“El Unicaja es un súper club, sabe cómo ganar en campos difíciles”

Unicaja Baloncesto | Entrevista Himar Ojeda (Director Deportivo Alba Berlín)

El director deportivo del Alba de Berlín analiza la eliminatoria frente al Unicaja

"Ellos fueron capaces de jugar a un altísimo nivel durante mucho meses, el pero puede ser lo de la Copa, aunque podía pasar", dice

Himar Ojeda da una indicación en un partido. / Imago
Jesús María Noguera

28 de febrero 2019 - 05:39

El arquitecto del Alba de Berlín, rival del Unicaja en la Eurocup, es español. Himar Ojeda (Las Palmas de Gran Canaria, 1972) llegó hace casi tres años a la capital de Alemania para reflotar al principal equipo de baloncesto de la ciudad. Lo consigue el director deportivo, que atiende a Málaga Hoy camino del entrenamiento. Amplias reflexiones y anécdotas de un hombre que disfrutó del alto nivel desde todos los prismas.

–¿Cómo va la temporada?

–Está yendo muy bien porque hemos superado momentos durísimos de muchas lesiones, además todas en las mismas posiciones. Tuvimos varios instantes donde pensamos que todo se podía ir al traste. Pensábamos que llegábamos bien a la final de Copa, que además tuvo bastante mérito porque en uno de esos momentos nos tocaron los cuartos contra el Bayern en Múnich y estábamos en una situación jodida. Lo sacamos con el junior Jonas Mattissek metiendo 15 puntos. Íbamos sorteando todo eso bien y se nos escapó la final con un triple en el último segundo. Luke Sikma estaba enfermo y jugó porque tiene corazón. No había entrenado los tres días anteriores. Peyton Siva acababa de volver de una lesión y le falta ritmo. Nos queda un poco de mal sabor de boca porque llevamos tres perdidas en los dos últimos años. Tenía mucho mérito seguir vivos en la tres competiciones.

–Hay ganas de redención en ambos bandos.

–Es verdad que los dos llegamos con dos pequeñas decepciones. Más que reivindicarnos lo que queremos es tratar de dar un golpe de efecto moral de cara a nuestro entorno. Sabemos lo que significa el Unicaja y superarlos sería una inyección de moral muy buena para lo que queda de curso.

–¿Cuánto les alivia la vuelta de Peyton Siva?

–Para nosotros es muy importante porque estamos un poco condicionados por la experiencia. Es decir, tenemos jugadores de mucha calidad pero muy jóvenes. Yo he hecho el equipo así de una manera intencionada, pero cuando llegan momentos como este o una final de Copa nos hace falta un jugador como Sikma, Niels Giffey o Siva, que tienen más tablas para estas cosas. El regreso de Siva es fundamental especialmente habiéndose caído Peno para el resto de temporada. Tenía 21 años, aunque pasó a tener un rol principal.

–Mencionaba a Sikma, que se está destapando en Berlín.

–Me sorprende menos porque fui el que lo trajo en su año rookie a España al segundo equipo de Gran Canaria, el UB La Palma. Lo fiché con la intención de que llegara al ACB. Le intuía el potencial y después de tenerlo un año sabía que iba a ser un jugador muy bueno. Él va dando pasos adecuados tras el cambio de directiva en el club, que cambia con todo. Queda sin equipo y se va a Burgos, luego a Tenerife hasta que gana la liga en Valencia. Es el primer jugador que traje de rookie y pude fichar en su mejor momento. Lo tuve claro y fui a muerte a por él. Ha valido la pena porque es un jugador impresionante. Le dimos un rol protagonista y ha crecido mucho. Le nombraron MVP de la liga porque dominó en todas las facetas. No sólo anotando, que es lo que todo el mundo espera. Es capaz de pasar el balón, de rebotear, de defender... Es muy completo.

El juego de la ACB es más de lectura, creo que es clave para que Milosavljevic no sea tan dominante

–¿Qué le está pareciendo el Unicaja?

