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Mikel Lejarza
Toulouse
Tecnyconta Zaragoza - Unicaja Baloncesto | Entrevista a Fran Vázquez
Málaga, Gran Canaria, Girona, Barcelona, Tenerife y Zaragoza. Seis ciudades que marcan el grueso de la trayectoria de Fran Vázquez (Chantada, 1983), uno de los mejores pívots de la historia reciente del baloncesto español. El gallego recibe este domingo al Unicaja en tierras mañas, donde vuelve a disfrutar del baloncesto. A los 35 años aún le recorre el gusanillo.
–¿Cómo va la temporada por Zaragoza?
–Bien, contentos. Mejorando registros del año pasado y consiguiendo el objetivo, que era salvarnos.
–12 victorias y 12 derrotas. ¿El play off es un objetivo?
–Nuestro objetivos es disfrutar de todo lo que venga. Obviamente si podemos ganar más partidos para tener más colchón pues mucho mejor, pero si viene algo más positivo como el play off bienvenido sea y lucharemos hasta el final, hasta que podamos.
–En verano hubo una gran remodelación en la plantilla. ¿Cómo ha sido el proceso de unión?
–Somos 10 jugadores, 10 jugadores con diferentes maneras de jugar. Es difícil, es difícil conjuntar eso. Los primeros meses fueron de mucha ayuda y ahora que pasamos esa fase, que fueron los tres primeros meses, el equipo ha ido a mejor. Hemos tenido una racha con cuatro partidos seguidos ganados al principio, que fue lo que nos dio vidilla. Ahora lo bueno es que todos vamos a una y es lo más importante a la hora de hacer equipo para conseguir los objetivos.
–Uno de los que sigue es Carlos Alocén, uno de los nombres del momento. ¿Cómo lo está viendo?
–Muy bien, es un jugador que trabaja todos los días más que nadie y que se va encontrando más cómodo. Últimamente lleva un último mes increíble, en el que muy pocos jugadores de su edad pueden estar. Disfrutar de él de cerca es una maravilla. Viendo todo el futuro que tiene por delante, si tiene lo que hay que tener, que es una cabeza bien amueblada y estar bien aconsejado, puede ser un jugador determinante.
–Ahora toca recibir al Unicaja, ¿sigue siendo un partido especial?
–Sí, siempre es especial. Es un equipo donde gané mi primer título, donde tengo muchos amigos y, sobre todo, porque me dio la oportunidad de jugar en ACB y disfrutar de una ciudad tan viva que le gusta tanto el baloncesto como es Málaga.
–¿Cómo está viendo al equipo?
–Un equipo como el Unicaja que intenta luchar por estar en finales o por títulos pues te entra fastidio. Si encima tienes amigos, te duele. Tengo amigos como Carlos Suárez, el delegado Javi Salvo o el fisio Mario Bárbara, que llevan toda la vida. Caer de primeras es un mazazo, sobre todo por la afición. Creo que había equipo para jugar la final de la Eurocup. Esa ha sido la derrota más grande que han podido tener. Le queda una moneda más que es estar en el play off e intentar luchar por ese título. Son buenos jugadores y creo que pueden luchar por ello y ser el Unicaja de años atrás.
–¿Le sorprendió la eliminación de la Eurocup?
–Sí, sobre todo, hablo de los partidos con el Alba. Tras haber ganado un partido ajustado y luego perder uno de 20 y otro perderlo tras ir ganando, la verdad es que me sorprendió. Son jugadores que muchos han jugado finales y que saben de qué va esto. Son momentos que un equipo puede pasar durante la temporada con tantos partidos y tantos viajes, siempre hay un pequeño bajón. Lo cogieron en el peor momento y ahora toca lamerse las heridas y seguir luchando. Es lo bueno que tiene el Unicaja, que siempre lucha.
–De tu etapa sólo quedan Alberto Díaz y Carlos Suárez. La temporada está siendo muy complicada para ellos con las lesiones.
–A veces les escribo para preguntarles cómo están. Sobre todo Alberto, que estaba lesionado y vuelve a recaer de la misma. Es un jugador importante, no sólo a nivel deportivo, también a nivel personal. A la plantilla le da mucho carácter. Carlos es un jugador también clave. Es el capitán y pone la intensidad en el campo, cuando no está se nota. Cuando ellos no están el equipo lo nota.
–También está fuera Jaime Fernández, con el que coincidió en la selección española en las ventanas FIBA.
–Estaba a un nivel espectacular. No sólo a nivel defensivo, también ofensivo. Era un jugador que lo hacía todo bien y tuvo la mala suerte de lesionarse. Sobre todo para el Unicaja porque era un jugador que en momentos calientes siempre salía y eso da pena. Los rivales tenemos una preocupación menos (risas). Tal como estaba, que se corte así es una pena.
