Un descarte que es un dilema

Los cupos de la BCL obligan a dejar fuera a un jugador no de formación; entrará Mario Saint-Supéry e Ibon deberá descartar, en principio, a un exterior

"Ganas de revancha con la BCL"

Así son los rivales

Mario Saint-Supéry bota el balón.
Mario Saint-Supéry bota el balón. / Carlos Guerrero

La configuración de la plantilla del Unicaja comprende a 14 jugadores esta temporada. Está Augusto Lima en la fase final de la recuperación (algún mes le queda por delante) y Mario Saint-Supéry es considerado jugador del primer plantel a todos los efectos aunque el pasado viernes tuvo minutos con el equipo EBA en su partido ante el Jaén, donde completó un buen partido aunque acabó con calambres y los gemelos subidos. Fue sólo un susto y al día siguiente ya estaba entrenando.

Ya se contaba con ello en la configuración de plantilla, pero tendrá que haber rotaciones en la BCL porque ahí se exigen cinco jugadores de formación y no cuatro como en la ACB. Hasta ahora, en la competición doméstica, ha sido Saint-Supéry quien se ha quedado fuera (se vistió en Zaragoza por Diop pero no jugó), pero por ese tema burocrático debe entrar para cumplir con los cinco cupos. La contrapartida es que debe quedar fuera un jugador sin consideración de español. Es decir, Alberto Díaz, Nihad Djedovic, Jonathan Barreiro y Yankuba Sima estarán en el roster en Hungría, pero quedará fuera uno de los ocho americanos (siete estadounidenses y un canadiense) del equipo. Por las características de Saint-Supéry, debería ser sobre el papel un exterior, uno de estos cuatro: Kendrick Perry, Tyson Carter, Tyler Kalinosko o Kameron Taylor. Cada uno tiene su peso y su jerarquía en el entramado. También podrían ser, si se reestructura, Melvin Ejim, Will Thomas, David Kravisk o Dylan Osetkowski. Primarán no sólo criterios deportivos sino también físicos, lógicamente, para las rotaciones.

Será una situación que se plantee en cada partido de la BCL siempre y cuando no haya lesionados que eviten esa decisión. Cuando se marchó Brizuela y se fichó a Taylor se abría también un hueco para Mario Saint-Supéry para que se desarrolle y vaya cogiendo vuelo, sobre todo en una primera fase que en principio no debería ser tan exigente como la ACB. Hay ganas de verle rodarse con los grandes. Ha insistido alguna vez Ibon en que es un jugador a todos los efectos del primer equipo pese a sus 17 años.

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