Super Micro Computers
Qué hay detrás de esa tablet que consulta Ibon Navarro
Marcos Cerveró y Arantxa Pareja, preparadores físicos del Unicaja, describen en qué consiste su labor para 'Málaga Hoy'
"Llevamos preparando la Final Four de Belgrado algunas semanas, antes incluso de clasificarnos", afirman
El Unicaja ya está en Belgrado
Hasta tres televisiones darán la Final Four
Marcos Cerveró y Arantxa Pareja, preparadores físicos del Unicaja, abren las puertas de su laboratorio a 'Málaga Hoy', un océano de datos de difícil encaje pero, una vez resuelto el Tetris, convierte a una plantilla de hierro, que es capaz de competir en un pico durante nueve meses y apenas descender. Y una de las tablets más famosas de toda Málaga, frecuente ver a Cerveró acercarse a Ibon Navarro durante los partidos y consultar. "Si viene Ibon es porque quiere saber algo, siempre trato de no molestarle en los partidos (risas). Intento ayudar a Ibon cuando me pregunta, también hablo mucho con los jugadores en el descanso. Pero normalmente me suelo dirigir a los asistentes", explica Cerveró. Suele aludir con asiduidad el técnico al preparador físico en sus comparecencias, esas "cargas" que optan a palabra del año en órbita Unicaja. Charla también enfocada a una Final Four de Belgrado. "El formato es bastante diferente a lo que seria una preparación de una Copa. En cualquier caso, en ambos casos, empezamos a prepararlo muchas semanas atrás, que a lo mejor no sucede, pero es algo donde tienes que estar listo", decían.
Antes incluso de superar al Promitheas Patras, trabajo de previsión y ponerse en el mejor escenario. "Pero sí vamos a decir que desde acabar la Ventana de febrero, ya empiezas a tratar de modular los esfuerzos para estar preparado en los momentos decisivos. Competimos todas las semanas, muchas de ellas con dos partidos; pero teniendo en cuenta que un poco más adelante puede haber un torneo de este tipo, que como he visto ha cambiado al final de semana. Esa capacidad de adaptación, de la que ya hemos hablado alguna vez, tiene que estar patente. Pueden pasar cosas como esta. Pero no es algo que empiezas a preparar cuando te clasificas para la Final Four, porque ya sería demasiado tarde. La forma que tenemos de trabajar va acorde a lo que intentamos hacer semana por semana. Hay modificaciones y cosas, pero no es algo que sea muy dispar en base a lo que trabajamos. En esta dinámica que tenemos con Ibon es quizá más sencillo, que si las cosas se hicieran con menos previsión y planificación. Lo que sí es fundamental es el calendario y los viajes. Lo que marca la preparación más inminente de una Final Four es el último partido que tuvimos fuera (Manresa) más el viaje, donde volamos el sábado, viajamos el lunes, el martes y también el miércoles (vuelta de Patras), entonces hay que dar un día extra a los jugadores porque hay otras cosas que gestionar, no solo las piernas. Entonces, este condicionante, dos semanas antes de la Final Four, que iban a ser tres, es de lo más importante en lo que teníamos planeado", desarrolla Marcos Cerveró. Ese adelanto de la Final Four trastocó, pero se pudo enmendar con el 2-0 en Patras. "Sí, porque tienes que hacer un ajuste a X días vista. Por eso era muy importante para nosotros conseguir el pase en el segundo partido, que a veces no se puede, pero para nosotros a nivel de planificación era un plus porque esta semana nos permite utilizarla para construir o descansar. Tienes una semana en la que puedes hacer cosas, mientras que si tuviéramos partido, eso te ata un poco más, y puede ser un poco menos adaptable. Contábamos con una semana vacía, porque en un principio la Final Four iba a ser del 3 al 5 de mayo. Al adelantarse, ha sido importante el ganar en Patras".