–Diría que no ha sido una sorpresa porque es el Unicaja y tiene un buen entrenador, una buena estructura y buenos jugadores. Es un súper club. Sí que es verdad que no se esperaba que empezasen tan bien. Comenzaron de una manera espectacular, fueron capaces de jugar a un altísimo nivel durante muchos meses. Puede que últimamente le pasen factura, como a todos, las lesiones, los viajes, el cansancio... Era muy atractivo de ver, con un juego alegre. Eran capaces de ganar fuera, de remontar partidos, de ganar sobre la bocina... Son un equipo que está haciendo una grandísima temporada y el pero puede ser lo de la Copa del Rey, pero sabemos lo complicada que es la ACB. Podía pasar.

–¿Por dónde se puede desequilibrar la eliminatoria?

–No lo tengo muy claro. Sí que el factor pista nos da cierta posibilidad de tratar de igualar el nivel y competir. Si no fuera así tendríamos muy pocas posibilidades. El Unicaja jugando en el Carpena, con la afición que tiene, con la confianza que tiene en casa... El factor pista nos ayuda a compensar. El Unicaja tiene mucha experiencia y sabe cómo ganar en campos difíciles, ya lo hicieron. Creo también que va a ser clave cómo lleguen los equipos y puedan afrontar la eliminatoria. Es importante la profundidad de la plantilla, ahí ellos tienen ventaja porque tienen jugadores de más nivel. Nosotros pudimos sumar a Nnoko.

–Conoce bien a Jaime, que no estará.

–Impresionante. Cuando yo llegué al Estudiantes venía de un descenso que no se acabó produciendo. El proyecto que planteé ese año era salir con Granger de primer base, que no lo había sido hasta ese momento, y Jaime de segundo. Quería apostar por gente de la casa en un puesto delicado. Hicimos una temporada fantástica jugando la Copa. Él trabaja duro y me alegro. El salto al Unicaja eran palabras mayores y no sólo se adaptó bien, también estaba siendo clave absolutamente en cuanto a mantener el nivel del equipo. La apuesta fue totalmente acertada.

–También a Milosavljevic, que lo tuvo en el Alba. ¿Cómo lo está viendo?

–Es el caso contrario. Aquí Dragan era capitán general porque el nivel de esta liga es inferior y él era capaz de asumir ese rol. En Málaga diría que hay otro factor. Él es capaz de hacer muchas cosas: ser agresivo, defender, meter sin ser un gran tirador, de jugar unos contra unos ganadores... Es todo más por carácter ganador que por capacidad de hacer una cosa u otra. El principal factor es que el juego de la ACB es un poco diferente al que él puede dar para sacar su máximo partido. Se ha demostrado que le está costando adaptarse a eso. Tuvo partidos buenos, pero no fue constante. Es un juego más de lectura, de saber interpretar en cada momento lo que hace la defensa contraria. Creo que es clave para que no sea tan dominante.

–¿Qué balance hace de su etapa en Berlín?

–Estoy muy contento. Es un proyecto muy ilusionante. Ellos tenían una buena cantera, aunque no conseguían engancharla con el primer equipo. Eso es lo que más me atrae y lo que querían. Las condiciones de trabajo son fantásticas porque creen en el proyecto. Invierten en las cosas que están alrededor del equipo. En España hay mucha inversión en lo que es puramente el equipo, pero en el área de negocio aún no se invierte lo suficiente en muchos clubes. Aquí yo conseguí que tuviéramos unos dispositivos de los jugadores por GPS para medir el tema físico. También tenemos unas cámaras en el entrenamiento que permiten a los entrenadores enseñarle a los jugadores lo que están haciendo sobre la marcha. Unos sistemas que cuestan dinero, que sumándolos es un jugador. Da alegría trabajar así. Se va creando cultura de baloncesto porque aquí no es el primer deporte, no tiene tanta tradición. Unimos las fuerzas que traíamos y el potencial del club y están saliendo cosas maravillosas. El año pasado jugamos dos finales siendo el equipo más joven en la historia de la liga, ahora lo somos de nuevo. Ganamos el campeonato alemán infantil, cadete y junior, es la primera vez que pasa en Alemania. Además sacamos tres jugadores de la cantera para el primer equipo. Reconforta mucho.

