Visto y Oído
Emperatriz
Entrevista a Raúl López, ex jugador de baloncesto
Raúl López Molist (Vic, 1980) es un jugador de culto dentro de la ya especial mítica generación de los juniors de oro. Líder de aquel equipo campeón del mundo, las lesiones se lo pusieron después bastante complicado, pero completó una carrera igualmente tremenda. Parte de ella ligada a Carlos Cabezas, que este domingo verá cómo su camiseta es levantada al cielo del Carpena. El que fuera grandísimo base catalán dialoga con Málaga Hoy sobre su relación con el malagueño, al que le une una buena amistad.
-¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de Carlos Cabezas?
-Pues exactamente no sabría decirte cuándo fue. Creo que fue un Torneo de Hospitalet [el mejor evento junior de España en aquella época] y ahí coincidimos él con el Unicaja y yo con el Joventut. Le vi, jugué contra él y comprobé lo buen jugador que era. Si tuviera que remontarme al pasado, seguramente sabía quién era de antes pero en ese momento realmente comprobamos quién era Carlos.
-Ya ahí comienzan las concentraciones con la selección.
-Sí, ya es la época de junior, empezamos a jugar en Mannheim, el Europeo de Varna y el Mundial de Portugal y se crea ahí un vínculo, una química con todos los jugadores muy especial. Al ser un compañero de posición, aún más. Somos rivales, pero competimos por el mismo objetivo y aprendemos los unos de los otros. Son tiempos muy especiales.
-Allí está en Lisboa la jugada simbólica del triple de Carlos para ganar a EEUU en la que usted le asiste.
-Es un momento importante para todos nosotros, marcó nuestras carreras, fue un momento simbólico y en un escenario ideal. Jugamos un gran partido y esa canasta fue un poco la guinda al partido. Pasaron hace mucho tiempo, pienso poco en ello. Pero cuando te paras a pensar sabes que fueron momentos muy importantes.
-¿Era la relación con Carlos buena aunque compitieran por minutos?
-Con Carlos siempre fue muy buena, hemos sido compañeros en selección, en equipo. Siempre ha habido un gran respeto por la forma de jugar de los dos y hubo siempre muy buena química. A día de hoy a Carlos lo puedo considerar un amigo. En este sentido los dos queríamos jugar, éramos grandes competidores, pero teníamos un gran respeto el uno por el otro.
-¿Qué destacaría de él como jugador?
-Una capacidad para anotar muy importante y para decidir partidos. Jugador con gran físico y un gran competidor. Se juntaron muchas cosas buenas en un mismo jugador que le hicieron tener una carrera tan grande.
-En momentos puntuales compartían pista.
-En la selección, aunque a priori fuéramos dos bases, recuerdo haber jugado muchos minutos juntos. Al final, cuando los jugadores tienen cierto nivel muchas veces da igual la posición en la que vayan a jugar. En este sentido, con Carlos nos complementábamos muy bien en pista.
-Aparte de la selección coincidieron un año en Rusia, en el Khimki. ¿Cómo fue aquella experiencia?
-Fue muy buena, lo dos guardamos un muy buen recuerdo de esa época. Vivimos una experiencia que era distinta a la que estábamos acostumbrados. Fue salir de España, fue ir a jugar a un sitio distinto, a una cultura muy diferente y tuvimos que adaptarnos. El hecho de estar ahí los dos más solos hizo que, teniendo ya una buena relación, se acentuara y fuera mucho mejor.
-En sus carreras ha sido un técnico importante Sergio Scariolo, lo tuvieron en varios equipos y la selección.
-Sí, Sergio ha sido un entrenador fundamental en mi carrera, por muchos motivos. Con él aprendí muchísimo y a día de hoy sigo teniendo muy buena relación con él, un poco por la inercia de haber tenido la suerte de haber jugado para él varias veces.
-¿Era Carlos un base en cierta forma adelantado, más con características que se piden en el baloncesto actual?
-No lo sé. Él ha hecho una carrera muy buena jugando a su estilo y lo ha hecho muy bien. No sé si es un adelantado o no, era un jugador que tenía una capacidad para anotar grande, pero también podía dirigiri a un equipo. Él supo adaptarse muy bien a las circunstancia del juego y poder sacar el máximo provecho.
-Está aquí en Málaga Fotis Katsikaris, que dirigió a Carlos en su día en Murcia y que también le entrenó en aquella gran época en Bilbao.
-Un entrenador de mucho nivel, lo ha ido demostrando a lo largo de los años. Y es un entrenador que sabe sacar al máximo partido a sus jugadores. Es un técnico del que tengo un gran recuerdo. Tuve la suerte de coincidir con Fotis en Utah los dos ya en otras facetas, de asistente de un equipo en la NBA. Hubo muy buena relación, es un entrenador al que le deseo que le vaya siempre bien.
-Le vimos que trabajó con Pau Gasol y Ricky Rubio.
-He tenido la suerte de poder entrenar y ayudar a un jugador en un momento puntual, es algo que me gusta.
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