El entrenamiento invisible de Ibon Navarro
El entrenador, más allá de su trabajo en pista ha querido reforzar los lazos del grupo y lo llevó a comer tras su primera sesión
Es baloncesto, pero no sólo eso. Lo recordaba el maestro Alfonso Queipo de Llano poco antes de fallecer.Alfonso Queipo de Llano “La gente debe saber que el baloncesto no es sólo entrenar y jugar, debe haber una relación humana entre los jugadores y con los entrenadores. Si le gritas a un tío, debe saber que es porque hizo algo mal, pero después te tomas una cerveza con él. Salíamos de entrenar de Ciudad Jardín y nos íbamos a Calle Larios a cenar a cualquier tasca después”, rememoraba sobre sus tiempos de entrenador y directivo.
Seguramente sin haber oído a Queipo, o sí, también Ibon Navarro ha acudido en estos primeros compases al frente del Unicaja ese entrenamiento invisible para reforzar los lazos de un grupo al que veía triste. No desunido, pero sí necesitaba algo de agitación. “Haría falta algún gamberrete”, decía, resaltando la bonhomía del grupo, pero reclamando algo más de colmillo. Tras la primera sesión de trabajo de Ibon Navarro con sus jugadores, el técnico vasco se llevó a sus jugadores a comer. A ellos y a todo el staff. Tras una práctica en la que metió caña física y táctica, la plantilla estuvo más de cuatro horas entre comida y sobremesa junta. Se hará periódicamente.
“Hicimos algunas cosas de dinámicas de grupo para conocerles, para ver cómo se relacionan entre ellos, para forzar que hablasen entre ello. Las relaciones interpersonales en un equipo de baloncesto son claves, la clave de todo es eso. Y ahí, por cómo son las personas, había un déficit de química de equipo. No será la última vez porque no fue mal, hemos plantado una semilla pero hay que regarla. Porque no hay tantos jugadores que tengan ese carisma, igual Jaime. Son buenos chicos, pero muy buenos chicos. Falta un poco de alegría al vestuario y más en el momento en el que estamos”, explicaba Ibon Navarro sobre sus primeros pasos. Este parón se va a hacer largo y hay ganas de ver al equipo de nuevo, de ver si progresa en la línea mostrada ante Madrid y Fuenlabrada. Ya queda menos para el duelo ante el UCAM.
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