–Trabajó como ayudante, colaboró con agencias de representación, en scouting de un equipo NBA y ahora es de nuevo director deportivo. ¿Dónde se siente más cómodo?

–La faceta actual es la que más me llena y la que mejor se me da. Ahí es donde puedo dar lo mejor de mí. Recuerdo la entrevista con el CEO del Alba y yo estaba en Atlanta Hawks muy contento, me entrevisté con ellos porque insistían mucho. Para no darle muchas opciones le dije que no me interesaba ser director deportivo de un equipo desligado de la cantera, que quería un proyecto global. Me dijo que era precisamente lo que buscaban. Me gusta poder influir para que los entrenadores de cantera trabajen bien a la hora de formar jugadores para la primera plantilla a la vez que se es competitivo. El Alba fue un club ganador hasta que Bamberg y Bayern subieron muchísimo presupuesto y quedó algo rezagado. De momento fuimos creciendo y estando en la finales, a pesar de no haber ganado.

Me quedé impactado con la energía que pone Aíto en cada sesión, hace los ejemplos con balón con 72 años

–¿Cómo es el baloncesto en Alemania?

–Todavía está detrás de la ACB, que sigue siendo la mejor liga de Europa por la calidad del propio baloncesto. Allí hay equipos muy competitivos porque hay entrenadores muy buenos y porque el baloncesto que se juega es de muchísimo, muchísimo nivel. La liga alemana estructuralmente está muy bien organizada. Tienen mucho control de los equipos. En mi primer año en la jornada seis o siete expulsaron a un equipo porque en una auditoría que le hicieron vieron que no eran capaces de demostrar solvencia económica para acabar la temporada, la justificaban con posibles contratos por firmar. Las exigencias son altas. Tenemos a nuestro filial en lo que sería LEB Plata y va a jugar el play off. Ya nos están pidiendo los requerimientos por si ascendemos y uno de ellos es que tenemos que tener una sala VIP con unos requerimientos determinados. Lo que le falta, y está mejorando poco a poco, es la calidad del baloncesto. Pasa porque se juegue un poco diferente. Antes era muy físico y ahora equipos como Brose, Bayern o nosotros estamos cambiando un poco eso. Nos acusaban de que no éramos atléticos y sufriríamos y pasó todo lo contrario. Fue una bocanada de aire fresco ese baloncesto alegre.

–¿Le ves igualando a la ACB?

–Es una liga que va para arriba y la gente se da cuenta. Tenemos el caso de Nnoko. Va a Turquía por ofertas superiores y luego resulta que hay equipos que dejan de pagar a mitad del año. A veces elegir una opción de garantía total, aquí todos los equipos pagan, hará que se valore esa estabilidad siempre que el nivel de los equipos pueda subir un poco. Aún hay diferencias entre clubes, cosa que en España pasa menos. La liga va a seguir subiendo, aunque es difícil que pille a la ACB.

–Quería hablar de Aíto. ¿Se le respeta tanto en Alemania?

–Yo no había trabajado con él antes, pero gente que vino a verlo dicen que lo ven más joven. Me quedé impactado con la energía que pone en cada entrenamiento desde el primero. Hace todos los ejemplos con balón con 72 años e irradia esa energía para que haya un alto nivel de intensidad sin castigar ni nada de eso. Supuso un cambio importante aquí porque había mucha influencia balcánica. La gente había escuchado hablar de él, pero ahora está totalmente venerado. Vamos a los pabellones y le piden fotos, corean su nombre... Se han dado cuenta del cambio de juego que ha provocado y de la valentía que tiene para poner a los jugadores jóvenes en partidos importantes. Hizo el juego más limpio y vistoso. Está muy reconocido. Estoy encantado que esté aquí porque para él es un hito importante estar cambiando el baloncesto de una liga y un país. Llega hasta tal punto que el seleccionador alemán viene a ver nuestros entrenamientos con mucha frecuencia y trabaja cosas que Aíto trabaja. Cada vez que viene dice que cómo ha cambiado el nivel de los jugadores que convoca, que han mejorado en lectura de juego, cosa que le costaba mucho a los alemanes.

–Imagino que sigue conectado a la NBA. ¿La diferencia con Europa es tan grande?