Volviendo a esa secuencia en la que se acerca Ibon Navarro y esos parámetros donde se puede fijar el técnico. "Vemos muchas cosas (risas). Aunque ahora os estéis fijando más, porque pasa muy a menudo, pero sí que tratamos de que el entrenador disponga del jugador el tiempo que necesite; sí es verdad que con el tiempo vamos aprendiendo de cosas que pasan durante los partidos, nos sirven para diseñar los entrenamientos y otros aspectos donde el entrenador viene a preguntarme porque soy yo el que tiene la respuesta. Pero, normalmente, el tema de gestionar la rotación y demás, a priori está en la mano del entrenador porque el jugador tiene que estar preparado para lo que se necesite. Si un día son 20, son 20; pero si un día Ibon necesita que sean 28, tienen que ser 28. Entrenamos para eso. Solamente que hay ciertas circunstancias, que en base a unas cosas que hemos aprendido, pues suele funcionar mejor si hacemos esto u aquello. Intento ayudar a Ibon cuando me pregunta, también hablo mucho con los jugadores en el descanso. Pero normalmente me suelo dirigir a los asistentes", precisa Cerveró. "Si al entrenador se le habla de un número de minutos, es algo que identifica; si vas a otras cosas, algo que no entiende. Conforme pasa el tiempo y ya nos conocemos, puedes hablarle de unos minutos con la demanda del partido. No es lo mismo un principio del primer cuarto que un final del último cuarto. No es lo mismo jugar tres minutos en el segundo cuarto que los segundos finales de un partido. Los ritmos de juego son diferentes. Va un poco por ahí. Pero en general trato de ser muy simples con ellos. Lo importante es que ellos tengan un feedback muy sencillo. Ten en cuenta que ellos están pensando en un montón de cosas, todo en tiempo real, como un ajuste de sistema. Entonces lo más simple de esa información, es quizá la más útil".
Archiconocida la longitud de la plantilla del Unicaja y un reparto de minutos equitativo, donde es atípico que un jugador pase de los 24-25 minutos. Una estructura más corta cambiaría el trabajo por completo. "Desde nuestro de vista sí. Tú entrenas a un jugador para la demanda que tendrá en un partido. Por eso es muy importante que en el principio de todo, no solo esta temporada, es muy importante aprender lo que el entrenador necesita, qué tipo de baloncesto quiere hacer, qué roster tiene, ya ahí entran las rotaciones. Digamos que sería hasta un deporte distinto. Si juegas 30 minutos o 20, la demanda es diferente. Luego debes tener un margen, porque ese de 20, un día se puede ir a 30 y tiene que hacerlo bien. Intentar además minimizar riesgos de lesiones. Evidentemente cambia la forma de entrenar, porque el tiempo que tu expones al jugador es distinto". Y el peso de tener trece jugadores. "Muy importante para nosotros. Es una herramienta más. Vemos que en concentraciones de selección nacional, cada vez se llevan más jugadores, incluso los suficientes para hacer tres quintetos, o incluso dieciséis para tener varios equipos de cuatro. Cuando tienes trece jugadores, además de un gran nivel, te permite gestionar muchas cosas en los entrenamientos; también te complica ciertas cosas porque tienes que ser ecuánime con todos. Pero generalmente es una herramienta que nos suma porque nos da más versatilidad en los entrenamientos. Eres capaz de hacer y forzar varias cosas. Nos da más capacidad de adaptar tareas a las necesidades que tenemos en un partido".
Qué pesa más en hacer un cambio, si un exceso de fatiga, otra línea roja o directamente el plan determinado de minutos. "En partido, normalmente lo que prima es la decisión del entrenador en función de lectura de juego. Para que haya un cambio en un partido, porque sea culpa mía, me tiene que saltar una alarma de algo. Son Mario y Jon (fisios) los que están pendientes de algo y me avisan, por eso estamos sentados juntos. Pero insisto que el jugador tiene que estar disponible para lo que el entrenador necesite. Y no debería haber nada, a nivel de minutos o carga, que tenga que ser prioritario para sacar a un jugador de la pista", afirma Marcos Cerveró. Las lesiones son inevitables, pero en estas dos temporadas, desde este concepto de plantilla, las lesiones se han podido minimizar. "De momento sí. Las lesiones evidentemente son parte del deporte, y el rendimiento viene ligado al número de lesiones del jugador. Primero porque estás sometiendo a la estructura a una demanda muy alta, y además muy a menudo. Es algo multifactorial. A veces pasa algo, te pones a buscar a ver si pasa algo, y dices 'pues no'. Hay muchos factores que no son controlables. Interno, externo, la vida del jugador, el descanso, la familia, estrés... Un montón de ese entorno socioafectivo de la persona. Y luego hay otros que sí se pueden controlar, que están en nuestra mano, lo mejor que podemos. Y dejar los menos cabos sueltos posibles. Ya digo que eso no garantiza absolutamente nada, más que minimizar cabos sueltos".
