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Oficial: Fotis Katsikaris se pone al mando del Unicaja

El entrenador griego se compromete con el equipo malagueño hasta junio de 2022, con posibilidad de corte para ambas partes al final de esta temporada

Este viernes será presentado

Fotis Katsikaris, a su llegada a Málaga en la estación María Zambrano. / Javier Albiñana
Jesús María Noguera

21 de enero 2021 - 13:02

Oficial. Fotis Katsikaris (Níkea, Grecia; 1967) es el nuevo entrenador del Unicaja. El griego se compromete con el equipo malagueño hasta junio de 2022, aunque el contrato incluye una cláusula de corte para ambas partes al final de esta temporada. Será el vigésimo segundo entrenador en la historia del club de Los Guindos, el primer heleno en dirigirlo. Katsikaris llegó este jueves por la tarde a Málaga desde Atenas, con Madrid como enlace, para ponerse al mando del conjunto cajista e intentar revertir una situación muy compleja. No pudo dirigir su primer entrenamiento en el Carpena por un falso positivo por COVID-19. Debutará el sábado en la ACB en el derbi andaluz frente al Real Betis de Joan Plaza en San Pablo. Este viernes será presentado ante los medios de comunicación.

El técnico es el sustituto de Luis Casimiro, que estuvo a cargo del Unicaja desde el verano de 2018. Unas semanas donde el manchego y el griego eran los principales candidatos de Carlos Jiménez, por entonces director deportivo cajista. Se cayó de la ecuación Katsikaris, que era la primera opción, porque decidió aceptar la oferta de Utah Jazz para convertirse en entrenador asistente en la NBA. Un sueño que cumplió en el curso 2019/2019. Allí entrenó entre otros a Ricky Rubio, dejando buen recuerdo en la franquicia de Salt Lake City. "Fue una tremenda incorporación a nuestro staff la pasada temporada y le agradecemos sus contribuciones a la organización", eran las palabras de despedida que le dedicaba Quin Snyder.

Su último equipo fue el Herbalife Gran Canaria, proyecto por el que abandonó la aventura estadounidense. Estuvo en la fase final de la ACB, donde se enteró de que el club isleño, que tenía a Berdi Pérez al mando de las operaciones, ejercía la cláusula que cortaba el vínculo para el segundo año que había firmado. Fue un hecho bastante sonado en la burbuja de Valencia. Estos meses estuvo viviendo en Londres por un importante problema personal, que dejó al baloncesto en un segundo plano. Antes, después de retirarse a los 29 años, ya se había labrado una amplia trayectoria. Lleva más de dos décadas en los banquillos y entrenó como primero en cuatro países: Grecia (AEK Atenas y Aris Salónica), Rusia (Dynamo San Petersburgo y Lokomotiv Kuban), Israel (Hapoel Jerusalem) y España (Valencia Básket, Bilbao Básket, UCAM Murcia, Iberostar Tenerife y Gran Canaria). También estuvo al frente de las selecciones de Rusia (el paso fue fugaz) y Grecia. Fue clave en el crecimiento de jugadores como Facu Campazzo o Aaron Jackson y dirigió a estrellas como Antetokounmpo.

Es un movimiento ambicioso por ambas partes. Por un lado, el Unicaja manda un claro aviso de que aún cree en esta plantilla y que no da la temporada por perdida. Estaba la alternativa de apostar por un entrenador de la casa y haber esperado hasta el verano para apostar fuerte por un proyecto con Joan Peñarroya (el más deseado en Los Guindos) al mando. Puede hacerse en unos meses, pero el mensaje es que el camino hasta entonces es importante. También por parte de Katsikaris, que asume un reto grande. Reanimar a un equipo que ha transmitido sensaciones preocupantes en el último mes y medio y que lo tiene crudo en el Top 16 de la Eurocup, competición estratégica y pilar básico en las notas de junio. Si resucita al conjunto malagueño, siga o no después del verano, a nadie se le escapa que el escaparate de Málaga es muy grande. Tras algún que otro proyecto fallido, la del Unicaja es una buena carta para el griego.

La llegada de Katsikaris también traerá presumiblemente movimientos en la plantilla. En el club malagueño tienen la intención de incorporar un pívot después de sufrir la deficiente construcción del roster, desequilibrado desde el inicio. Se rompió la cadena por el eslabón más débil de la cadena y ahora también es momento de los jugadores, también señalados en una crisis de esta calibre. El Unicaja va a gastar un par de balas y el vestuario debe dar un paso adelante porque aún quedan opciones en las tres competiciones que disputa el equipo malagueño. El heleno ya dirigió en Tenerife a Tim Abromaitis, que tuvo un buen rendimiento bajo su batuta. No podrá contar hasta más adelante con Carlos Suárez, Gal Mekel y Dragan Milosavljevic.

Será interesante ver qué idea quiere implantar el nuevo entrenador cajista y cómo utiliza las piezas. Hay un déficit físico obvio, que se pretende paliar con ese fichaje, pero no es menos cierto que hay mucho talento y un bloque interesante. Si se da el refuerzo, habrá más compensación y materia primera para terminar de manera más que digna la temporada. No tendrá apenas tiempo de adaptación Katsikaris, que este sábado tendrá su primer examen en Sevilla. Y el miércoles el Nanterre visita el Carpena con la victoria como única opción. Está curtido el griego en estos menesteres, no obstante. El Unicaja está en un tramo clave del curso, con la Copa del Rey en menos de un mes. En la ACB está fuera del play off. La situación es peliaguda y el hombre elegido para reconducir al club de Los Guindos es Fotis Katsikaris.

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