–Ahora me resulta más difícil de ver porque antes llevaba sus horarios, me veía muchos partidos. Está en su momento álgido, está compitiendo la hegemonía de la liga de fútbol americano en popularidad. Tratan muy bien el producto. El juego es diferente al de Europa y eso no va a cambiar pese a que hay muchos europeos que consiguen europeizar el juego de algunos equipos. Sobre todo en liga regular. Cuando lo vives desde dentro ves que todo se prepara. Carlos Frade, que es la figura de Player Development [Desarrollo de jugadores], que la incorporé de mi experiencia en Atlanta; ponía un vídeo donde enseñaba varias cosas para hacer en la llegada de un contraataque. El vídeo era de mi época en los Hawks, él estuvo de entrenador invitado, y había unas situaciones que se hacían con Kyle Korver en la esquina que parecían casuales. No era verdad, eran entrenadas y preparadas. La gente no cree que el juego es tan elaborado y eso se ve en play off. Te cambian el concepto porque a pesar de tener individualidades ahí un trabajo muy grande detrás.

De la NBA impacta los medios para intentar conseguir los objetivos, las posibilidades son ilimitadas

–¿Qué es lo que más le sorprendió?

–Aunque lo sabes, te impacta los medios que tienen. Esa capacidad para intentar conseguir los objetivos. Recuerdo estar en un Europeo en Berlín y estaba el General Manager aquí. De repente, teníamos un día libre y me dijo de ir a Grecia a ver a un jugador que habíamos drafteado [Agravanis] y él no conocía. Con dos llamadas de teléfono teníamos billetes de avión. Había previsto un viaje a Francia y ya daba igual que pasara con eso. Tenía otro viaje programado a China para ver un jugador y se lesionó. Ese mismo día me dijeron que no fuera porque iba a perder tiempo para nada. Cancelaron y se perdió todo: hotel, billetes... Luego cuando viajé con el equipo imagínate el nivel. Las posibilidades son ilimitadas. Algo que creo que es más importante es la metodología. Desde fuera puedes pensar que todo son los jugadores, mucho uno contra uno. Cuando entras te das cuenta de que no, que es más parecido a Europa de lo que creemos. Los técnicos preparan los entrenamientos de la misma manera y con los mismos objetivos. Se prepara mucho todo lo que ocurre en la cancha. La metodología es más trabajada de lo que se piensa.

–Antetokounmpo, Jokic, Doncic...la influencia cada vez es mayor.

–La diferencia es que ya hay jugadores europeos capaces de ser la estrella de la franquicia. Pau Gasol sí que lo fue en su equipo. Luego llega a los Lakers y es uno más de las estrellas. También lo fue Marc en Memphis. Ahora hay muchos así. Hay un boom de europeos que no llegan allí y van siendo jugadores importantes, van a ser estrellas directamente. En algunos casos va a ayudar a que jueguen más similar a Europa y en otros casos, lo contrario. Sucede con Doncic, va a ser una estrella al estilo americano. Va a ser cómo los que han crecido allí. Les va bien porque es lo que buscan, va a tener un recorrido muy grande a esa manera allí.

–Pudo vivir los mejores años de Atlanta Hawks.

–Tuve mucha suerte. Alcanzamos las finales de conferencia, fuimos muchos al All Star, el quinteto titular fue un mejor quinteto de un mes y no había pasado... Máxima explosión de jugadores como Korver, Millsap, Al Horford, Teague, Schröder... Fue un privilegio y una época para disfrutar. De lo que me considero más afortunado es de otra cosa. Las franquicias son muy grandes y a veces los europeos no pasamos de ser meros asesores. Nosotros éramos seis personas y me involucraron para cosas que no me correspondían. Estuve más de un mes viajando con el equipo, me mandaron a hacer rutas por universidades americanas, me llevaron al All Star... Fue maravilloso. Recuerdo hasta que en el Draft estábamos en la oficina y en plan novatada me hicieron llamar a la NBA para decirle los nombres de los jugadores que elegíamos en segunda ronda, que eran dos europeos [Marcus Eriksson y Dimitrios Agravanis]. Encima fue sobre la marcha.

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