"Los jugadores llevan un dispositivo, el WIMU, que sí que tiene GPS, pero nosotros trabajamos con los sensores inerciales del dispositivo. Son sobre todo acelerómetro, giroscópico, aeroscopio; obtenemos valores, sí de lo que recorre el jugador, pero también de qué manera lo hace. Apoyos en la derecha e izquierda, impulsos, frenadas, falta de aire. Entonces va en el desarrollo del perfil del jugador. Se habla mucho de asimetría, y a veces la gente se lleva las manos a la cabeza cuando se detecta, y lo anormal es que alguien sea simétrico y se mueva de una forma simétrica, sobre todo en un deporte como este, cuando tienes un lado dominante o un área dominante, cuáles son las del rival en defensa. Para nosotros es muy interesante y útil a la hora de elaborar un perfil, y ver cómo fluctúa ese jugador en base a ese perfil, bien si se mueve de forma asimétrica dentro de su normalidad o si de repente es más simétrico, que eso significaría que está fuera de su normalidad. Desde eso a otros valores de carga, que nos ayudan a entender la demanda de ese jugador para ese momento concreto, relacionado a lo que le pide el entrenador evidentemente, y su perfil de jugador de baloncesto, como el impacto que pueda tener lo que nosotros proponemos como entrenamiento y sobre todo la demanda de juego dentro de los partidos", detalla Cerveró. Un volumen de trabajo que es mayor fuera de la pista que dentro, también más colectivo que individual. Bastante más colectivo, sobre todo ahora. Hay momentos de la temporada, incluso durante la primera fase de BCL, donde no tenemos dos partidos por semana, sí hay un poco más de trabajo, no tanto individual, sí que es verdad que muchos vienen de trabajo voluntario, tanto con entrenadores como con nosotros en el gimnasio, pero a nivel de pista individual no hay tanto volumen. Hay jugadores que son fieles al trabajo individual, que a veces son sesiones de diez-quince minutos, en otro momento de temporada son 25-30 minutos y el volumen colectivo es bastante menos".
"No usamos tantos parámetros, porque WIMU tiene herramientas que son bastante potentes. El software es muy bueno. Ya luego hay cosas que manejo en Excel, más duro de lo habitual. WIMU tiene análisis, recogida y análisis de dato, y otro de registro en vivo, pues este último es el que ve Ibon durante los partidos. Da información en tiempo real de parámetros, tanto de carga como de tiempo de trabajo, también uso ese para ver fase de juego, ritmo y otra serie de cosas. Lo que es el trabajo posterior, lo hago bien con el análisis de WIMU, u otros documentos que tenemos. Datos que usamos, no son tantos, pero usamos los mismos todos los días. Arantxa me mira porque sí son muchos (risas). Diría 25-30 diarios, aunque algunos nos los ves tanto. Hay uno que controlamos con los fisioterapeutas: el control de balance. Pueden consultar, más ojos viendo. Jon y Mario también nos dan una información valiosa de si han visto algo, que lo escriben y estamos concentrados al mismo tiempo. Hay mucha información, pero el tener tanto ya es ruido. Tienes tantas cosas... WIMU me da 250 variables cada diez milisegundos. No voy a mirar eso, para qué. Lo complicado es seleccionar qué tiene sentido para nosotros, lo que sea útil, y más allá personalmente no miro a lo mismo todos los días. El entrenamiento de hoy ha sido totalmente diferente al de ayer, por lo tanto hay una variable que no presté atención que hoy sí. Lo vamos definiendo conforme pasa el tiempo y aprendemos", desarrollan. Sobre cuál es el parámetro más rebuscado con el que se trabaja. "El tiempo de contacto de cada paso del jugador con su pierna izquierda y derecha, se me hace algo pretencioso porque es algo que no te puedes creer, pero al final sí nos da valores, por ejemplo cuando volvió Augusto, que tenía una asimetría de apoyo en ese parámetro muy importante, cojeaba un poco. Ahora está mucho más normalizado. Es llamativo".
Arantxa Pareja llegó al Unicaja hace dos años, desde entonces experimentando "un máster continuo. Llegué y tenía que aprender a hacer 50 cosas, mientras también te estás adaptando al sitio porque no soy de Málaga. Y cada club trabaja de una forma diferente. Ya habían estado trabajando años anteriores juntos, entonces tenía que aprender todo eso: cómo se comunican, coordinan, ese lenguaje particular, hasta hablar con los jugadores. La mayoría entienden castellano y saben hablarlo, pero hablarlo en inglés, saber comunicarte con cada uno porque la personalidad es distinta, tienen sus peculiaridades. Hasta cómo trabajan en el gimnasio, cada uno tiene su rutina o preventivo. Ahora es muy dinámico, lo hablamos mucho, porque ha habido un trabajo detrás al llegar a este punto. Se insiste durante un año a hacer ciertas cosas para que hoy se hagan de forma fluida y natural. Es complicado, pero he contado con bastante ayuda. Marcos está siempre dispuesto a ayudar, al igual que todos los compañeros, no solo de preparación física, también los fisios o los asistentes, yo les pregunto para que todos tengamos el mismo lenguaje. Tengo mucha suerte porque ellos siempre están dispuestos a ayudarme. Al principio se me hizo un poco complicado", reconoce. "Hice Ciencias de la Actividad y Física y Deporte, también un Máster de Optimización de Entrenamiento y Readaptación Físico Deportiva, y ahí es cuando conocí a Marcos. Hice unas prácticas en el club (final de la 21/22 y principio de la 22/23). Ahí vi desde una perspectiva general lo que se hacía aquí, pero fue a partir de este año cuando he aprendido a hacer otras cosas, por ejemplo lo que dice Marcos de la pista, el limpiar información; eso antes, cuando vine aquí, era imposible verlo, y ahora lo voy haciendo. También ayudo a Marcos a estar en el gimnasio, todo lo que es la alimentación, la proteína; tenemos un nutricionista, pero somos nosotros los que nos encargamos de que no falte nada. Parece una tontería, pero puede faltar un producto y no tenerlo".
