El gran viaje de Dylan Osetkowski

Dylan Osetkowski es uno de los jugadores más carismáticos de este Unicaja que ha enamorado bastante a la afición malagueña. Quizá junto a Kendrick Perry el que tiene más llegada con los aficionados cajistas. Málaga la recuerda a su San Diego natal, allí a pocos kilómetros de la frontera con Tijuana (México). Tiene pendiente una invitación a la afición malagueña en compensación por la apuesta que hizo si se ganaba la Copa con una fiesta multitudinaria. Se celebrará en la pretemporada, en agosto, el club le está ayudando a hacer las gestiones para que pueda acudir el máximo número de gente.

Pero ahora Osetkowski está en un viaje introspectivo que tenía en mente realizar nada más acabar la temporada. El pívot americano está por el Sudeste Asiático. Comenzó una ruta que le llevó a Madrid y Doha antes de aterrizar en Tailandia, donde está haciendo un viaje conociendo puntos recomendables de la geografía del país. Se ha tatuado la espalda en Chiang Mai con el Sak Yant, un tatuaje típico tailandés circular de 8 puntas, donde cada una de ellas simboliza las direcciones del universo o representaciones de Buda. También ha mostrado su visita a Mae-Rim, una reserva natural con elefantes o su paso por Bangkok. Tiene su espíritu aventurero Osetkowski, que en Málaga ha encontrado un lugar en el que seguir desarrollando su carrera, como ancla pero abierto a conocer lugares y experiencias.

Después, tras la desconexión, el americano empezará a trabajar de manera individual para prepararse para la pretemporada. En los últimos veranos su cuerpo ha cambiado, musculándose y perdiendo peso para hacerse un jugador más ligero, que de hecho fue fichado como un 4.5, más orientado al 5, y ahora se contempla casi como un 4 por esa metamorfosis que ha experimentado y que ha contado en Málaga con el apoyo del preparador físico, Marcos Cerveró.