–En verano dijo que no le importaba volver al Unicaja. ¿Estuvo cerca de otro regreso?
–Hubo contactos, hubo opción de que se diese, pero luego el club decidió apostar por otros jugadores y es entendible. Yo creo que el jugador sabe que jugar en Málaga es importante y un escaparate para dar tu mejor nivel. Quisieron apostar por jugadores jóvenes y yo lo veo normal, cada jugador joven necesita su oportunidad para salir adelante. Yo lo acepté y ya está. En ningún momento le tengo que reprochar nada al club. Era volver a casa, pero no pudo ser y quiero disfrutar igualmente del baloncesto en una ciudad como es Zaragoza.
–¿Por qué Zaragoza?
–Lo veía un proyecto nuevo, totalmente nuevo, y buscaban otro objetivo. El año anterior luchaba por no descender y quería que eso cambiase, que peleara por estar en media tabla. Quería ver cómo me adaptaba, mi principal objetivo era que la gente se ilusionase por el club de su ciudad. Elevar el nivel de Zaragoza con respecto a años anteriores.
–35 años, ¿le queda cuerda a Fran Vázquez?
–Sí. Estoy disfrutando del baloncesto en la pista y espero que siga durando si me respetan las lesiones como siempre me han respetado para disfrutar de la cancha como siempre he hecho.
–¿Se imaginaba una carrera así cuando empezó?
–No, sinceramente pensaba que mi objetivo era jugar en EBA o no jugar directamente. Cuando estás ahí no piensas en lo que va a pasar sólo en disfrutar. He tenido gente a mi alrededor que me ha ayudado a trabajar y a ponerme objetivos y cumplirlos. En ningún momento esperaba llegar a donde he llegado, estoy orgulloso de lo que he hecho hasta ahora. Espero que en el día de mañana se vea reflejado en cada revista o periódico que lea para recordar todos esos momentos tan maravillosos que he pasado jugando.
–¿Es uno de esos momentos tan especiales el hecho de que su hijo le viera jugar con España?
–Sí. Estuve en la selección y llevaba mucho tiempo sin estar. La Federación necesitaba que todos arrimáramos el hombro y la ilusión de un niño de seis años de ver vestido a su padre de España fue la guinda para poder volver y disfrutar. Ver su cara es de lo mejor que pude hacer. Tenía mucha ilusión y para mí es un orgullo.
–¿Qué fue decisivo para volver con la selección?
–Tengo buena relación con Jorge Garbajosa y con Sergio Scariolo y me dijeron si les podía ayudar en esta situación. Me senté y vi lo que podía aportar. Había que conseguir esa clasificación para China.
–¿Te queda alguna espina en tu carrera?
–No, las decisiones que tomé han podido gustar o no, pero estoy orgulloso de haberlas tomado. Hay momentos en los que he arriesgado y estado mejor o peor, pero he intentado hacer lo mejor para mí. Estoy contento, en ningún momento me arrepiento de lo que he hecho.
–Imagino que impresiona verse tan arriba en el Draft.
–Sí porque en ningún momento pensaba que tenía la oportunidad de ir a jugar a la NBA o estar en un Draft. Estuve a punto de ir, pero por temas personales lo tuve que declinar e intenté buscar otras soluciones. Estoy orgulloso de haber estado allí, fue un momento histórico, pero no me arrepiento porque necesitaba estar cerca de los míos.
–¿Qué le queda por cumplir?
–En todo momento he intentado disfrutar del presente. Cuando consigues títulos o cosas que ni creías, como estar jugando en equipos importantes y ganar cosas que pocas jugadores han podido tener. Es un plus más a tu felicidad, a tu rendimiento y a tu amor por este deporte. Todo lo que he hecho lo he disfrutado.
–¿Qué tiene pensado para después?
–Me estoy preparando para ser entrenador y cuando llegue ese momento intentar adaptarme a esa nueva vida . Lo más difícil es eso, asentarte cuando dejas de ser jugador. Mi intención es intentar ayudar a los jóvenes, poner toda mi experiencia y todo lo que sé en ellos, que lo necesitan.
–¿Piensa mucho en ese momento de la retirada?
–Lo he pensado en su momento, a ver cómo puede ser. Te lo imaginas, pero intento no pensarlo. Cuando tenga que llegar que venga y habrá llegado el momento de volver a la vida normal entre comillas y dejar el baloncesto como jugador. No sé los años que serán e intento disfrutar cada día como si fuera el último.
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