Cerveró, del papel de Arantxa en el día a día. "Hemos sumado un elemento importante porque nos permite hacer más cosas, pero sobre todo que los procesos tengan más calidad. Hay muchas cosas que ella hace, que antes las tenía que hacer yo; o que yo no las podía hacer porque no podía estar en dos sitios a la vez. Por ejemplo, si tenemos una sesión por grupos donde hay jugadores en la pista y otro en el gimnasio, no puedo estar al mismo tiempo, con lo cual la información del trabajo de pista, la tenía que ver a posteriori y todo era más sucio, esos datos. Ahora, con Arantxa, ella puede estar en el gimnasio, o al revés, y todo está mucho más limpio y preciso, con lo cual la toma de decisiones la haces a través de una información más limpia y real que lo que se hacía antes. En ese proceso, ganas calidad. O si estamos en el gimnasio los dos, hay una persona para estar pendiente de corregir a los jugadores o dos personas para el mismo número de jugadores, con lo cual la atención que le puedes prestar al jugador es mayor. Hay muchas tareas de ejecutar que son más tediosas, pero las tienes que hacer, o tienes que comprender que son parte importante del proceso y que sobre todo lo que más me libera es mi tiempo de análisis. Ahora no echo tantas horas como antes, o de cosas que no me preocupo porque sé que están hechas".
"No me preocupo de algunas cosas porque sé que está ella. Son muchas tareas de logística, de las que depende el trabajo diario. Y Arantxa está muy pendiente de todo eso, entonces te asegura que es más difícil cometer errores porque tienes una persona a tu lado. A nivel de ejecución, es más fluido. Por ejemplo, esta mañana si vienen nueve jugadores a hacer su trabajo preventivo, y Dylan tiene una sesión voluntaria, pues llega y, si ve que estoy trabajando con alguien, pregunta a Arantxa y se lo explica y ya puede ponerse a trabajar, no tiene que esperar. Los chicos ven que tienen más atención porque hay dos personas, sobre todo ese proceso de análisis de información se hace de forma más precisa; ese trabajo de fuerza, que ella se encarga de recopilar, y cuando vamos a analizarlo está todo ahí. Sé que no hay fallos. Cuando estaba solo, ibas a destiempo y sabes que asumes ciertos riesgos. Ese es el gran salto de calidad desde que está Arantxa. Se puede hacer alguna cosa más, pero sobre todo que todos los procesos han ganado calidad y fiabilidad. Al tener trece jugadores, hay veces que uno se queda en Málaga y es Arantxa la que trabaja con él. Estamos sacando buenos trabajos compensatorios. El que no juega, podría entrar en peligro de desentrenarse o perder la rutina de trabajo, está ella aquí con Fran Vázquez, con lo cual muchas veces generamos una sesión compensatoria en pista. Nos reunimos y marcamos las pautas de trabajo, ella la monitoriza y me da el feedback y todo, luego en el gimnasio estoy tranquilo porque sé que está ella. El jugador también ve que tiene todo: preparador, fisio, entrenador... Eso ha sido un paso importante este año".
Marcos Cerveró volvió a Málaga en 2021, consciente del proceso del club en las últimas temporadas. "Es un club con una estructura increíble, con unos recursos tremendos, no hablo en lo económico. A Arantxa le digo que esto es Disneyland, que no todos los sitios son así. Me refiero a los recursos que el club está dispuesto a invertir en nuestra parcela. Eso no depende del presupuesto. He estado en sitios donde había mucho dinero, China o Astana. Pero la importancia que le daban a esta parcela no era acorde. Eso aquí es increíble. Y encima es un club chulo porque estás compitiendo por cosas. A estas alturas, me estoy volviendo a acostumbrar a Málaga, pese a ser de aquí, porque han sido ocho años fuera. Cada temporada vamos haciendo más cosas. Vamos muy fluidos con Mario y Jon. Muchas cosas que parecen sencillas, pero vienen de un trabajo de muchos meses y convertirlo en algo natural. Luego viene gente de fuera que se sorprende, decimos que es lo normal. Es muy chulo. Y encima siendo en Málaga, pues muy contento".
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