La fidelización de los más jóvenes

El Unicaja ha ganado adeptos con la gesta de Badalona, una de las consecuencias más positivas que deja esta Copa, el ver que la masa social del club ha tomado un impulso, solo hay que ver el ritmo de entradas en el Carpena para los próximos compromisos, una quimera lograr una localidad en el Palacio a corto plazo. Ya con el Girona, donde se espera una gran fiesta, no hay billetes desde hace días. Aún con la resaca emocional de todo lo vivido hace unos días, con la celebración en la ciudad aún presente, llamó la atención la cantidad de niños que salieron a las calles de Málaga el pasado lunes, incluso desde el club hay un ligero estado de estupefacción por ver a tantos jóvenes tratando de acercarse a los campeones de Copa; se hicieron notar en todos los puntos de la ciudad, pese a ser un día laborable y lo dificultoso que puede resultar hacer planes, pero ahí estuvieron miles con sus ídolos.

Ellos son el futuro patrimonio del club, y qué mejor noticia que se tenga ese sentimiento de pertenencia a esas edades. La Copa ha sido el colofón a una trayectoria ascendente desde el principio de temporada, cada vez más aficionados se han ido acercando al conjunto malagueño, es momento ahora de buscar fórmulas para fidelizar a la gente, con este título ya se ha alcanzado el nivel del Unicaja de sus mejores tiempos, porque además influye el cómo. También se produce el efecto del fútbol, desgraciadamente, que exista ese trasvase, lógico que a un crío le entre por los ojos el hacerse de un equipo campeón.

No existe mejor campaña para lograr esa atracción que esta Copa, el título bautizado, también influye la memoria reciente, como el más especial de los cinco conquistados hasta ahora. Seguro que supone una semilla importante para que Málaga vuelva a respirar baloncesto a todas las edades.