Una Euroliga con sangre verde y morada

Hoy se inicia una nueva edición de la Euroliga, la competición que está más cerca de la NBA. Después de la decisión histórica de suspender la temporada hace unos meses por la pandemia del COVID-19, el mejor torneo de Europa echa a andar. Y lo hace con innumerables atractivos, pero también pleno de incertidumbre. Ya avisaba su CEO, Jordi Bertomeu, estos días que habrá que estar preparados para adaptarse a las situaciones que provoque el coronavirus. "Veremos cambios de fechas, partidos en otro país, reasignaciones de árbitros...", avanzaba el catalán.

No estará el Unicaja por tercera campaña seguida. Después de la vasta presencia en este siglo, tres años de ausencia parece algo cercano a un mal sueño. Ya dijo Bertomeu ayer que las licencias seguirán en el Bayern Múnich y en el Asvel Villeurbanne, por lo que el premio está en la pista sí o sí. Pero habrá sangre cajista en la Euroliga que escribe su primera página este jueves. 14 profesionales que pasaron por el Carpena en algún momento de sus carreras y que ahora disfrutan del primerísimo nivel continental.

Repite el Alba de Berlín, que llega a esta campaña como campeón alemán. No obstante, ya tenía su plaza asegurada cuando se canceló el curso anterior. Aíto García Reneses de un equipo que perdió hombres importantes como Giedraitis o Hermannsson, con dirección a la ACB. En cambio llegaron otros como Maodo Lo o Lammers. También Jayson Granger, que vuelve a salir al extranjero. Se marcha como campeón de la ACB con el Baskonia, donde las lesiones no le permitieron mostrar su mejor versión en las tres campañas que estuvo en Vitoria. Himar Ojeda le convenció y ahora asume un reto sugerente. Con 31 años, si el físico le respeta, aún le queda baloncesto. Otro de los que tiene un importante desafío es Nedovic, que cambió Milán por Atenas. El balcánico fichó por el Panathinaikos, donde aspira a ser uno de los líderes. Otro jugador golpeado por las lesiones y que en el OAKA tiene una gran oportunidad para demostrar que puede ser cabeza de león en un club de primer rango. Hubo salidas importantes como las de Calathes, por lo que el PAO inicia una nueva era.

En la capital helena, en el enemigo íntimo, hay otros dos que vistieron la camiseta del Unicaja. Un clásico, Georgios Printezis. Es de la guardia pretoriana rojiblanca el ala-pívot, que renovó un año más, como Spanoulis. Hubo permutas reseñables en el plantel de Bartzokas, donde llegó Livio Jean-Charles, que hizo méritos en el Asvel galo. Su carrera da un paso más en exigencia, siendo su físico su principal aval.

De capitales va el asunto. En la de Italia sobrevive Jeff Brooks, que permanece en la corte del Olimpia Milano. Sin duda, el club que más y mejor se reforzó en un verano de apuros económicos por la pandemia. Messina se armó hasta los dientes con los fichajes de Datome, Kyle Hines, Kevin Punter, Malcolm Delaney, Zach LeDay o Shavon Shields. Y sigue el Chacho Rodríguez, entre otros. El ex cajista es un jugador de rol importante para el técnico transalpino, que lo utiliza de comodín.

En la de Turquía seguirá Krunoslav Simon, una pieza cotizada para Ergin Ataman en el potente Anadolu Efes. Los otomanos, vigentes subcampeones del torneo, marchaban líderes de la fase regular hasta la cancelación. Apenas se movieron en el mercado a cambio de asegurar la continuidad de algunas de sus estrellas como Larkin, Micic, Dunston, Beaubois o Singleton. Y en la de Serbia estarán Ognjen Kuzmic y Marko Simonovic. El Estrella Roja ha formado un pujante proyecto y ambos ex jugadores del Unicaja aportarán su grano de arena al colectivo. Es una temporada importante para el pívot después del duro accidente que sufrió. También para el Simonovic, que regresa a casa tras seis meses en Málaga. A sus 34 años todavía puede ser útil en algunos contextos.

En San Petersburgo continúa Will Thomas, que junto a Ponitka fue de los que se libró de la purga de ACB que se llevó Joan Plaza a Rusia. Xavi Pascual le fichó competencia y ya dio un buen nivel en el curso anterior. El Zenit se reforzó con jugadores de calibre como Kevin Pangos, KC Rivers, Fridzon o Gudaitis. Desde allí llegó al Unicaja Tim Abromaitis, al que sustituyó Alex Poythress.

El resto de ex cajistas pertenecen a equipos españoles. En Vitoria permanece Zoran Dragic, que fuera muy importante en el título de la ACB del Baskonia. Se enquistó su continuidad, pero el esloveno sigue a las órdenes de Dusko Ivanovic, que le pedirá que suba otro escalón. La salida de Shengelia reparte aún más el protagonismo. En Barcelona, con Nacho Rodríguez como arquitecto de un conjunto blaugrana temible, está Álex Abrines. El balear ha recuperado esa versión devastadora desde el triple de la mano de Saras Jasikevicius. Ya dio muestras en el Carpena hace apenas una semana. En el Real Madrid, al lado de Pablo Laso, Chus Mateo, que lleva más de un lustro en el gigante blanco. Una Euroliga apetecible, sin el Unicaja pero con sangre verde y morada.