anunció un acuerdo trianual para celebrar la Copa Intercontinental en Singapur. La pasada edición ya se celebró allí, con victoria del Sesi Franca brasileño ante el Bonn, que se había coronado meses antes en el Carpena en la Final Four de la BCL. Un buen aviso para el equipo malagueño. Y en 2025 volverá a acontecer en el país asiático según el acuerdo rubricado. 

No es sólo es la FIBA la que está metida en el ajo, también la NBA, que presenta en esta edición a un combinado de la G-League, la liga en la que desarrolla a sus proyectos (una suerte de competición de filiales), y que también controla la Basketball Africa League, evento con 12 equipos de Senegal, Ruanda, Egipto, Libia, República Centroafricana, Sudáfrica, Uganda, Burundi, Marruecos, Angola, Nigeria y Túnez, que se desarrolla de manera intensiva de marzo a junio con alto volumen de partidos y que coronó como último campeón al Petro de Luanda angoleño, que será rival del Unicaja en la primera fase.

Probablemente no es la mejor manera de avanzar en la preparación de la temporada 2024/25 dos viajes de 20 horas con los consiguientes cambios horarios y problemas de sueño, pero no deja de ser un problema de rico. El Unicaja está en Singapur porque conquistó la BCL en Belgrado. E igual que allí en un primer momento pudo chocar algo la frialdad y la ausencia de público en la capital serbia y al final se valoró mucho el título, igualmente estar en Singapur a una plantilla que en su 80% ha vivido este proyecto desde su génesis en el verano de 2022 es un caramelo que le ilusiona. Sólo había que ver las fotos y vídeos que compartían los jugadores a través de las redes sociales en el camino y a la llegada al país asiático. Es también como club, aunque se entiende que se está en pretemporada, un objetivo claro, es imagen de marca, competir en la pista con los campeones de las distintas zonas geográficas del mundo. Y el cuerpo técnico se lo está tomando con la mayor profesionalidad en el análisis de los contrarios. 

Es un título cuyo nombre vende, la Copa Intercontinental. Y, siempre se ha dicho, la vitrina de Los Guindos se ha abierto menos de lo que quizá ha pesado el Unicaja en el baloncesto en las últimas décadas. Es una oportunidad también de hacer fondo de armario. El torneo se inició en 1966 como secuela del Torneo de Navidad que el Real Madrid celebraba, pero ha pasado por varias etapas de barbecho. Duró hasta 1987 con diversas denominaciones, reapareción en 1996 de forma fugaz y después emergió en 2013 de nuevo, primero con equipos de Euroliga, acuerdo que se quebró rápido, y desde 2017 es el campeón de la BCL quien la disputa. 20 equipos diferentes han ganado el torneo en alguna ocasión. Real Madrid (cinco), Varese, Akron Wingfoots y CB Canarias Tenerife (tres), Pallacanestro Cantú y Flamengo (dos) y Obras Sanintarias, Franca, MAccabi Tel Aviv, Barcelona, Guaros de Lara, Barcelona, San Pablo Burgos, Maryland Terrapins, Virtus Roma, Zalgiris Kaunas, Olimpia Milano, Panathinaikos, Olympiacos y AEK Atenas.

La agenda de esta semana comprende un Media Day este martes con los medios desplazados hasta el país asiático y el entrenamiento a las 17:30 horas (11:30 en España) en el escenario del evento, el Singapore Indoor Stadium, con capacidad para 12.000 espectadores. Mismo horario que el miércoles. Ya el jueves comienza la competición con el Petro Luanda angoleño (14:00 en España), mismo horario que el día siguiente con el Al Riyadi libanés. El equipo va acompañado de unos 50 aficionados y personal del banco. El club no ofertó viaje colectivo porque logísticamente era complicado y salía cercano a los 3.000 euros, pero no estará solo en el torneo. Tendrán actividades variadas que realizar durante la semana. El sábado es día de descanso competitivo para el Unicaja, no así para otros cuatro equipos del torneo, aunque la FIBA realizará una actividad de su Hall of Fame. El domingo será la jornada final, en la que hay tres partidos, por el primer (13:00), tercer y quinto puesto. El equipo malagueño espera estar en ese partido decisivo para ganar el título y entrar en una lista de ganadores lustrosa. No se cruza medio mundo para regresar con las manos vacías...

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